Por Francisco González/Caleidoscopio Humano
(11-07-2023) La Emergencia Humanitaria Compleja que atraviesa Venezuela no cesa y el aumento de venezolanos que migran a través del Tapón del Darién da fe de ello.
Para el año 2022, la migración venezolana abarcó cerca del 50% del total de migrantes que cruzaron el Darién, según reportó Migración Panamá. Aunque las medidas migratorias de los Estados Unidos hicieron disminuir el flujo hacia finales de ese año, el número ha vuelto a aumentar a pasos agigantados.
Sobrevivientes de esta experiencia comentan que en los pueblos fronterizos de Colombia los precios de “guías”, llamados coyotes, han aumentado hasta cifras que superan los cuatrocientos dólares americanos.
Los migrantes que no pueden pagar los paquetes de guiatura deben atravesar el tapón completamente a pie, travesía que les expone a abusos físicos, psicológicos y sexuales por parte de grupos irregulares que hacen vida en la zona.
Testimonios de los sobrevivientes afirman que los criminales suelen obligar a las rehenes a tragarse su orina y semen, además de golpearlas en el rostro y humillarlas en público. Los más débiles suelen ser dejados atrás, lo que los expone a una probable muerte.
Pese a estas y otras atrocidades, en los últimos seis meses, más de cien mil venezolanos cruzaron a pie el Darién, de un total de 201.167 que reportó Migración Panamá. La estadística se ha mantenido: la mitad de los migrantes del Darién son venezolanos.
No hay datos oficiales sobre los migrantes que han muerto intentando cruzar el Darién, sin embargo, el equipo de Monitoreo de Caleidoscopio Humano ha documentado al menos 25 víctimas fatales en los últimos doce meses. Todos venezolanos.
El hambre, la pobreza y la total ausencia de derechos económicos, sociales y culturales ha empujado a cientos de miles de venezolanos a adentrarse en un peligroso recorrido incierto que atenta contra la dignidad humana, la vida y el derecho al refugio.