Cárceles venezolanas

La tuberculosis: Asesina silenciosa de privados de libertad

Francisco González/Caleidoscopio Humano

(30-06-2023) La Emergencia Humanitaria Compleja de Venezuela afecta a toda la población, pero de manera diferenciada impacta en la vida de personas en situaciones de vulnerabilidad, como lo son las privadas de libertad. Las cárceles venezolanas no son ajenas a la crisis de servicios públicos que vive el país.

Aunado a lo anterior, la ausencia de mantenimiento a las instalaciones, la precaria salubridad y el inconstante aseo de las personas privadas de libertad debido al insuficiente acceso al agua son puertas de entrada para enfermedades como la tuberculosis.

La tuberculosis en las prisiones venezolanas ha cobrado decenas de vidas en los últimos años, convirtiéndose en una amenaza silenciosa pero letal para los reclusos.

Según informes de la ONG Una Ventana a la Libertad, durante el año 2021 fallecieron 12 privados de libertad por tuberculosis en Venezuela.

El 16 de enero del 2022 falleció el primer privado de libertad con tuberculosis de ese año. El recluso se llamaba Carlos Vásquez, y estaba recluido en los calabozos del Eje contra homicidios del CICPC de los Valles del Tuy. Ese mismo día falleció en los calabozos del SIPEZ en Maracaibo Edgar Abreu, también con tuberculosis y otras complicaciones derivadas del VIH.

A finales de enero de ese año, se informó que 25 reclusos del Centro de Arrestos y Detenciones Preventivas de San Carlos, en Zulia, presentaban cuadros de tuberculosis.

Se han documentado víctimas fatales de esta enfermedad en penales como la Comunidad Penitenciaria Fénix del Estado Lara, el Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana en San Francisco del Zulia, La Pica Luis Marín, el Centro de Reclusión Dr. Francisco Delgado Rosales y el Centro de Arrestos y Detenciones Preventivas de San Carlos.

Reclusos de los calabozos de Poliportuguesa afirman que el Estado venezolano ha fallado en su deber de proveerles asistencia médica, por lo que deben recurrir a particulares que les realicen pruebas para detectar tuberculosis. Dichas pruebas tienen un costo de 8 dólares, por lo que se salen del presupuesto de muchas familias.

Según los datos previamente expuestos, desde el 01 de enero hasta del 2022 hasta mayo del 2023 han fallecido por tuberculosis al menos 80 privados de libertad en centros penitenciarios venezolanos.

Los privados en libertad no solo sufren las consecuencias de la crisis venezolana, sino que experimentan hambre, violencia y enfermedades letales, ante el silencio cómplice y la inacción del Estado venezolano.

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