Los aliados LGBTIQ+ son personas que no forman parte de la comunidad, pero que apoyan su causa y exigencias por el respeto a sus derechos. Desde la empatía y la solidaridad, contribuyen a no reproducir situaciones de discriminación y violencia hacia las personas LGBTIQ+
(03-07-2024) A los 13 años, Cristian* decidió contarle a sus padres que es gay para prevenir antes de que se enteraran por otros familiares. “No lo tomaron bien”, cuenta. Cuando surgió nuevamente el tema, fue tal el enojo que su papá lo botó de su casa. No volvió sino tres semanas después.
Cristian encontró en casa de su mejor amiga, Anabel, un refugio y un hogar que ha mantenido hasta estos días. “Sin yo decirle nada ya ella me entendía y me respetaba; irme con ella volvió más sencillo todo ese proceso de aceptación conmigo mismo”, dice Cristian.
Cuando Cristian me contó lo que le pasaba y que necesitaba donde quedarse, comprendí lo importante que era que yo lo apoyara y lo mucho que él confiaba en mí. En mi casa siempre fuimos solidarios con todo el mundo, sin importar las diferencias, y con él no iba a ser la excepción”, cuenta Anabel.
La discriminación y la violencia hacia las personas lesbianas, gais, bisexuales, trans, intersex y queers (LGBTIQ+) están presentes constantemente, por lo que contar con aliados -personas que no pertenecen a la comunidad, pero que apoyan su causa y exigencias- puede llegar a salvarlas en algún punto de sus vidas.
“En un contexto donde la discriminación y la violencia es la norma, las alianzas y la solidaridad salvan y rescatan vidas. Es una forma de hacer frente a la violencia homofóbica y transfóbica, basada en prejuicios”, dice Yendri Velasquez, activista del Observatorio Venezolano de Violencias LGBTIQ+.
La primera mirada suele ser la intolerancia
Los actos de discriminación pueden llegar a ser el primer acercamiento de las personas aliadas con la comunidad LGBTIQ+. Es el caso de Diosmary Hernandez, quien desde niña vio cómo los niños y niñas LGBTIQ+ eran “estigmatizados u objetos de burla por tener una expresión distinta” a la impuesta por la sociedad.
Diosmary dice que sentía mucha frustración al ver esos ataques y más cuando le contaba a sus padres, quienes querían hacerle creer que las víctimas eran culpables o responsables del acoso que recibían por ser o actuar de cierta manera. Para Yendri Velasquez, el reconocimiento de los esquemas de violencia a la comunidad LGBTIQ+ por parte de los aliados es uno de los primeros pasos que aportan a la exigencia por el respeto a sus derechos humanos.
A su juicio, desde una posición de empatía y responsabilidad, los aliados LGBTIQ+ contribuyen en la no reproducción de situaciones de discriminación, violencia o discursos que incitan al odio. En el caso de personas cis (cuyo género coincide con su sexo asignado al nacer) y heterosexuales, el aporte de los aliados es de gran importancia al compartir caractaristicas con las personas que suelen ser las que más agreden a la poblacion LGBTIQ+.
Es fundamental intervenir cuando estamos viendo algún tipo de discriminación o violencia, es decir, no hacernos los locos o de oídos sordos, de ojos ciegos, ante lo que suceda a nuestro alrededor y esto pasa igual cuando hay violencia contra las mujeres; si es que estamos escuchando que el vecino le está pegando a la vecina, nuestro deber solidario, nuestro deber empático es intervenir ante esta forma de violencia, llamar a las autoridades, pedir auxilio”, dice Velásquez.
Crecer viendo injusticias
Pero incluso creciendo en entornos respetuosos y seguros para todas las personas, la realidad de sociedades homofóbicas puede chocar con las convicciones de más de una persona aliada. María Victoria Restrepo, aliada de la comunidad, cuenta que en su colegio se hacía mucho énfasis en el respeto y la aceptación a las diferencias de todos. “Era un entorno muy seguro y crecer con eso me hizo darme cuenta de que la normalidad es justamente ese respeto a las miles de diferencias que podamos tener como seres humanos”, dice.
Con el tiempo, a medida que conoció más sobre las luchas de la población LGBTIQ+ por sus derechos, pudo darse cuenta de que “existen privilegios mas que obvios para las personas cis-hetero” que suelen pasarse por alto y que “marcan una brecha gigantesca en el desarrollo de vida de todos”.
Ver las injusticias que rodean a las personas LGBTIQ+ le ha permitido a Diosmary reafirmar sus convicciones. “Es una conversación que se debe trasladar a todos los aspectos de la vida. Si en algún momento llego a formar una familia, me gustaría que ellos no recibieran la educación que yo recibí y que no fuesen articuladores de actos discriminatorios, que entendieran qué es la dignidad humana desde muy pequeños”
Las deudas pendientes del Estado
Más de 50 años después de los disturbios en Stonewall (EE. UU.), que dieron origen a la conmemoración del Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+, Restrepo lamenta que el sistema de justicia y las leyes venezolanas aún no reconocen por completo los derechos humanos relacionados con la identidad de género y la orientación sexual de las personas.
“También vemos que siguen viéndose actos de machismo estructural y homofobia social camuflados de chalequeos, que realmente terminan siendo una forma más de violencia y discriminación que propicia el silencio y hasta la muerte de muchísimas personas en la comunidad”, dice.
Diosmary Hernández, por su parte, critica que desde el Estado y el poder político se instrumentalice al movimiento LGBTIQ+ y no se avance en el reconocimiento pleno a sus derechos. Además, considera que la desinformación y el alto componente religioso en la educación profundiza la discriminación e impide el reconocimiento de sus DD. HH.
Para Yendri Velásquez, del Observatorio de Violencias LGBTIQ+, los aliados pueden ayudar a detener los ciclos de violencia en ambientes laborales y estudiantiles que incidan en la toma de decisiones y permitan generar políticas que erradique la discriminación a la comunidad.
Es importante que como aliado, si estás en una situación de poder, generes las políticas o medidas necesarias en empresas privadas o en alguna institución del Estado para que la realidad inmediata de las personas LGBTIQ+ que trabajan, que estudian o que comparten contigo pueda cambiar favorablemente”