(21-07-2024) Pobladores y voluntarios en Cumanacoa, estado Sucre, siguen reportando restricciones de acceso para los grupos de asistencia humanitaria este 17 de julio, dos semanas después de las fuertes lluvias que desbordaron el río Manzanares en el municipio Montes y dejaron más de 31 mil personas damnificadas y seis fallecidos según cifras oficiales.
En el caso de Cáritas, el equipo no puede entrar al terreno desde el domingo 14 de julio, informó el padre Rodolfo Muñoz, diácono y director de la Pastoral Social Cáritas de la Arquidiócesis de Cumaná, a Efecto Cocuyo.
«En la actualidad no tenemos acceso al terreno. El Estado se ha reservado el derecho a intervenir ellos y prohibirnos el acceso. Estamos esperando a que cambie esa política. Cáritas sigue actuando y seguirá trabajando. Pero nuestro acceso y de otras organizaciones está bastante limitado», dijo Muñoz en entrevista telefónica este miércoles.
Informó que hasta finales de la semana pasada, Cáritas había llevado alrededor de 20 toneladas de alimentos y distribuido al menos siete mil litros de agua potable embotellada a los afectados en Cumanacoa. Además, entregaron 13 mil kilos de ropa y zapatos.
«Hemos realizado unas 1.500 consultas médicas especializadas, con la ayuda de pediatras, médicos internistas, médicos generales, dermatólogos, etc. Ahora el tema de la salud ha quedado reservado al Estado y ahora son ellos los únicos autorizados para dispensar atención médica», expresó el padre Muñoz.
La situación en el poblado ha sido denunciada y condenada por la iglesia católica en el país. El 16 de julio, el cardenal y administrador apostólico de la Arquidiócesis de Caracas, Baltazar Porras, rechazó la agresión y expulsión del arzobispo Jesús González de Zárate, así como de algunos voluntarios de ayuda, ocurrida durante el fin de semana.
Cuál es el panorama de la ayuda en Cumanacoa
Las lluvias causaron estragos en Cumanacoa el 2 de julio, en la madrugada. Un día después, Maduro creó el Puesto de Comando Presidencial y designó como Autoridad Central y Única de la zona al mayor general Lockiby Belmonte. El 7 de julio habitantes protestaron en la avenida principal del pueblo y denunciaron que la ayuda del Estado tardaba en llegar y la atención era ineficiente.
Asimismo, voluntario reportaron que los funcionarios de seguridad desplegados en el poblado les prohibían el paso y no les permitían entregar los insumos a los perjudicados.
El 15 de julio la Defensoría del Pueblo publicó una nota de prensa en su web oficial, en la que informó que tres funcionarios de la Defensoría Delegada de Sucre asistieron a dos refugios habilitados en Cumanacoa, uno de ellos el Liceo Bolivariano José Julián Villafranca, que en ese momento albergaba 24 familias (25 niños, 6 adolescentes y 29 adultos).
«Durante esa visita se constató que todavía no han llegado todos los implementos e insumos de ayuda humanitaria necesarios para poder solventar la situación de emergencia que se vive en la zona, a pesar que están en proceso de llegada de los mismos», reza la nota del ente.
El gobierno de Nicolás Maduro no ha explicado las causas de la lenta respuesta del Estado: el mandatario acudió al pueblo, ubicado al oriente venezolano, siete días después de que se notificara la emergencia. Autoridades tampoco han aclarados los motivos de las restricciones a los voluntarios en el sitio.
Algunos servicios se han restituido
El padre Muñoz aseguró que en los últimos días en el pueblo se han recuperado «sistemas de líneas vitales: agua, electricidad, telefonía, todos en un buen porcentaje».
«No veo que haya un estancamiento», añadió.
Informó también que Cáritas tiene una red amplia de voluntarios que viven en Cumanacoa, forman parte de su comunidad, y apoyan desde el pueblo.
Además, cuentan con un banco de medicamentos que sigue funcionando para personas de todas las edades, debido a que se ha generado un aumento de sintomatologías a raíz de las lluvias y las aguas negras que se mezclaron con el lodo en las calles.
Finalmente, Muñoz indicó que Cáritas está dispuesto a volver a enviar a su equipo a Cumanacoa, para prestar asistencia a los afectados.
«Estamos dispuestos, tan pronto permitan el acceso. No estamos negados a prestar ningún tipo de colaboración, todo lo contrario. Estamos a la expectativa de que se restablezcan las condiciones para intervenir de manera segura», puntualizó el sacerdote.