Servicios Públicos

Caleidoscopio Humano: Venezuela vive una profunda crisis de servicios públicos 

Desde el acceso a agua potable, pasando por la electricidad, la conectividad, el transporte público y el acceso a salud y educación, los venezolanos han tenido que hacer malabares para tener un mínimo de condiciones

Emmanuel Rivas

(31-05-2024) Desde hace más de una década, en Venezuela se vive una profunda crisis de servicios públicos que, junto a la inestabilidad económica y las vulneraciones a los derechos humanos, políticos y civiles, ha mermado la calidad de vida de las personas.

Así lo denunció Caleidoscopio Humano durante la presentación de su último informe temático “El declive de los servicios públicos en Venezuela: Crónica de un colapso anunciado”.

El documento presentado por Caleidoscopio Humano, es producto del monitoreo y documentación del proyecto MonitorDescaVe, del cual la organización es socia.

El informe fue presentado a través de la plataforma de Zoom, donde se llevó a cabo un conversatorio en el que participaron Adriana Teixeira, líder emergente del proyecto MonitorDescaVe; Carli Robles, activista LGBTIQ+ y la psicóloga Andreina Montilla. 

La actividad fue moderada por Stefanny Aguirre, abogada, parte del equipo de documentación de Caleidoscopio Humano y egresada de la segunda cohorte del diplomado en Documentación de Derechos Humanos de MonitorDescaVe.

“Contar con agua potable, aseo urbano, electricidad, telecomunicaciones, gas doméstico, transporte público, educación y salud, es lo normal en cualquier país, pues dignifica a las personas; los servicios públicos son inherentes a la calidad de vida. De ahí, el interés general y la exigencia de garantía y respeto”, enfatiza la organización en su informe.

Desde julio del 2023, Caleidoscopio Humano se ha dedicado a monitorear redes sociales y medios de comunicación para documentar denuncias de violaciones de derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA), que se enmarcan en la deficiencia y/o ausencia de los servicios públicos que el Estado venezolano ofrece; esto como una forma de visibilizar la difícil situación que se vive en el país.

Entre julio de 2023 y marzo de 2024, Caleidoscopio Humano documentó 1966 denuncias de violaciones a los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA); de los cuales, el 63 % (1083), corresponden a derechos sociales, que son los que se vinculan de manera directa con los servicios públicos. 

Pero, ¿Cómo afecta la ausencia de servicios públicos a los venezolanos? 

Para Andreina Montilla, la principal afectación es el deterioro de la salud mental.

“La salud mental se ve afectada si los servicios básicos no funcionan; sobre todo, la sensación de autoeficacia y de poder gestionar nuestras vidas y la toma de decisiones (…) las mujeres son más propensas a depresión y ansiedad, además de miedo; pues, ante la ausencia de servicios públicos, aumenta el riesgo a sufrir violencia de género”, destacó la especialista que también se desempeña como psicóloga en el Observatorio Venezolano de Violencia LGBTIQ+.

Sobre esto, Stefanny Aguirre agregó que la ausencia de servicios públicos como el agua, por ejemplo, afecta de manera diferenciada a las mujeres y niñas. 

“Las mujeres son quienes llevan el rol de cuidadoras dentro del hogar, y son ellas quienes deben abastecerse de agua. A esto se suma que, la falta de agua, profundiza la pobreza menstrual, un tema alarmante en Venezuela”, dijo Aguirre.

La psicóloga recomienda no dejar que la crisis de servicios públicos limite las actividades, oportunidades y acciones que puedas emprender para mejorar la calidad de vida y, por tanto, resguardar la salud mental.

La electricidad y el agua, el dolor de cabeza de los venezolanos

Entre julio 2023 y marzo 2024, Caleidoscopio Humano documentó 1088 denuncias vinculadas con la falta de electricidad. Este es, a juicio de los venezolanos, el servicio público más deficiente en el país.

En cuanto al servicio de agua potable, la organización documentó 322 denuncias en el mismo periodo de tiempo. 

Carli Robles es diseñadora gráfica, y como un importante número de personas en Venezuela, ha encontrado en el trabajo freelance, una oportunidad para desarrollar su profesión. 

Sin embargo, los cortes o fluctuaciones de electricidad, limitan su trabajo y la obligan a hacer uso de las horas que, en teoría, son de descanso, para poder cumplir con sus asignaciones.

Robles aún recuerda, con cierto temor, el apagón general de marzo de 2019. “Cuando se te va la luz, quedas como con la duda y el miedo de si va a regresar y en cuanto tiempo. Es uno de los tantos traumas que cargamos los venezolanos”, apuntó. 

Además de los cortes de electricidad y fluctuaciones, en el sector donde vive, no llega el agua por tubería de miércoles a domingo; es decir, solo tiene agua dos veces a la semana. 

Para poder asearse o realizar actividades de limpieza en su casa, debe salir a buscar el líquido en tobos, lo que implica perder tiempo valioso para su desarrollo personal y profesional.

“Hay una normalización de las vulneraciones a estos derechos”

Para el informe de servicios públicos, Caleidoscopio Humano realizó una serie de encuestas en las que consultó a las personas cómo evalúan servicios tan básicos como el acceso al agua potable. 

Muchas de estas personas señalaron “cierta mejoría”; pues, antes tenían 2 días a la semana agua y ahora tenían 3 o 4. 

Ante esto, Adriana Teixeira se siente identificada, señalando que “tenía tan normalizadas las fallas de servicios públicos en el sector donde vivo, que nunca pensé que tenía que documentar, denunciar y visibilizar la situación. Llegué a pasar hasta cuatro semanas sin agua, y ya lo veía como algo normal”.

Adriana Teixeira, quien también es activista neurodivergente, señala que estas personas también son afectadas por la ausencia de servicios públicos; pues, muchos de ellos deben llevar una rutina; la cual se ve alterada por la falta de agua, electricidad y de otros servicios de los que dependen para llevar una vida organizada, planificada y acorde a sus condiciones. 

“Muchos niños, niñas y adolescentes (NNA) neurodivergentes no pueden asistir a clases porque, debido a la falta de servicios, son suspendidas con bastante regularidad cada semana (…) estos NNA son propensos a sufrir colapsos sensoriales y emocionales si no hay un mínimo de garantías de estos servicios”, destacó. 

El informe de Caleidoscopio Humano está disponible en la web caleidohumano.org y, además de las fallas en el suministro eléctrico y de agua potable, abarca temas tan sensibles y cercanos como el transporte público, el aseo urbano, el gas doméstico, las comunicaciones, la salud y la educación. Descárgalo aquí.

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