En el municipio Benítez del estado Sucre confluyen cinco comunidades indígenas cuya calidad de vida se deteriora por problemas alimentarios y de salud, entre otros padecimiento
(28-10-2024) La falta de garantía del derecho a la salud se mantiene como la principal calamidad en la comunidad indígena waraos que habita en el municipio Benítez del estado Sucre.
La jurisdicción es reconocida como el territorio más grande de los 15 municipios de la entidad con 2733 km². Sin embargo, no cuenta con médico para garantizar atención permanente a más de 6000 habitantes de varias comunidades indígenas, entre ellas los waraos.
En el municipio Benítez no solo faltan especialistas en medicina. Además no hay laboratorios para el diagnóstico de las diversas patologías y mucho menos ambulancia. Así lo denunció el gobernador indígena de los waraos, Venancio García.
“Si no hay salud, no hay vida, no tenemos nada”, aseveró.
En la zona habitan cinco comunidades indígenas: San Antonio, María López, Barrancas de Guanoco y Muelle de Caripito. Los principales padecimientos están relacionados con enfermedades respiratorias, complicaciones gastrointestinales, dengue, paludismo y escabiosis, entre otros.
Cuando se enferman, las personas deben desplazarse hasta las poblaciones de El Pilar, Tunapuy Libertador o Carúpano. Lo hacen por cuenta propia, en vehículos particulares e incluso en moto, para atender de manera oportuna la emergencia.
Eso fue precisamente lo que ocurrió cuando preocupados por la pérdida de peso y fiebre persistente, entre otros síntomas, 42 personas -entre ellas 32 indígenas de la comunidad de María López- fueron trasladadas al Hospital Santos Aníbal Dominicci de Carúpano a comienzos de octubre, para descartar el padecimiento de tuberculosis.
“No sería la primera vez que nuestros hermanos waraos pudieran padecer la enfermedad. Porque hace cuatro años tuvimos casos y fue por esa preocupación que nos trasladamos a Carúpano y allá permanecimos seis días, luego un día en Tunapuy y otro en El Pilar”, explicó García.
Especialistas viajaron desde Cumaná para procesar las muestras. Gilberto Pinto, gobernador del estado Sucre, fue quien a través de su programa radial anunció que las pruebas de hisopado y esputo enviadas al laboratorio resultaron negativas para tuberculosis.
Aislados
Sin embargo, García aseguró que la comunidad tardó en conocer los resultados de las pruebas. Esto debido a que en la zona no tienen señal estable de telefonía y las fallas en servicios como la electricidad, también afectan la comunicación.
“La luz se va tres días o una semana y luego vuelve. Las necesidades de nuestros hermanos persisten y hemos realizado la solicitud de atención por los canales regulares”, dijo el dirigente.
Con ello, insistió en la necesidad de garantizar la asistencia médica de la población. Así como la entrega de medicamentes para el tratamiento de las afecciones de salud y el suministro de alimentos para combatir la desnutrición.
Aseguró que los waraos viven de la “misericordia de Dios”, además de la bolsa de alimentos correspondiente a los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, CLAP.
García dijo que al igual que las jornadas de atención en materia de salud y desarrollo social, las de estímulo económico y productivo, deben realizarse con frecuencia. Es necesario garantizarles implementos de pesca como motores para los botes y anzuelos.
El representante de la comunidad warao fue reiterativo al señalar que los requerimientos no son infundados y tienen basamento constitucional.
“Somos Gobierno, tenemos el respaldo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la Ley de los Pueblos Indígenas”, añadió.