Agricultores de Mérida rechazan la persecución que desde el Ministerio Público se ha emprendido contra productores que, ante la falta de combustible en la entidad, se ven obligados a dejar perder sus cosechas o, simplemente, desecharlas
Emmanuel Rivas/Caleidoscopio Humano
(20-06-2023) La jornada en el campo empieza antes que el sol deje ver sus primeros rayos. Llevar en la espalda parte de la producción de alimentos de todo un país, no es tarea sencilla. Mucho menos cuando la crisis económica y social ha dejado estragos en todos, grandes, medianos y pequeños productores.
Los agricultores y productores de Venezuela, tienen una rutina diaria que involucra un arduo trabajo en el campo, cuidado de los cultivos y de la tierra trabajada; así como también la cría de animales, pero ahora se suma la escasez de gasolina que los ha llevado a dedicar gran parte de sus horas de trabajo, a la búsqueda del combustible necesario.
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Mérida es uno de los mayores productores de verduras y hortalizas del país. Rubros como la papa, la zanahoria y el ajo, son producidos -en su mayoría- en los municipios del páramo: Rangel (Mucuchíes), Pueblo Llano y Cardenal Quintero (Santo Domingo), mientras que, lechuga, brócoli, coliflor, ajo porro y algunas frutas, se producen en el municipio Miranda (Timotes) y otros municipios de la entidad como Rivas Dávila (Bailadores) y Guaraque.
Son precisamente estos municipios donde la escasez de combustible se ha profundizado en los últimos años.
Esta escasez de gasolina afecta todo el proceso de producción, asegura Juan Carlos Gil, un pequeño productor de papa del municipio Rangel.
Juan Carlos señala que la gasolina es tan indispensable como la misma semilla, pues «si no tenemos combustible, no podemos transportar el abono que utilizamos, no se puede fumigar con el motor y tampoco, una vez que se coseche, no podemos movilizarnos, ni siquiera, a los mercados locales».
«Nos ha tocado muy fuerte este año porque, además, no es solo el tema de la gasolina, es que los agroquímicos están muy caros y una vez arrancamos, no logramos cubrir los gastos de producción y tampoco, los de los obreros que nos ayudan», señaló.
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Una visión muy similar es la que tiene José Albarrán, quien, junto con su familia, tiene varios sembradíos de ajo, papa y zanahoria los cuales, se convierten en su única esperanza para sacar adelante a sus familias.
«Este año ha sido de perdida, entre que no tenemos gasolina para trabajar y el clima que generó que gran parte de la papa sembrada, se perdiera, estamos prácticamente, dejando todo el capital de la familia en la tierra», lamentó.
Albarrán también hizo referencia a la detención de un productor del municipio Pueblo Llano por deshacerse de su cosecha ante la imposibilidad de trasladarla a los mercados.
«El fiscal general no tiene la mínima idea de la situación que vivimos a diario los agricultores, las humillaciones a las que estamos sometidos por exigir que se nos despache uno litros más de combustible para poder trabajar. Es una lucha diaria por seguir apostando al país y a la producción local pero nos sentimos abandonados y ahora perseguidos por el Estado que es quien debería crear las condiciones para que toda esta situación mejore y evitar episodio tan lamentables como los que se han visto por videos en redes sociales», dijo.
La CONFEPAPA exige inmediata liberación del productor merideño
Además de la escasez de combustible, otro aspecto que está llevando a la quiebra a los productores venezolanos, es la competencia desleal. Así lo señaló Abraham Hayon, alcalde del municipio Rangel de Mérida y presidente de la Confederación de Productores de Papa de Venezuela (CONFEPAPA).
«Desde Confepapa hemos denunciado lo que está afectando a la mayoría de los sectores, que es la escasez de combustible que está golpeando tanto a la producción como a la distribución de rubros agrícolas», aseguró Hayon; agregando además que la «competencia desleal» que se viene presentando desde Colombia con el contrabando de papas y otros rubros agrícolas, está dejando a los productores venezolanos al borde del colapso.
«Es a ese contrabando al que el ministerio público tiene que meterle la lupa porque está entrando al país cualquier cantidad de productos que no cumplen con registros sanitarios, que no pagan los aranceles correspondientes y que, además, vienen sin ningún tipo de dificultad, pues, mientras en Venezuela apenas se llega a 7.000 hectáreas de papa sembradas, en Colombia superan las 200.000 hectáreas y no enfrentan dificultades con el combustible para entrar y salir del país», señaló el presidente de la CONFEPAPA.
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Hayon, además aseguró que «desde Colombia nos mandan el excedente de las papas que cosechan, las cuales son de mala calidad y no compiten con la venezolana; sin embargo, la dificultad de distribución por la escasez de combustible dificulta que el producto nacional pueda llegar a los mercados»
Con relación a la detención del productor Ysnet Antonio Rodriguez Mambel, a quien el Ministerio Público le está imputando cargos por presunto «boicot económico»; Yaneth Paredes, productora agrícola de Pueblo Llano y parte de la directiva de la CONFEPAPA, aseguró que esta no es más que otra injusticia en contra de quienes todos los días trabajan para seguir adelante en un país en crisis.
«Efectivamente hay muchos videos que demuestran la grave situación que atravesamos los productores con la escasez de gasolina. En el caso del Ysnet, la zanahoria que él estaba desechando, es de tercer grado; lo que en la jerga agrícola se conoce como ‘tuche’. Esta es una zanahoria que se le da a los animales para su consumo, pues no es apta para la ingesta humana (…) esa fue la zanahoria por la cual hoy nuestro compañero, amigo y vecino está injustamente detenido», destacó Paredes.
Explicó la productora agrícola, que esta zanahoria no puede ser donada a instituciones educativas, tampoco a hospitales ni a otras instituciones, pues, por tratarse de un tubérculo de descarte, su durabilidad no supera los 2 o 3 días y, dejarla en el terreno, implica que al momento de descomponerse, generará hongos que afectarán a las siembras futuras.
«En el video que está circulando y por el cual detienen a Ysnet, no hay delito alguno, pues se trata de un producto que no va a ser consumido; además, tampoco se está atentando contra el medio ambiente pues se trata de un producto orgánico y, en todo caso, si se tratase de un producto que se pudiera consumir, no hay gasolina para que el productor lleve su cosecha para los mercados, mucho menos va a haber combustible para sacar los rubros a otros lugares donde se pudieran donar», enfatizó.
Paredes aseguró que desde las organizaciones agrícolas, incluyendo la CONFEPAPA, exigirán de manera categórica que el productor detenido sea puesto en libertad de manera inmediata y que, además, desde el Estado se creen las políticas correspondientes para garantizar que los agricultores y productores sean despachados con el combustible suficiente para poder trabajar y evitar que sus cosechas y el fruto de meses de trabajo, termine convirtiéndose, como en este caso, en un motivo de persecución, hostigamiento y cárcel.
Aunque, en este caso, la zanahoria era de descarte, son muchas las cosechas con productos de primera calidad, que se pierden ante la dificultad que se le presenta a los productores a la hora de movilizarse a los mercados regionales y nacional.
La falta de combustible en Venezuela no es algo nuevo, desde hace años toda la población sufre las consecuencias de la falta de mantenimiento, la corrupción; así como de la ausencia de políticas de acompañamientos que incentiven y garanticen la producción agrícola nacional que, a su vez, lleven a garantizar otros derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA).
