Discapacidad

Personas con discapacidad sufren embates del racionamiento eléctrico en Barinas

Los cortes de electricidad, sobre todos los que ocurren durante la madrugada, hacen mella en quienes tienen alguna discapacidad en Barinas. Instan a Corpoelec a tomar medidas que califican como “más humanas” a la hora de realizar los corte

Crónica Uno

(09-12-2023) El tema del racionamiento eléctrico y las olas de calor, que oscilan cerca de los 40° centígrados, ha sido difícil de aguantar para los barineses. La locutora, Thays Álvarez, afirma que Barinas es un estado en el que “la electricidad la suspenden a cualquier hora del día”.

Los racionamientos ocurren sin determinar los sectores en los que viven los barineses, qué enfermedades padecen y mucho menos cuántos niños o adultos mayores residen en la zona, el servicio eléctrico falla sin distinción alguna.

El último informe del Observatorio Venezolano de los Servicios Públicos data de junio de 2020, en ese período se evaluaron entre otras variables, la frecuencia en la suspensión del servicio. En 2023, el problema se ha acentuado en varios estados del país entre ellos, Barinas.

Soy cuadrapléjica y no puedo estar pasando a la silla permanentemente porque no tengo fuerza en los brazos, el calor me agobia de tal manera que siento asfixia, el aire ya no enfría, sino que se siente más caliente por el mismo calor que hace en Barinas”, dijo Thays Álvarez.

Los horarios de racionamiento pueden variar, a veces de 11 a 3:00 p.m, de 7 a 11:00 pm o de 11:00 pm a 3:00 am, que para los barineses suele ser el más cruel. En las últimas dos semanas, han comenzado a variar a dos horas, pero muy esporádicamente.

“Yo al principio también me desesperaba, con ataques de ansiedad, ahora me pongo a escuchar música instrumental hasta que nos ponen la luz, si es en la noche, me acuesto a dormir, olvidarse no es fácil, ahora no reviso los horarios de corte, me acuerdo de mi papá cuando decía que buscara la manera de equilibrar el cuerpo”, contó Daniela Rivero, persona con discapacidad, también en silla de ruedas.

Tanto Thays como Daniela, suelen ponerse pañitos de agua tibia en sus cuellos, en sus extremidades como una manera de aliviar el calor.

Yo me pongo de ambos lados del cuerpo, esto es insostenible, desagradable, un ser humano puede aguantar dos horas, pero cuatro sin electricidad es torturante, tanto para una persona con discapacidad como para cualquier otra”, dijeron.

Álvarez refiere especialmente, “la falta de conciencia y de consideración con estos prolongados cortes deben buscar medidas más idóneas y humanistas”.

Hospital salvado

Virginia Sarmiento, presidente del Colegio de Médicos del estado Barinas, indicó que en lo que concierne al Hospital Luis Razetti, los racionamientos no se dan como en otras partes del municipio Barinas. Aunque hace pocos días ocurrió un apagón que duró apenas una hora, dijo.

Sarmiento manifestó que el racionamiento eléctrico probablemente se implemente en otros centros de salud como ambulatorios, por ejemplo, aunque desconoce el horario o la regularidad con que se aplicará.

Los racionamientos eléctricos también tienen su impacto en la población barinesa, para cualquiera que deba acercarse a realizar alguna diligencia en alguna entidad bancaria o cualquier oficina o local, según la emergencia del solicitante.

Es el caso del señor Pedro González, quien se encontró con una protesta de los locatarios y empleados del Centro Comercial Cima, el pasado 27 de noviembre, visiblemente molestos por la suspensión del servicio en el horario entre 11:00 a.m y 4:00 p.m y su impacto en los niveles de venta.

Ese día la protesta se dirigió hasta la avenida adyacente al centro comercial hasta que se hizo presente una comisión de la Policía del estado Barinas, para conversar con los manifestantes para conocer la causa de la protesta.

Yo vengo de La Concordia, tuve que agarrar dos busetas para llegar aquí, tenía que ir al Banco de Venezuela, ya perdí el viaje”, expresó el sexagenario.

En el caso de Thays Álvarez, ya son dos veces que se encuentra con varios de los locales cerrados, cuando no hay electricidad en el centro comercial.

“Ya he perdido dos veces el viaje, te imaginaras con este sol, me tuve que venir rodando, con estas temperaturas que uno llega achicharrado, aparte de eso los Uber te están cobrando 3,5 dólares”.

La también profesora, solicitó que las medidas implementadas sean más humanistas y empáticas, que se pongan en el zapato de los demás.

“Muchos se pueden ir a otros lugares mientras llega la luz o se van a caminar. “Las personas con limitación motora se deben quedar donde están y sufrir los embates del clima, hasta que el Señor lo permita. Es una falta de sensibilidad y conocimiento para los demás seres humanos”, sostuvo.

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