La radio es un medio de comunicación masivo que por décadas ha sido el de mayor uso por los seres humanos, desde las poblaciones con menos recursos económicos hasta las grandes élites.
María Alejandra Silva/Caleidoscopio Humano
(13-02-2022) Los Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) proclamaron desde el 2011 que cada 13 de febrero sería el Día Mundial de la Radio.
Para la UNESCO la radio tiene la “capacidad única de llegar a la más amplia audiencia” lo que significa que puede dar “forma a la experiencia de diversidad de una sociedad” y ser un espacio para que todas “las voces se expresen, estén representadas y sean escuchadas”.
En Venezuela, la primera emisora de radio comenzó a trasmitir en 1926 en amplitud modulada (AM), identificada con las siglas AYR. Desde entonces ha sido un espacio para ser la voz de la democracia y la libertad de expresión.
En los últimos 20 años este medio de comunicación masivo ha sufrido la arremetida del Estado contra la libre información. Solamente en 2021 cerca de 10 emisoras fueron cerradas en el país bajo procedimientos inconclusos de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel).
La censura a los distintos medios informativos ha sido impuesta por las autoridades venezolanas, la organización no gubernamental (ONG) Espacio Público ha registrado desde el 2009 el cierre de más 190 emisoras radiales en Venezuela.
El Colegio Nacional de Periodistas (CNP) ha señalado que el Estado ampara sus acciones arbitrarias ante el supuesto vencimiento de concesiones, “la renovación de las licencias ha pasado a ser una decisión discrecional de quienes hoy nos gobiernan”.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece en sus artículos 28 y 58 que todos los ciudadanos tienen el derecho de “acceder a documentos de cualquier naturaleza” que proporcionen información de interés común. Además de resaltar que, “toda persona tiene derecho a la información oportuna, veraz e imparcial, sin censura”.
En la actualidad, Conatel y otros organismos dependientes del Estado, vive en un constante monitoreo del contenido que transmiten las radiodifusoras venezolanas con el objetivo de evitar que estas trasmitan algún mensaje u opinión en contra del oficialismo.
Por otra parte, la UNESCO estableció que el 2022 sería el año de la «La Radio y la Confianza» y planteó tres subtemas principales que los Estados deberían apoyar:
- Confianza en el periodismo radiofónico
- Confianza y accesibilidad
- Confianza y viabilidad de las emisoras de radio
En Venezuela muchos ciudadanos siguen atribuyendo mayor confianza a la radio que a cualquier otro medio, ya que en algunos espacios continúan “batallando” por vencer la censura y se reúsan a la autocensura.