Cuba

El régimen cubano detiene a la corresponsal de ABC para que no informe de temas «sensibles» como los presos políticos

La periodista independiente fue arrestada el domingo pasado cuando iba a entrevistar en Cárdenas a familiares de alguno de los mil encarcelados por el Gobierno de Díaz-Canel

ABC

(27-04-2024) Los operativos de agentes de la Seguridad del Estado ante los domicilios de periodistas independientes y activistas es algo habitual. Se suelen reforzar cuando se va a producir una fecha emblemática, un aniversario de alguna protestas histórica, como la que tuvo lugar el 11-J de de 2021, la conmemoración de la muerte de Martí… También se produce cuando tienen sospechas de que el periodista está trabajando en algún tema molesto para el régimen.

Esto es lo que sucedió este pasado domingo en las cercanías de la casa de Camila Acosta, periodista en el medio digital CubaNet y corresponsal de ABC en la isla. A las 6 de la mañana un operativo se encontraba apostado en el exterior, pero Acosta ya no se encontraba allí, había salido antes hacia Cárdenas, en la provincia de Matanzas.

En esta localidad cubana tenía previsto entrevistar «a algunos familiares de presos políticos» encarcelados por el Gobierno de Miguel Díaz-Canel, que suman ya un total de 1.092, según el último informe, publicado el pasado 11 de abril, por la ONG Prisoners Defenders. «También iba a darles algo de ayuda, porque están pasando trabajo…», relata Acosta a ABC, mientras recuerda cómo sucedieron los hechos.

Pero en Cárdenas no estuvo «ni media hora. Enseguida me detuvo una patrulla -sin presentarme ninguna orden ni darme ninguna explicación-, que me trasladó a la estación policial de Cárdenas, donde me tuvieron retenida una hora». Allí la dijeron que «me iban llevar a La Habana». En ningún momento le hicieron «siquiera un acta de detención», subraya.

De ahí, la montaron en otra patrulla y después en otra, y en otra. «Se iban relevando: una me dejaba en un punto, donde me recogía otra -explica Acosta-. En total me montaron en cuatro patrullas hasta llegar a La Habana» (el trayecto es de 140 kilómetros), donde la dejaron en la esquina de su casa. Durante el trayecto, asegura, «no hablaron conmigo, no me dijeron nada».

El objetivo de acciones como esta son, en opinión de la periodista, « evitar cualquier mínimo contacto entre la gente que quedamos aquí dentro de la isla. Están intentado aislarlos completamente. Saben que las historias de los presos políticos son temas sensibles, y están evitando a toda costa que yo haga mi trabajo», denuncia.

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