Roberto Cox explicó que el equipo se encontraba en Cúcuta, Colombia, y no tenía intención de ingresar a territorio venezolano debido a que no contaban con la visa correspondiente, pero un error en la ruta los condujo hasta el control fronterizo del puente Francisco de Paula Santander
Fuente original: El Nacional. – El periodista chileno Roberto Cox, de Chilevisión, denunció que él y su equipo fueron retenidos durante seis horas por la Dirección General de Contrainteligencia Militar en la frontera de Venezuela con Colombia. En sus redes sociales, una vez de regreso a su país, calificó este episodio como una de las experiencias más graves de su carrera profesional.
Explicó que el equipo se encontraba en Cúcuta, Colombia, y no tenía intención de ingresar a territorio venezolano debido a que no contaban con la visa correspondiente. Sin embargo, un error en la ruta los condujo hasta el control fronterizo del puente Francisco de Paula Santander, donde la presencia de equipos periodísticos llamó la atención de la Guardia Nacional Bolivariana.
Tras ese primer contacto, a los periodistas los trasladaron a un cuartel fronterizo para interrogarlos. Cox señaló que, en una primera etapa, pudo enviar mensajes y compartir su ubicación, pero minutos después les confiscaron todos sus teléfonos celulares y se los pusieron en modo avión, por lo que el equipo quedó totalmente incomunicado.
Les revisaron sus teléfonos celulares
Durante la retención, dos agentes de la Dgcim revisaron conversaciones de WhatsApp, galerías de fotos y el contenido de los dispositivos, luego de exigir las claves de acceso. También inspeccionaron los equipos de trabajo, vaciaron los bolsos y les hicieron preguntas detalladas sobre el uso de cada aparato utilizado habitualmente en coberturas periodísticas.
“Fueron momentos de extrema tensión en los que el silencio de los agentes aumentaba la incertidumbre. Deduje que la idea era encontrar pruebas que apunten a una eventual labor de espionaje más allá de nuestra evidente relación con un medio de comunicación”, dijo.
Cox relató además que los funcionarios les tomaron fotografías mientras estaban retenidos y los obligaron a grabar un video en el que debían declarar que no habían sido golpeados ni despojados de pertenencias personales. Posteriormente, el equipo firmó un documento de expulsión y lo devolvieron a Colombia.
Un patrón de restricciones a la prensa
El episodio denunciado por Cox se produce en un contexto de crecientes restricciones contra periodistas y figuras públicas en Venezuela. La semana pasada, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa informó la expulsión del país de un equipo del canal argentino C5N pocas horas después de arribar al aeropuerto internacional de Maiquetía.
Según el gremio, a los periodistas Adrián Salonia y Nicolás Munafó, junto con el camarógrafo Fabián Solís, les retuvieron los pasaportes, los interrogaron, los fotografiaron y finalmente se les notificó que no tenían ingreso permitido, sin que se les ofreciera una explicación formal.
Posteriormente, los enviaron en un vuelo con destino a Bolivia, desde donde regresaron a Argentina.
A estos casos se sumó la denuncia del cardenal venezolano Baltazar Porras, quien aseguró que las autoridades le confiscaron el pasaporte en el mismo aeropuerto de Maiquetía y lo amenazaron con detenerlo cuando intentó fotografiar un documento oficial.
En paralelo, la ONG Espacio Público reportó que en noviembre se documentaron nueve violaciones a la libertad de expresión en Venezuela, principalmente vinculadas a censura y restricciones administrativas, y advirtió que la disminución de denuncias podría estar relacionada con el miedo a represalias.
