Migrantes

Xenofobia, racismo, violencia y pobreza: dilemas de la migración venezolana

“Ves muertos, pasas hambre, te violan”, migrante venezolana, sobreviviente del Darién

Por Francisco González/Caleidoscopio Humano

(10-05-2023) La diáspora venezolana, cuya cifra de migrantes se estima a esta fecha en un número cercano a los siete millones, ha sido víctima de xenofobia, tráfico de personas y demás tratos crueles e inhumanos.

A principios del año 2022, la ruta “migratoria” de la selva del Darién se convirtió en un importante puente para el flujo migratorio venezolano, que pronto ocuparía la mayor parte del total de migrantes que transitan por dicha selva.

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El camino para llegar al Darién implica necesariamente atravesar buena parte de Colombia, país que, además, presenta la mayor cantidad de asesinatos de venezolanos.

Para llegar a la selva, los migrantes son expuestos a abusos de poder por parte de los transportistas de la zona, que cobran exuberantes sumas de dinero a cambio de trasladarlos hasta algún punto en medio de la selva, desde donde deben continuar su recorrido caminando.

El tránsito dentro de la selva es la peor parte de todo el trayecto

Son frecuentes las denuncias de secuestros, violaciones, robos a mano armada y violencia física por parte de grupos irregulares que hacen vida en la zona, ante las miradas silenciosas de Panamá y Colombia.

Una vez llegados a la civilización, los migrantes suelen enfrentarse a maltratos por parte de las autoridades migratorias panameñas, además de la xenofobia que se ha venido incrementando de manera exponencial en el país desde hace casi diez años.

Entre corrupción, favores pagados con sexo, vías alternas a las legales y demás alternativas, los migrantes son puestos en vehículos para continuar su recorrido.

La experiencia en el resto de Centroamérica no es mucho mejor

Al llegar a México, usualmente son deportados por las autoridades del país, frustrando así su meta de llegar a los Estados Unidos.

Los pocos migrantes que logran cruzar la frontera, de manera regular o irregular, se ven expuestos a nuevos ataques producto de la mencionada xenofobia, aunada a un profundo racismo institucional y un -cada vez más presente- sentimiento de supremacía blanca, que han pasado a convertirse en el pan diario de la sociedad americana.

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El pasado 7 de mayo, un grupo de migrantes, en su mayoría venezolanos, fueron arrollados por una camioneta en un aparente crimen de odio perpetrado por el ciudadano mexicano George Álvarez, que cuenta con una larga lista de antecedentes penales.

En definitiva, la opción de migrar hacia el norte es sumamente peligrosa, pero la ruta hacia el sur no es mucho mejor.

Chile y Perú, ambos destinos populares entre los venezolanos, han aumentado sus discursos de odio para con la migración venezolana, haciendo cada vez más difícil para ellos la vida en dichos países.

Mientras tanto, en Venezuela, la inflación impetuosa, sumada a un salario de apenas USD 5 mensuales, hacen la vida de los venezolanos sumamente complicada, tanto dentro como fuera de su país.

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