Desde la década de los años 90, la explotación de petróleo en zonas indígenas ha causado una seria contaminación ambiental y ha impactado negativamente en localidades sagradas y hábitats naturales esenciales para la supervivencia
(15-06-2024) El extractivismo petrolero en el municipio Pedernales, zona norte del estado Delta Amacuro, ha tenido consecuencias devastadoras para las comunidades de waraos. Así lo señala un informe reciente del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados de Brasil.
Desde la década de los años 90, la explotación de petróleo en zonas indígenas ha causado una seria contaminación ambiental y ha impactado negativamente en localidades sagradas y hábitats naturales esenciales para la supervivencia de estos grupos ancestrales.
Las actividades petroleras, señala el informe citado por Radio Fe y Alegría, violan repetidamente las leyes ambientales al instalar tanques de residuos de perforación a menos de 15 metros de la orilla del río, lo que provoca contaminación del suelo y del agua, así como la pérdida significativa de vegetación.
Abusos sexuales contra mujeres y niños
Los waraos denuncian también abusos sexuales contra mujeres y niños indígenas por parte de trabajadores petroleros, y la introducción de enfermedades como tuberculosis, VIH y otras enfermedades de transmisión sexual.
Además, el consumo de alcohol y drogas ilegales se ha propagado entre las comunidades afectadas.
Otro proyecto polémico fue la construcción de un dique de contención en Tucupita, diseñado para proteger más de 300.000 hectáreas de terrenos cultivables.
Sin embargo, ese dique ha provocado la salinización de las tierras productivas del bajo delta. Esto resultó de la represión del agua dulce hacia el mar, permitiendo que el agua salada avance hacia el interior del delta y afecte las tierras antes fértiles.
Este problema no es nuevo para los waraos, señala la Agencia de la ONU para Refugiados.
En 1976, una inundación catastrófica, atribuida parcialmente a la incapacidad de las aguas del Orinoco de desembocar en el río Manamo, causó la muerte de muchos indígenas waraos. Estos eventos históricos, combinados con los impactos actuales del extractivismo y los proyectos de desarrollo, exacerban la vulnerabilidad de las comunidades indígenas.
Por las condiciones de vulnerabilidad, estas poblaciones se han visto obligadas a migrar hacia Brasil en busca de protección y de una vía más digna.