El exministro del Ambiente, Arnoldo José Gabaldón; el economista Ronald Balza y el ingeniero Joaquín Benítez señalaron que la transformación del modelo económico venezolano sólo será posible si el liderazgo político y social construye acuerdos para impulsar políticas y acciones que garanticen un desarrollo sostenible y diversificado. Llamaron a las universidades a impulsar el cambio desde lo educativo
(17-06-2024) En el marco de las IX Jornadas Ambientales UCAB 2024, celebradas los días 5 y 6 de junio en las sedes Montalbán y Guayana de la universidad, se llevó a cabo el coloquio «Superando el extractivismo: escenarios para la acción climática y el desarrollo sostenible».
Tres fueron los expertos convocados para el foro: el ingeniero Arnoldo José Gabaldón, primer ministro del Ambiente que tuvo Venezuela e individuo de número de la Academia Nacional de Ingeniería y Hábitat (ANIHVEN); el economista Ronald Balza, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UCAB, y el ingeniero Joaquín Benítez, director de Sustentabilidad Ambiental de la universidad y también individuo de número de la ANIHVEN.
En la tertulia -que fue moderada por la periodista y directora de Comunicaciones de la UCAB, Tamara Slusnys, y contó con la intervención del vicerrector académico, José Francisco Juárez– los ponentes reflexionaron, desde sus áreas de experticia, sobre la viabilidad de la sostenibilidad en Venezuela, el papel de las instituciones educativas en el cambio de paradigma, el rol de la ciudadanía y el futuro del país en medio de la transición energética global.
También destacaron la urgencia de adoptar nuevas políticas y prácticas que promuevan una gestión ambiental responsable y sostenible, así como la colaboración entre diversos actores para lograr estos objetivos.
Liderazgo consciente y cambio cultural
En su intervención, Arnoldo José Gabaldón enfatizó que, para que Venezuela logre recuperar un crecimiento económico sostenible, es «imperativo» abandonar el sistema que ha prevalecido hasta ahora y transitar hacia un modelo económico más diversificado «que supere la dependencia de la extracción de hidrocarburos y algunos productos mineros».
Declaró que esto depende directamente de «la voluntad política» de los responsables de la toma de decisiones. «Así se conseguirán los recursos y los métodos viables para estos cambios necesarios».
En este sentido, el académico destacó la importancia de los liderazgos políticos y sociales para viabilizar el proceso. Llamó a la conciencia de la dirigencia venezolana de cara a los próximos años y una eventual transición.
«La sociedad mundial está en una disyuntiva sobre el valor que se le dé a la sustentabilidad. El caso de Venezuela es un caso difícil, porque depende de un liderazgo inteligente, con sentido ético de las propuestas del país, que se aleje del populismo, para que pueda ver las consecuencias sociales y ambientales del modelo extractivista. Yo pienso que si aquí se impulsa el cambio político que se desea, el gobierno que se instaure debe tener un programa de políticas públicas enfocadas en cambios en los objetivos de vida y en los modelos de producción», puntualizó.
Gabaldón agregó que la transformación también pasa por modificar el pensamiento y cultura imperantes en la sociedad. Consideró fundamental el papel de las universidades.
«Las universidades tienen un rol fundamental de preparar práctica y psicológicamente en la forma y hábitos de los jóvenes. Una transformación a fondo requiere de cambios culturales y esto se logra través de la educación formal. En eso no estamos solos en Venezuela, es un problema que se presenta en todos los países. Todos los programas universitarios deben someterse a un análisis para que se genere un cambio profundo en el país», dijo.
Gobernanza ambiental: la necesidad de institucionalidad y reglas de juego
El director de Sustentabilidad Ambiental de la UCAB, Joaquín Benítez, centro su intervención en la necesidad de construir un marco institucional sólido que combine una alta regulación con una fuerte inclinación hacia la sostenibilidad, lo que permitiría un tránsito más responsable hacia modelos de producción más respetuosos con el medio ambiente.
«La destrucción del ambiente no va a la par con la utilización de los recursos en el país, como podría ser el caso de la generación hidroeléctrica. Por ejemplo, cuando vemos lo que está pasando al sur de Venezuela con la explotación minera, entendemos que esta actividad destruye e inhabilita el espacio donde se extraen los recursos, dejándolos inhabilitados para otras actividades», dijo.
También comentó que existen oportunidades para construir programas de gobernanza ambiental que permitan a instituciones comunes definir pasos a seguir hacia un desarrollo sostenible en el país.
Sin embargo, para lograr esto, «se requiere una institucionalidad, madurez política y una conciencia que tenemos que luchar por alcanzar», declaró el ingeniero agrónomo y consultor ambiental.
Benítez también expresó sus apreciaciones sobre el papel de la ciudadanía como motor partícipe de las acciones clave en materia de sostenibilidad y medio ambiente. Habló de un trabajo profundo, donde la ciudadanía sienta la responsabilidad de tomar acciones. Sin embargo, recalcó que es fundamental que otros actores involucrados en el proceso cumplan con sus deberes y responsabilidades, permitiendo que el ciudadano ejerza su rol.
«Por ejemplo, para Venezuela el tema del reciclaje necesita de un gran espacio comunicacional, pero en otras parte del mundo el reciclaje es algo cotidiano, donde las alcaldías posicionan sus equipos y hay normas que lo rigen. De manera que, para que ciudadanía sostenible sea una realidad, es muy importante esfuerzo que se haga desde el Estado», destacó.
Acuerdos para la transformación sustentable
Como economista y académico, Ronald Balza indicó que, si bien la explotación de recursos naturales es necesaria para obtener energía, la producción petrolera y de gas en Venezuela ha sido ineficiente hasta ahora, lo que ha tenido graves consecuencias sobre la sostenibilidad: ha reducido los ingresos monetarios, ha dañado el medio ambiente y ha vulnerado los derechos humanos relacionados con la explotación de recursos.
También mencionó que, aunque en la historia de Venezuela el uso de los recursos petroleros generó buenos resultados económicos, el enfoque rentista llevó a una disyuntiva entre la productividad y la economía diversificada. Como ejemplo de esto, señaló que «a pesar del avance tecnológico que pueda haber, no hay un aprovechamiento de ello en el territorio venezolano».
Balza coincidió con Gabaldón en el rol que tienen las universidades para abrir espacios de diálogo y crítica sobre este tema. Dijo que las instituciones académicas deben liderar la reflexión sobre la necesidad de transitar hacia sistemas más sostenibles e inclusivos.
También se pronunció sobre el papel que deben jugar quienes detentan posiciones de poder para guiar el cambio de paradigma, por lo que subrayó la necesidad de «crear consenso» entre diversos actores. Dijo que la construcción de acuerdos mínimos permitiría proponer diferentes tipos de soluciones tecnológicas y organizacionales, y generar nuevas ideas y enfoques para la transformación del modelo extractivista.
«La clave es el cómo se discuten estos temas para buscar soluciones y cómo podemos apoyarnos en los conocimientos de otras partes del mundo para encontrar las respuestas. Debemos salir de este estancamiento, donde estamos aislados de los nuevos conocimientos. En estos tiempos tenemos que aprovechar todo lo que se ha descubierto hasta el momento y las nuevas tecnologías», insistió.
Jornadas ambientales UCAB 2024: reflexiones e investigaciones por un futuro mejor
Las Jornadas Ambientales UCAB 2024 reunieron a más de una treintena de expositores, entre investigadores, profesores y estudiantes de varias casas de estudio, además de representantes de organizaciones no gubernamentales.
Durante dos días, los ponentes compartieron investigaciones y experiencias sobre la realidad del extractivismo y las oportunidades para superarlo en el país.
Durante los dos días de las jornadas, los temas abordados incluyeron agroforestería y silvopastoreo, finanzas sostenibles, economía circular, extractivismo y comunidades indígenas, educación ambiental, huella de carbono de la industria del aluminio, protección de derechos humanos, arquitectura sostenible, comunicación ambiental, adecuación de aguas de servicio agrícola y sistemas eléctricos híbridos, entre otros.
Además, en la sede Guayana de la universidad se efectuó un foro, con un panel de expertos, titulado «Guayana como escenario potencial para impulsar el Desarrollo Sostenible en Venezuela».
El vicerrector académico, José Francisco Juárez, destacó la relevancia de los tópicos tratados. También manifestó que el ámbito universitario es espacio ideal para discutir temas de interés público como estos.
«El propósito general de la Compañía de Jesús está en incidir en aquellas áreas en las cuales debemos trabajar como instituciones que se preocupan por el planeta. Y uno de los temas que están presentes en las prioridades apostólicas, es la colaboración en el cuidado de la Casa Común», señaló.