Las periodistas Gabriela Buada y Lorena Arráiz insistieron en la necesidad de seguir documentando las fallas eléctricas que afectan la vida y el ejercicio profesional de los ciudadanos
Yennifer Calvo/Caleidoscopio Humano
Gabriela Buada, directora de Caleidoscopio Humano, conversó con Lorena Arraiz, comunicadora social y profesora de la Universidad de los Andes (ULA), sobre la crisis en el sistema eléctrico -producto del deterioro y falta de mantenimiento e inversión- y su incidencia, tanto en la calidad de vida de los venezolanos, como en el ejercicio del periodismo.
Arráiz, quien ha documentado la crisis de los servicios en el estado Táchira, recordó que estos problemas no son nuevos. “Se trata de situaciones de vieja data, pero que, por ejemplo, en el caso del servicio eléctrico se ha profundizado en los últimos meses”.
“Hemos tenido cortes de seis u ocho horas. Esto ya se instaló -lamentablemente- en nuestras vidas. No contamos con un horario fijo de racionamiento, no podemos ni siquiera hacer un plan porque no sabemos cuándo se va o viene la luz”, sostuvo.
Agregó que estos cortes no solo los dejan a oscuras, sino que también los dejan incomunicados ante cualquier emergencia o situación, porque no hay internet y no caen llamadas, “afecta la vida en todos los aspectos”.
En cuanto a la incidencia de las fallas y cortes eléctricos en el ejercicio del periodismo, destacó que estos generan una opacidad informativa porque si no hay electricidad, no hay internet y no pueden transmitir en vivo, hacer lives, hacer entrevistas en la radio o documentar en redes sociales.
Además, destacó que estos apagones también ocasionan averías en los equipos de trabajo y es costoso comprarlos de nuevo.
“Yo trabajo en un grupo radial importante y una de las emisoras pioneras de Venezuela está fuera del aire porque los apagones nos dañaron los equipos y no hemos podido volver a salir porque nos cuesta mucho dinero reponer”, lamentó.
Las constantes fallas eléctricas afectan el trabajo de la periodista no solo en la televisión, porque implica retrasos en las grabaciones en vivo, sino también en la radio y la docencia.
Sin embargo, detalló que la situación en la radio es más complicada porque por tratarse de un grupo radial, cuando se va la luz “se caen todas las emisoras”.
Esto, según comentó, afecta la publicidad de las emisoras y por consiguiente los ingresos. “Los anunciantes dejan de pautar y las emisoras sobreviven gracias a la publicidad y a la propaganda”, enfatizó.
Mientras que en su ejercicio como docente el panorama es el mismo. Tras dos años de pandemia y clases online, tuvo que reencontrarse con sus alumnos en un aula oscura, “no puedo llevar un VideoBeam, por ejemplo, para qué si no hay electricidad”, comentó.
En este sentido, Gabriela Buada agregó que la profundización de la crisis eléctrica también ha afectado las actividades del equipo de trabajo de Caleidoscopio Humano y ha ocasionado daños en equipos.
“Hay dos miembros del equipo que viven en el estado Mérida y se pasan las horas productivas sin luz, solo pueden trabajar de noche”, sostuvo.
“Es que de alguna manera tu vida se paraliza y pierdes esos espacios en tu cotidianidad y en nuestras profesiones, en nuestras áreas de progreso, incluso para Venezuela”, añadió.
Para Buada, los apagones y cortes eléctricos no solo fomentan la opacidad informativa sino también la narrativa del “Venezuela se arregló”, impulsada desde la robusta maquinaria comunicacional del Estado.
El papel del infociudadano
Gabriela Buada, insistió en que tanto periodistas como ciudadanos tienen las herramientas para documentar y visibilizar lo que sucede en el país.
“Nuestra profesión se ha transformado, los periodistas nos hemos convertido en un orientador del ciudadano. Muchas veces no podemos visibilizar algo, pero podemos orientar al infociudadano para hacerlo”, agregó.
Asimismo, insistió en la importancia de no solo tomar la foto y subir a redes sociales, sino también dejar memoria. Ante un hecho importante o una denuncia hay que registrar, tomar papel y lápiz, apuntar hora, lugar, fecha, qué y cómo sucedió y guardarlo.
En este aspecto, Arráiz también recordó que las redes sociales son una herramienta poderosa, pero deben ser usadas con responsabilidad de no especular y no inventar, “porque difundir información falsa afecta a todos”.
Destacó el papel del infociudadano para que cuente lo que pasa en su urbanización, en su barrio. A su juicio, esta es la mejor manera de hacer llegar el mensaje y que al momento de denunciar estos casos existan todos los soportes posibles.
“Hay que contar lo que está pasando, eso forma parte de la historia contemporánea de Venezuela”, comentó
Añadió que “cuando no documentamos no es que seamos cómplices es que aceptamos esas cosas”
Arráiz: “Es muy inhumano y muy cruel, siento que emocionalmente nos está afectando”
La periodista, relató lo angustiante que puede resultar no tener electricidad, internet y telefonía en situaciones de emergencia.
“Parece una bobadita pero el desasosiego nos afecta, emocional y psicológicamente nos afecta. No es que se me dañó el microondas, la plancha, es la crisis por miedo a que se nos dañen las cosas y reponer cuesta”, manifestó.
“Es muy inhumano y muy cruel, siento que emocionalmente nos está afectando”, aseguró.
Al respecto, Buada recordó el apagón nacional y las secuelas emocionales que dejó.
“Va más allá de se te fue la luz y lo resuelves después. Es una angustia, una desesperación, algo que no puedes resolver”, explicó.
Buada: “La crisis de Venezuela pareciera estar quedando en el olvido”
Para Lorena Arráiz, los venezolanos estamos “normalizando” el vivir con cortes de electricidad, racionamiento de agua, sin acceso al gas doméstico, entre otros problemas. Para la periodista mucha gente no sabe que “cuando no tiene agua o electricidad le están violando sus derechos”.
“No somos ciudadanos de segundo orden para tener estas migajas y estas miserias… Nos estamos acostumbrando a esto, no nos da tiempo para pensar porque cuando llega la luz tenemos que poner la lavadora o correr para lograr hacer cualquier otra cosa”, dijo.
Ante esta “normalización” insistió en la importancia de documentar a diario lo que sucede. “Yo hago visible la situación, los periodistas hacemos visible la situación, nosotros podemos”, añadió.
En este sentido, la directora de Caleidoscopio Humano lamentó que se trata de una situación que “todos vivimos” pero que pocos reflejan. Recordó los casos en que los apagones han cobrado la vida de personas, “estas muertes prevenibles no pueden quedar impunes”.
“Esa manera de normalizar para huir del problema es hacer parte de esa misma narrativa de Venezuela se arregló o mejoró. Nosotros mismos nos estamos acostumbrando, estamos invirtiendo en equipos de conectividad y cosas que nos pueden ayudar a, medio seguir, con nuestra cotidianidad y tener una vida digna”, resaltó.
Indicó, además, que con esta narrativa “la crisis de Venezuela pareciera estar quedando en el olvido”.
“Se tiene que seguir persistiendo y seguir siendo resilientes, transformándonos y construyendo ciudadanía. Esto no debería estar pasando, es un derecho humano que se nos está vulnerando. Hay que seguir visibilizando porque detrás de nosotros hay un montón de gente vulnerable que necesita que contemos lo que está sucediendo”, concluyó.
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