Susana Raffalli: “El consumo de proteínas disminuyó casi 80% en Venezuela”

Correo del Caroní

Según la Encovi 2021-2022, el 94,2% de los venezolanos es pobre de ingreso, es decir no tiene el salario para adquirir una canasta alimentaria familiar.


(26-04-2022). Susana Raffalli, nutricionista, especialista en seguridad alimentaria e investigadora de Cáritas de Venezuela, manifestó en una entrevista publicada el 19 de marzo por el portal elestimulo.com, que el consumo de proteínas en el país había disminuido 80% desde el año 2012.

“El propio gobierno lo ha reconocido y ha hecho sus programas de Combo Proteico. Pero verdaderamente eso se puede investigar en el Instituto Venezolano de la Carne. Ha habido una disminución brutal del consumo de proteínas, casi del 80%. Hay niños que llegan a los 2 años y no han probado un pedacito de pollo o carne. Entonces, el consumo de proteínas de alto valor biológico, que son las carnes animales, ha bajado mucho. La que más nos preocupa es la carne roja, porque no solo es fuente de proteínas, sino de hierro, y eso explica los altísimos niveles de anemia que se están registrando”, fueron las declaraciones textuales de la especialista.

El equipo de Cotejo.info, corroboró mediante fuentes documentales y a través de entrevistas a miembros de la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga), la Asociación Venezolana de Agricultura Familiar (AVAF), la Red Agroalimentaria de Venezuela (Red AAV) y el Observatorio Venezolano de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Ovsan), que tal afirmación es verdad. Los datos que manejan estos voceros coinciden y respaldan los de Raffalli.

Luis Prado, vicepresidente de Fedenaga, manifestó a este medio que el consumo promedio de carne en Venezuela es actualmente de 8 kilos 500 gramos por persona al año, eso representa un poco más de 700 gramos de carne molida al mes.

En la década de los años 90 se estimaba que cada venezolano consumía 24 kilos per cápita de carne roja, según Prado. Significa que Fedenaga estima que la caída del consumo de carne bovina “en revolución” ha sido del 64,5%.

“La producción ha bajado, pero la caída del consumo no depende de la oferta de carne, porque la producción ganadera abastece más del 90% de la demanda nacional. El problema es macroeconómico, los venezolanos no tienen el poder adquisitivo para comprar carne”, expresó el segundo al mando de Fedenaga, resaltando que el consumo de Venezuela está muy por debajo del consumo promedio mundial, que según un informe de Perspectivas Alimentarias publicado en julio de 2018 por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) era de 43,9 kilogramos al año.

Según la Encuesta Condiciones de Vida (Encovi) 2021, desarrollada por la UCAB, UCV y USB, el 94,2% de los venezolanos es pobre de ingreso, eso quiere decir que no tienen el salario mensual necesario para adquirir una canasta alimentaria familiar, que según el Cendas, en febrero se ubicó en 454,93 dólares. Con el sueldo mínimo decretado por Nicolás Maduro de aproximadamente 30 dólares, una persona no adquiere ni el 10% de esa canasta.

Luis Prado afirma además que el precio del kilogramo de carne en un comercio del país ronda los cinco dólares y que el kilo a puerta de corral es pagado a 1,20 centavos de dólar. “Es el más barato del hemisferio”, asegura.

Es tanta la disponibilidad de carne en Venezuela para el exiguo consumo que existe, que en 2021 ganaderos nacionales exportaron hacia Irak, Líbano, Egipto y Rusia, la cantidad de 300 mil cabezas de ganado, de acuerdo con declaraciones emitidas por Armando Chacín, presidente de Fedenaga, publicadas por el diario La Prensa de Lara.

Hambre en los hogares

Marianella Herrera, médico nutricionista e investigadora del Observatorio Venezolano de Seguridad Alimentaria y Nutrición, sostiene que la disminución del consumo de proteína en Venezuela es total.

“Los hogares urbanos que no consumen nunca carnes de ningún tipo son el 38,6%. Huevos el 38%, pescados no consumen el 86,3%, vísceras no se consumen en el 92,8% de los hogares. Por supuesto, esto hace que la eficiencia de la calidad proteica disminuya, porque realmente, a pesar de que se puede mejorar el aporte proteico con la proteína de origen vegetal, la proteína de origen animal es mucho más eficiente en términos de valor biológico”, expresó a Cotejo.info.

Sostiene que la población ha tenido que estar sujeta a una “dieta de supervivencia”, basada en maíz, arroz, grasa, leguminosas, en pequeñas cantidades.

“Las leguminosas no son malas, lo malo es comer todo el tiempo un mismo alimento. Por ejemplo, vas a comer huevos, sí, pero que tú comas sólo huevos y no comas otro tipo de alimentos eso es lo que está mal. Las dietas tienen que ser equilibradas, variadas y suficientes”, recalcó.

Esta situación ha hecho que el 30% de los niños en Venezuela en edad escolar, es decir, de cero a cinco años, hoy estén en un rango de desnutrición crónica.

“Tanto Cáritas, la Fundación Bengoa como el Observatorio Venezolano de Seguridad Alimentaria y Nutrición, que hacemos seguimiento, no logramos ver cifras menores al 30% en desnutrición crónica. Esto quiere decir que hay retardo de crecimiento al inicio de la vida y, además, que se está manteniendo cuando el niño ya deja de ser un niño preescolar y pasa a la edad escolar”, exclamó.

Espejismo económico

Rodrigo Agudo, director de la Red Agroalimentaria de Venezuela, declaró a este medio que en el país, desde 2020 el Gobierno nacional ha eliminado los controles para la importación de productos terminados, pero actualmente hay una falsa ilusión de abastecimiento porque han aparecido comercios como los bodegones o supermercados con sus anaqueles full de alimentos, pero son productos que sólo puede pagar 10% de la población, el resto no tiene el poder adquisitivo para hacerlo.

“Una cosa es que haya disponibilidad de productos, pero el poder adquisitivo del venezolano es tan bajo que el acceso a esos productos es muy complicado… Para que haya seguridad alimentaria el Estado debe garantizar el abastecimiento de alimentos a la población, el acceso a esos productos y la calidad”, recalcó.

Apuntó que muchos de los productos que están llegando importados al país son marcas que son imitaciones o que no tienen un registro sanitario.

“Todo lo que brilla no es oro. Solo 10% de la población tiene acceso a las mejoras económicas de las que habla el gobierno, pero es un maquillaje de la economía porque el gobierno eliminó una serie de restricciones y hay un proceso desbordado de importaciones que además mucho de lo que usted compra es imitación, no aportan los requerimientos nutricionales”, comunicó.

“El problema es que ahora hay alimentos, los supermercados están llenos, no como años atrás (2014 a 2019) que había escasez de alimentos, entonces podían tener el dinero para comprarlo pero no podían comprar porque no había el producto. Ahora el problema es exactamente lo contrario. El problema que refieren como principal las familias venezolanas es que hay alimentos pero no pueden acceder a ellos porque no tienen el dinero suficiente. Entonces ese es el principal problema y bueno después de ahí vemos las constantes quejas en los estudios cualitativos que se han realizado, gente que refiere que de su caja CLAP vienen alimentos en malas condiciones”, destacó Herrera.

Alarma sobre cifras

Las cifras que maneja la Asociación Venezolana de Agricultura Familiar muestran un drama social aún mayor. Juan Carlos Montesinos, presidente de este gremio, ubica el consumo per cápita de carne en 1,8 kilogramos.

“Venezuela, de tener un consumo de 280 huevos per cápita, ahora tiene entre 30 y 40 huevos por habitante al año. El 70% de los venezolanos no está consumiendo proteína animal, ahí incluimos res, pollo, huevos, cerdo, pescado”, expresó.

Indicó que en 2021 el único rubro que tuvo un repunte de producción alimentaria fue el maíz, tanto blanco como amarillo.

“En 2020 se sembraron 80 mil hectáreas de maíz, en 2021 pasamos a 200 mil hectáreas, proyectamos que en 2022 lleguemos a 300 mil hectáreas sembradas”, apuntó haciendo énfasis en que esta producción aumentó por el músculo financiero de las propias asociaciones de productores del sector privado y por el financiamiento que suministró la agroindustria, porque la cartera agrícola en las entidades financieras del país todavía no se ha reactivado.

En cuanto al consumo de leche, Carlos Odoardo Albornoz, presidente del Instituto Venezolano de la Leche y la Carne (Invelecar), indicó a Cotejo.info que el consumo promedio de leche en Venezuela son 65 litros per cápita, cuando la FAO recomienda 120 litros al año por persona.

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