En menos de una semana, tres periodistas fueron asesinados en México, dos de ellos mujeres, en una racha de violencia contra la prensa que se recrudeció al iniciar 2022 y que parece no dar tregua.
Yesenia Mollinedo Falconi, de 45 años, directora del medio digital El Veraz, y Sheila Johana García Olvera, camarógrafa del mismo medio, de 30 años, fueron asesinadas a balazos la tarde del lunes 9 de mayo en el municipio de Cosoleacaque, al sur del estado de Veracruz.
Las comunicadoras fueron agredidas mientras se encontraban a bordo de un automóvil afuera de una tienda de conveniencia, de acuerdo con el diario El Universal. Sujetos armados a bordo de una motocicleta perpetraron el ataque, según el reportero Carlos Alberto Santos, quien informó sobre el homicidio desde el lugar de los hechos vía Facebook Live.
Mollinedo fue trasladada con vida al Hospital General de la ciudad vecina de Minatitlán, donde finalmente perdió la vida.
“Este crimen lastima terriblemente a mi familia, a la sociedad, a las mujeres, con un par de feminicidios, en esta ocasión nuevamente en contra de los reporteros y reporteras de México”, dijo el hermano de una de las víctimas, el también periodista Ramiro Mollinedo, durante un mensaje a los medios de comunicación transmitido por el medio digital que dirige, Ahora 3030.
Tras los acontecimientos, la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz informó que se había montado un operativo para dar con los responsables del asesinato. Por su parte, la Fiscal General del Estado, Verónica Hernández Giadáns, dio a conocer a través de Twitter que se había abierto una carpeta de investigación en la que se consideraría la actividad periodística de Mollinedo y García como posible motivo del crimen.
El hermano de Mollinedo puso en duda que se haya montado tal operativo para dar con los responsables. Además, dijo que ninguna autoridad se había acercado a su familia, salvo representantes de la subsecretaría de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación Federal, la cual está a cargo del Mecanismo de Protección a Periodistas y Defensores de los Derechos Humanos del país.
El doble asesinato sucedió a solo cuatro días del hallazgo del cadáver del periodista Luis Enrique Ramírez Ramos, fundador del portal Fuentes Fidedignas y columnista del periódico Debate. Ramírez, de 59 años, fue encontrado sin vida el 5 de mayo de 2022 al sur de Culiacán, en el estado de Sinaloa.
En 2012, Ramírez se había refugiado en la Ciudad de México para huir de una serie de asesinatos a comunicadores en su natal Sinaloa. Días antes de su muerte, el periodista había sido levantado por sujetos armados, según las primeras investigaciones.
La UNESCO condenó el homicidio del periodista sinaloense y urgió garantizar condiciones de seguridad para el ejercicio de la libertad de prensa en México.
“El asesinato de Ramírez nos recuerda una vez más el alto precio que están pagando los periodistas en el ejercicio de su papel de vigilantes de la sociedad. Por ello, es fundamental para el conjunto de la sociedad que los autores de este crimen sean llevados ante la justicia y que se tomen medidas para reforzar los mecanismos de protección que garanticen a los periodistas un entorno de trabajo seguro”, dijo Audrey Azoulay, directora del organismo, en un comunicado publicado el 9 de mayo.
Con los asesinatos de Mollinedo, García y Ramírez, suman ya 11 los periodistas privados de la vida en lo que va de 2022 en México. Además de las comunicadoras veracruzanas, otra periodista mujer fue asesinada este año: Lourdes Maldonado, quien falleció en enero en Tijuana, Baja California, tras recibir una serie de disparos afuera de su casa.
En Veracruz, desde el inicio de la administración del Gobernador Cuitláhuac García se han suscitado siete asesinatos de periodistas, según reportes de prensa. En enero de este año fue asesinado a puñaladas José Luis Gamboa, periodista y editor de los medios nativos digitales InfoRegio y La Noticia.
Lo anterior coloca a Veracruz como uno de los estados más peligrosos para ejercer el periodismo en México. La entidad ocupa el segundo lugar en número de indagatorias por delitos contra periodistas, solo detrás de la Ciudad de México, de acuerdo con un informe de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE).
Entre 2010 y 2021, en México se han registrado mil 167 agresiones contra mujeres periodistas, de acuerdo con la organización Artículo 19. De esa cantidad, al menos 397 agresiones han venido de funcionarios públicos, 87 de partidos políticos, 78 de fuerzas de seguridad y 57 del crimen organizado, de acuerdo con el informe “Asedio, Amenaza y Ataque. La Condición de Vulnerabilidad de Periodistas en México”, publicado por la organización Signa_Lab el 9 de mayo de 2022.
El documento indica que se encontraron patrones que parecen indicar que los temas que las periodistas mujeres cubren son un factor relacionado con la propensión a convertirlas en víctimas de agresiones.
“Del total de episodios reportados, 428 casos corresponden a periodistas que cubrían temas de corrupción y política, 167 se ocupaban de temas de derechos humanos, 134 trabajaban sobre protestas y/o movimientos sociales, 94 en torno a seguridad y justicia, 22 cubrían tierra y territorio”, indicó el informe.
Casi dos años de informar entre amenazas
Desde 2020, Yesenia Mollinedo había estado recibiendo amenazas, presuntamente a raíz de su cobertura de temas policiacos en la zona sur de Veracruz, según contó su hermano.
“Yesenia, al igual que las mujeres periodistas, reporteras y camarógrafas que se dedican a esta gran profesión […], se desempeñaba a pesar de las múltiples amenazas de las que fue objeto desde hace año y medio y que se recrudecieron a partir del día 30 de abril”, dijo Mollinedo. “Aquí están agraviando al medio periodístico, aquí mataron a una mujer, pero mataron sobre todo a una mujer que siempre se atrevió decir la verdad y que con las constantes amenazas que le hacían por las publicaciones en contra de la policía estatal, de la policía civil y en contra de los delincuentes, la obligaban a bajar [la información] con amenazas, hasta que finalmente lograron el cometido de matar a Yesenia y a Johana el día de ayer”.
Yesenia, la menor de una familia de nueve hijos y madre de una hija menor de edad, había trabajado durante 13 años con su hermano en Ahora 3030 hasta que en 2017 se independizó y fundó el portal de noticias El Veraz, que en los últimos años funcionó únicamente a través de Facebook.
La periodista y su equipo cubrían política y temas locales, sobre todo relacionados con la inseguridad en el municipio de Cosoleacaque y territorios aledaños, una región considerada “zona caliente” por la presencia de cárteles de la droga y por su cercanía a la región petrolera de la costa del Golfo de México.
A Johanna García, por su parte, le sobreviven tres hijos, de 6, 11 y 15 años de edad, respectivamente.
El lunes 9 de mayo, cuando se dio a conocer el asesinato de las periodistas veracruzanas, en la Ciudad de México asociaciones de periodistas como Encuentro Nacional de Periodistas, Fraternidad de Reporteros de México y Periodistas Unidos se manifestaban en repudio al homicidio unos días antes de su colega Luis Enrique Ramírez.
Con consignas como “No se mata la verdad matando periodistas” y “Ni silencio ni olvido”, los comunicadores pidieron justicia por la muerte de los 11 periodistas asesinados en México este año y por los casi 60 privados de la vida desde que López Obrador asumió la Presidencia, en 2018.
“Perdió la vida una mujer, una madre de familia, una compañera, una hermana”, dijo Ramiro Mollinedo durante su mensaje en Veracruz. “Mi pronunciamiento como periodista, como hermano, como líder de la agrupación de periodistas de Cosoleacaque, le digo al Gobernador que no sean palabras, que no sea el verbo de siempre, que no sea el compromiso que nunca se cumple […] Que no quede impune el crimen de Yesenia y de Johana, que no queden impunes los crímenes en contra de los periodistas asesinados en esta administración en Veracruz”.