Antes de su muerte, Karen Bravo había recibido múltiples amenazas y acoso por parte de dos hombres de nacionalidad ecuatoriana
(06-06-2024) La venezolana Karen Bravo tenía 27 años de edad cuando la asesinaron en presencia de sus tres hijos, en la ciudad de Pedro Carbo, en la provincia de Guayas (Ecuador). Su madre, Adelaida Aponte, tiene casi dos años pidiendo justicia, debido a que las autoridades no han realizado el seguimiento correspondiente para dar con los responsables.
El 27 de agosto de 2022, tras meses de intentar por varios medios que su hija y nietos regresaran a Venezuela, por las amenazas de muerte, hostigamiento y acoso que recibió Karen por parte de dos hombres, Adelaida recibió la noticia que tanto temió.
“Llamé a mi hijo para saber qué pasaba, porque me habían llamado varias amistades preguntando por Karen. Cuando me atendió, me dijo: ‘Mamá, perdóname. Te dije que te la iba a llevar’. Cuando él me dijo eso, yo dije ‘Mi hija ya no está’”, relató Adelaida en entrevista para El Diario.
Contó que se cayó la llamada y cuando volvió a contactar a su hijo, este le confirmó que a Karen la habían asesinado.
“Karen se fue a Ecuador en busca de una mejor calidad de vida”
Adelaida Aponte contó que su hija era estudiante de Enfermería en la Universidad Central de Venezuela (UCV), carrera que paralizó justo antes de las pasantías debido a que salió embarazada.
En el año 2018, debido a la crisis política, social y económica que atraviesa el país, Karen tomó la decisión de emigrar para darle una mejor calidad de vida a su hijo.
“Me pidió que la apoyara y yo le di mi apoyo. Ella era madre soltera y me dejó a su hijo de 11 meses aquí, mientras ella buscaba trabajo para cumplir con los gastos de su bebé. Ella quería mejoras para su hijo, como toda madre”, agregó.
Fue así como Karen y su hermano, Luis Isaac, llegaron a Ecuador y comenzaron a trabajar. A los meses, su hija conoció a Jhonny Javier Moreira Ponce, de quien se enamoró y tuvo dos hijos.
Poco después, Luis regresó a Venezuela debido a que Adelaida presentó una complicación de salud. “Me diagnosticaron lupus eritematoso sistémico (LES). Él se angustió y vino a Venezuela, no me quería dejar sola. Consideraba que era más productivo aquí, porque somos una familia de adultos, mi abuela tiene 97 años de edad y mi mamá tiene 76 años”, comentó.
La tragedia de Karen comenzó cuando su pareja murió
Adelaida sostuvo que al principio su hija estaba muy bien. John (como le decían de cariño) era una excelente pareja, responsable y amoroso con sus hijos. De acuerdo con Aponte, su relación era bonita y estaba consolidada.
“La tragedia comenzó cuando él murió en 2021. Ahí ya ese país tan maravilloso que ella pintó, eso tan bonito que ella me mostró, ya no era lo mismo. De hecho, cuando empezaron los problemas, fue con la familia de él”, explicó.
Aunque la familia de Jhonny ofreció apoyarla en cuanto a los gastos porque quedó sola con sus dos hijos menores (el más pequeño tenía un mes de nacido) la situación no fue tan fácil para Karen.
Tras la muerte de John, dos hombres de su familia identificados como Danilo Castro y Anthony Moreira, quienes habían dicho que la apoyarían con la manutención, comenzaron a acosar a Karen. De acuerdo con el relato de Adelaida, en un año su hija recibió amenazas y agresiones por parte de ellos, porque los había rechazado.
Como estaba preocupada por Karen, le pidió a su hijo que viajara a Ecuador para convencer a su hija que se devolviera a Venezuela. Sin embargo, ella quería solventar la venta de un terreno que le había dejado John y donde habían planeado construir su casa.
Agresiones antes de su muerte
Adelaida señaló que su hijo viajó a Ecuador acompañado con su pareja, su hijastro y el hijo mayor de Karen a finales del año 2021. Aunque la finalidad era acompañar a su hermana y realizar los trámites legales para regresar a Venezuela, decidieron quedarse por más tiempo.
Como Karen no respondió a las insinuaciones de Anthony, quien era casado, este dejó de darle el apoyo económico en nombre de la familia. Debido a que también era acosada por Danilo, Adelaida contó que su hija decidió mudarse de lugar, para estar lejos de ellos, pero al poco tiempo tuvo que regresar a la misma zona donde residía la familia de John.
“Un día ella salió a comprar acompañada de un joven que le hacía el transporte a los niños, se consiguió a Danilo, quien quiso pelear por celos con el muchacho. En medio de la pelea él le pegó una piedra en la cabeza a mi hija, y ella se defendió pegándole el teléfono en la cara”, dijo Adelaida.
Después de la agresión, y por las amenazas que recibió, Karen fue a la Fiscalía de Pedro Carbo a poner la denuncia, pero Danilo nunca fue detenido.
«El patólogo le dijo que quizás no prosperaba la denuncia porque lo que ameritaba era tres días de reposo y unos analgésicos y que no le veía mayor cosa. Eso fue lo que me manifestó mi hija. Yo me molesté, yo soy abogada y le dije que eso no es así, que hay lesiones”, agregó.
Adelaida sostuvo que todas las evidencias de las amenazas que recibió por parte de los dos hombres están en el teléfono de su hija, el cual tienen las autoridades. Aseguró que si estuvieran enfocados en el caso, la experticia al teléfono puede ayudar a determinar quiénes podrían ser los responsables.
¿Qué ocurrió el día del asesinato?
Adelaida relató que el día del asesinato su hija estaba triste y cansada por los problemas que la aquejaban, además que todavía enfrentaba el duelo de la pérdida de su pareja que apenas tenía un año de haber muerto. Ese 27 de agosto por la mañana, su hijo salió a comprar junto a su pareja e hijastro, mientras Karen se quedó junto con sus tres hijos, dos de ellos durmiendo.
“Ella estaba fregando cuando la llamaron en la puerta. Mi nieto mayor le dijo: mamá, te están llamando. Es decir, que la persona que fue a la casa era conocida. Porque si no, ella no abre la puerta, se hubiera asomado en la ventana a ver quién es. Esto logro saberlo cuando mi nieto lo cuenta”, precisó.
De acuerdo con Adelaida, Karen abrió la puerta y dejó entrar a la persona, quien al darle ella la espalda, desenfundó un arma y le disparó ocho veces, cayendo en la cama sobre sus dos hijos menores que dormían. El hombre salió de la casa rápidamente, se montó en una moto y se fue.
Adelaida comentó que el relato de su nieto coincide con el informe descriptivo del forense, quien determinó por dónde entraron las balas y en qué posición cayó el cuerpo.
En ese momento, los tres niños quedaron en resguardo de una vecina, quien bañó a los dos que habían quedado llenos de sangre, a la espera de las autoridades.
Aunque los familiares de John querían quedarse con los dos nietos más pequeños, Adelaida indicó que las autoridades determinaron que debían quedarse con su hijo, a quien llamaban papá, para evitar otros cambios abruptos para los niños.
La muerte de Karen dejó conmocionada a toda su familia y amigos. Después de su entierro, Adelaida señaló que su hijo y nietos se devolvieron a Venezuela con la ayuda del papá de Karen, Carlos Luis Bravo, tras conseguir los papeles para poder realizar el viaje.
Venezolanas asesinadas en el exterior
Hasta marzo de 2024, la organización no gubernamental (ONG) Utopix ha registrado al menos 24 feminicidios de venezolanas en el exterior, de los cuales la mayoría (12) ocurrieron en Colombia.
La ONG registró al menos 104 feminicidios de venezolanas en el exterior en el año 2023, mientras que en 2022 se registraron 68 casos. Del total de asesinatos, al menos 13 se cometieron en Ecuador.
El país con mayor número de feminicidios de venezolanas es Colombia, donde ocurrieron 92 del total de asesinatos en los últimos dos años. El país vecino alberga más de 2,8 millones de venezolanos.
Sin respuestas de las autoridades de Ecuador
Antes de la muerte de su hija, Adelaida realizó varias diligencias en los organismos de Venezuela para pedir la repatriación de Karen y sus hijos, debido a las amenazas. Pero las respuestas no llegaron a tiempo.
Sobre la investigación del asesinato de su hija, indicó que las autoridades ecuatorianas no han avanzado. “No se han llamado a declarar ni a los primeros sospechosos”, aseveró.
Adelaida sostiene que hayan sido ellos (Danilo y Anthony) o no, quiere respuestas y que el responsable pague por lo que hizo. Hasta el momento, las audiencias pautadas vía Zoom se han diferido por diferentes razones.
«Karen es venezolana, pero igual es una mujer y ante los ojos de Dios, todos somos hermanos y todos somos iguales. Yo pido justicia y elevo mi voz para que la Fiscalía de Ecuador se aboque al caso de mi hija y me den respuesta de lo que está pasando allá. No puede quedar impune”, aseveró.
“Tengo que aprender a vivir con el dolor de su ausencia”
Adelaida sostuvo que ve importante que el caso de su hija quede como un precedente para toda la inmigración venezolana, para que “no se vayan a las primeras y que conozcan muy bien a las familias y a las personas con las que de una u otra forma se emparentan”.
En el apartamento donde vivía su hija en Caracas, Adelaida aún conserva muchas de las pertencias de Karen. Comentó que ahora tiene que aprender a vivir con el dolor de no tenerla.
“Ella fue muy deseada por mi expareja y por mí, tardé cuatro años en poder concebirla. Ahora no está”, agregó.
