Venezuela, que alguna vez fue modelo de educación en América Latina, hoy ve cómo su sistema escolar se desploma frente a la indiferencia del Estado
(05-02-2025) Para nadie es un secreto que el sistema educativo venezolano atraviesa una de sus peores crisis. La constante violación de derechos básicos, la migración masiva y la falta de inversión en el sector educativo están transformando las aulas en espacios donde la enseñanza se ve comprometida.
Docentes que deben tener dos, tres o cuatro empleos para poder llegar a fin de mes; alumnos con malnutrición o que deben retirarse de las aulas para trabajar y ayudar a sus familias ante la situación precaria que viven; personas con discapacidades físicas o intelectuales que son excluidas por falta de adecuaciones; infraestructuras obsoletas, descuidadas o destruidas; universidades sin presupuesto para la investigación; y amenazas, represión y hasta cárcel para quien se queje; esta es la realidad del sistema educativo venezolano.
El Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM) calculó en agosto de 2024 que el salario promedio de un docente al mes es de unos 21 dólares al cambio oficial, insuficiente para cubrir el gasto de la canasta básica alimentaria.
Además, distintas investigaciones apuntan a que de los 11 millones de niños, niñas y adolescentes en Venezuela, solo 6.5 millones están matriculados en centros educativos, lo que evidencia una alta tasa de deserción escolar en el país.
Cabe destacar que en el país, la falta de información oficial actualizada dificulta determinar con exactitud el número de niños que no asisten a la escuela.
Es innegable que la Emergencia Humanitaria Compleja sigue afectando e impactando directamente en la formación pedagógica de los estudiantes venezolanos.
Tanto las escuelas públicas como las privadas carecen de las competencias mínimas en áreas claves como matemáticas y comprensión lectora; esto no solo les resta oportunidades a los jóvenes, sino que profundiza las desigualdades y la pobreza.
Situación que no es distinta para las universidades públicas venezolanas, líderes internacionales en investigación, que hoy ven sus actividades reducidas debido a que el presupuesto asignado no es suficiente.
“¿Con el sueldo que gano hoy qué puedo comprar? Una harina…”
Daniela*, docente del estado Guárico con 22 años de experiencia, quien pidió que su verdadero nombre fuese resguardado; al comparar su situación económica actual con la de sus primeros años en la docencia, resalta que “tuvo el privilegio” de comprar su casa, gracias a los créditos del Ipasme y que los descuentos de dicho préstamo no le “afectaban el bolsillo” porque “en ese tiempo se podía vivir tranquilo con un sueldo de maestro”.
“No estábamos en apuros, no estábamos preocupados por el dinero, con decirte que yo cobraba y aún tenía de la quincena anterior”, dijo.
“¿Con el sueldo que gano hoy qué puedo comprar? Una harina, un pedazo de queso, un aceite, lo básico… Bueno, ni lo básico, porque ni la cesta básica se puede comprar con ese sueldo que tenemos (…) No nos alcanza ni para un par de zapatos, no contamos con HCM ni ningún seguro; antes sí lo teníamos”, agregó.
En lo referente a la calidad de la educación, Daniela* aseguró que la educación de antes estaba más centrada en que el estudiante aprendiera lo básico que debe atender en áreas como lenguaje, matemáticas y ciencias… pero ahora el estudiante es afectado por diferentes actividades fuera de lo pedagógico y allí pierde un poco de tiempo para su educación.
Como Daniela*, docentes y otros trabajadores de la educación en Venezuela continúan a la espera de que el gobierno discuta con los representantes sindicales las peticiones sobre salarios y otros beneficios laborales que llevan años exigiendo.
“Estamos esperando respuesta del ministro del Trabajo para que interceda con el Ministerio de Educación y así podernos sentar en una mesa de discusión a conversar; a tratar de mejorar la calidad educativa que en estos momentos está por el piso y que todavía tenemos educadores que queremos seguir trabajando y rescatando la educación”, explicó Edgar Machado, presidente del Sindicato Venezolano de Maestros del Distrito Capital, a Efecto Cocuyo en enero de 2025.
De enero a diciembre de 2024, el equipo de documentación de Caleidoscopio Humano registró un total de 226 denuncias a escala nacional, de venezolanos exigiendo educación de calidad y sueldos y salarios que permitan vivir con dignidad.
Solo en mayo, se documentaron 75 denuncias relacionadas con vulneraciones al derecho a la educación y el derecho a sueldos y salarios dignos, seguido por el mes de octubre, donde se documentaron un total de 46 denuncias.
Migración y deserción
La remuneración que perciben los docentes por su trabajo no les permite cubrir sus necesidades más básicas. La pérdida de poder adquisitivo los ha obligado a dejar de impartir clases para dedicarse a otras actividades en la economía informal o a migrar.
De acuerdo con la Federación Venezolana de Maestros (FVM), cerca del 74 % del personal docente estuvo ausente durante el cierre del año escolar anterior, esto debido, principalmente, a la migración y al abandono de la profesión.
La deserción de educadores obligó a que el Ministerio de Educación llamara —a pocos días de iniciarse el nuevo año escolar— a los docentes jubilados a las aulas (invitándolos a perder sus derechos de jubilación).
De acuerdo con un estudio presentado por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), el país requiere más de 256 mil docentes para cubrir el déficit existente.
Considerando que la educación es un derecho que ha sido consagrado en el Artículo 26 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, esta crisis educativa viola los DDHH tanto de los docentes como de los estudiantes y pone en riesgo el futuro de las nuevas generaciones.
Desde Caleidoscopio Humano y el proyecto MonitorDESCAVe hemos venido documentando, denunciando y visibilizando las vulneraciones que impiden que niños, niñas y adolescentes puedan acceder al derecho a la educación de calidad en Venezuela.
Es por ello que, en noviembre de 2023, publicamos nuestro informe temático e informativo Educación en crisis: retos y desafíos en el acceso a la educación en Venezuela, difundiendo los retos que el Estado, como garante de este derecho, no está cumpliendo.
Hoy, la situación sigue siendo la misma que la denunciada, hace más de un año por Caleidoscopio Humano y MonitorDescaVe; nada cambió.