Fuente: Red Salud de las mujeres latinas. – Promover el aborto libre, seguro y acompañado es la forma más potente de impulsar la autonomía de las mujeres para las decisiones sobre su cuerpo y proyecto de vida. Desde hace décadas que cada 28 de septiembre las organizaciones y feministas de la región nos vestimos de verde y nos tomamos el espacio público para exigir a los Estados que garanticen nuestro derecho al aborto.
Gracias a este trabajo articulado, hoy tenemos algunas conquistas en países de la región donde abortar es menos riesgoso para las mujeres, transmasculinidades y personas no binarias. Sin embargo, en la mayoría se sigue penalizando y persiguiendo a quienes abortan o promueven el aborto. Y lo que es peor, muchas de las conquistas hoy están siendo amenazadas por contextos políticos regresivos y antidemocráticos.
La lucha por el derecho a nuestra autonomía es histórica. No empezó ayer, ni acabará mañana, pues sabemos que los derechos de las mujeres están siempre en riesgo. Las demandas de nuestro movimiento varían según cada contexto: hablamos de causales, y también de despenalización y de legalización porque sabemos que cada proceso al interior de los países tiene sus complejidades. En todos los casos nuestra demanda es por el ejercicio pleno de nuestra autonomía.
Fomentar el trabajo político articulado frente a los desafíos que plantea la actual agenda de legalización del aborto en algunos países de la región, así como resistir a los embates de los movimientos anti-derechos que producen retrocesos de los marcos legales e institucionales progresistas en materia de aborto es un compromiso de la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe desde su fundación, hace 40 años.
Es por eso que, seguiremos trabajando de manera articulada, acompañando los “momentums” políticos que están ocurriendo en distintos países de la región en la agenda de aborto. Hoy sabemos que en Chile, Ecuador y República Dominicana, particularmente, se encuentran en momentos decisivos que requieren de todo nuestro compromiso y movilización.
Sin olvidarnos de aquellos en donde el retroceso está al acecho como es el caso de Argentina, y de otros donde la persecución a las feministas y acompañantes, y la restricción del derecho al aborto siguen poniendo en peligro la vida y la salud de las mujeres y otras personas, vulnerando sus derechos humanos, como ocurre en El Salvador, Nicaragua, Haití, Suriname, Honduras, República Dominicana, entre otros.
Seguiremos trabajando en demandar a los Estados que aborden el aborto desde un enfoque de salud pública y derechos humanos, más allá de las concepciones morales, religiosas y fundamentalistas sobre el derecho a decidir que no hacen más que profundizar las condiciones de subordinación, discriminación y opresión que el patriarcado impone a las mujeres.
La marea verde está viva y recorre todo nuestro continente. Este 28 de septiembre somos la misma fuerza feminista y abortera en las calles y en las redes. ¡Con alegría, dignidad y resistencia avanzaremos hasta que el derecho al aborto sea garantizado para todas y todes en América Latina y el Caribe!