En Suramérica son Venezuela, Ecuador y Bolivia los países donde mayor subalimentación se registra
Emmanuel Rivas/Caleidoscopio Humano
(20-01-2022) Varias agencias de la Organización de Naciones Unidas (ONU) presentaron, el pasado miércoles 18 de enero, el informe «Panorama regional de la seguridad alimentaria y nutricional de América Latina 2022» que muestra, entre otras cosas, la dificultad de las personas para acceder a alimentos en los países de la región.
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En el caso de Venezuela, de acuerdo con los datos publicados de manera conjunta por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO); el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA); la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS); el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Programa Mundial de Alimentos, son cerca de 6,5 millones de personas que pasan hambre en el país.
“En Sudamérica, Venezuela tuvo la mayor prevalencia de subalimentación (22,9%), que en números absolutos equivale a 6,5 millones de personas”, destaca el informe que, además, denuncia que, al menos, el 4,1 % de los niños y niñas en Venezuela, sufren desnutrición aguda.
El informe presentado por las agencias de la ONU, destacó que “el hambre aumentó significativamente en Venezuela, en 18,4 puntos porcentuales, es decir, 5 millones más de personas con hambre entre los períodos 2013-2015 y 2019-2021″.
Mayor desigualdad
Suramérica es la región más desigual del mundo, registrando el costo más alto de una dieta saludable a escala global, esto de acuerdo con el último informe de la FAO.
Venezuela ocupa el primer lugar en subalimentación (22,9 %), seguida por Ecuador (15,4 %) y Bolivia (13,9 %). En Colombia, Paraguay, Perú y Surinam superó el 8 %.
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Estas cifras destacan que más de 56 millones de personas pasan hambre en la región. 30,5 % más que antes de la pandemia.
Desde Caleidoscopio Humano venimos denunciando la grave crisis alimenticia que se vive en Venezuela, donde, a pesar de una supuesta mejoría económica, la profundización de la desigualdad, impide que las personas puedan tener una alimentación adecuada, siendo el Estado responsable directo de esta situación al no crear políticas orientadas a mejorar y dignificar a los venezolanos y venezolanas.
