La crisis del sistema público de salud limita el acceso a la atención y obliga a los venezolanos a acudir a los servicios de salud privados. Sin embargo, estos son cada día más costosos e inaccesibles
Yennifer Calvo Bello/Caleidoscopio Humano
(04-02-2023) Cada 4 de febrero se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer. En esta fecha, la OPS/OMS apoya a la Unión Internacional de lucha contra el Cáncer, con el objeto de hacer un llamado a que todo el mundo, tanto en lo colectivo como en lo individual, se comprometa a fortalecer las acciones dirigidas a mejorar la atención de calidad, incluyendo el tamizaje, detección temprana, tratamiento y cuidados paliativos.
Sin embargo, en Venezuela, la precaria situación del sistema público de salud que, desde 2015, atraviesa una Emergencia Humanitaria Compleja, limita el acceso a los servicios y pone en riesgo la salud de las personas que padecen cáncer, y de los venezolanos en general.
Para 2021, El Índice Global de Seguridad Sanitaria (GHS Index) -que mide de forma comparada las capacidades de 195 países del mundo para prevenir y hacer frente a amenazas sanitarias- le asignó a Venezuela un puntaje de 20.9 puntos sobre 100, lo cual colocó al país como el peor de América Latina y uno de los 10 peores países del mundo respecto a sus capacidades sanitarias, según reseñó la DW.
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Esta situación obliga a los venezolanos a acudir a los servicios de salud privados. Sin embargo, estos son cada día más costosos e inaccesibles para quienes perciben salarios mínimos o quienes están pensionados. Además, afecta de forma diferenciada a quienes padecen enfermedades como el cáncer.
Casos como el de Tamara Carvajal, persona con cáncer de mama, entrevistada por El Diario en mayo de 2022; se repiten a diario en el país. Carvajal reveló que entre los estudios que debía hacerse semanalmente y las medicinas podía llegar a gastar entre 200 y 300 dólares.
Según relató, en la entrevista citada, tuvo que vender sus enseres para poder salvar su vida. Insistió en que la carga económica disminuiría si el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) cumpliera con su obligación de entregar los medicamentos.
Situación parecida es la de Yadira Lugo, persona con cáncer de mama, entrevistada por la Voz de América en octubre de 2022. Lugo, debe recibir radioterapia, pero no tiene seguro médico y, según indicó, el presupuesto más económico en una clínica privada de Venezuela sobrepasaba los 4500 dólares.
También explicó que las listas de espera para radioterapia en el único hospital público de Caracas que, según comentó en la entrevista, ofrecía el tratamiento, eran “inmensas”.
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Ya en mayo de 2022, un grupo de personas con cáncer protestó en las afueras de la sede principal del IVSS para exigir al Estado que respete su derecho a la salud, contemplado en el artículo 83 de la Constitución.
Art. 83 La salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará como parte del derecho a la vida. El Estado promoverá y desarrollará políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios.
En esa oportunidad, los manifestantes denunciaron que las Farmacias de Alto Costo del IVSS y los hospitales oncológicos no estaban entregando quimioterapias y solo habían recibido fármacos para calmar las náuseas.
Además, sostuvieron que aunque muchos centros de salud en el país cuentan con equipos de radioterapia y de imagenología para hacer controles, estos estaban inoperativos por falta de mantenimiento, de acuerdo con información reseñada en El Diario.
Prevención y controles: no todos pueden pagar su precio
Las consultas médicas simples, en centros de salud “más accesibles”, rondan entre los 15 y 60 dólares, dependiendo de la especialidad y los procedimientos a realizar, monto que sobrepasa el salario mínimo.
Algunos centros de salud han optado por ofrecer paquetes de consultas y exámenes, en especial en el área de ginecología, para que sean más accesibles.
En el caso de prevención y control del cáncer de mama, primera causa de muerte oncológica en mujeres, los precios de una mamografía oscilaban, para finales de 2022, entre los 30 y 40 dólares en algunos centros de salud privados de Caracas. Mientras que los ecos mamarios rondaban entre los 20 y 30 dólares y la densitometría entre 32 y 43 dólares.
En el caso de las mamografías 3D, los costos se elevaban entre 77 y 107 dólares sin prótesis y alrededor de 89 y 133 con prótesis. Los ecos mamarios variaba entre 40 y 59 dólares, de acuerdo con información publicada en Efecto Cocuyo en octubre de 2022.
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Instituciones como Plafam ofrecen costos significativamente más bajos y se convierten en opciones un poco más accesibles. Según el reporte citado anteriormente, una mamografía costaba, para esa fecha, entre 11 y 15 dólares y un eco mamario entre 7 y 9 dólares.
A pesar de la variedad de opciones, ajustadas a cada bolsillo, que ofrecen algunos centros de salud, estas tarifas aún son muy elevadas si se comparan con el salario mínimo mensual fijado por ley en Venezuela. Son precios impagables para quienes reciben mensualmente un salario mínimo Bs. 130 y no cuentan con HCM o para quienes viven de una pensión.
Incluso para quienes poseen ingresos por encima del mínimo, pero dentro del promedio, se hace un poco cuesta arriba acceder a la salud, si se considera que este no es el único gasto que tienen que cubrir para sobrevivir.
De acuerdo con cifras del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), para diciembre de 2022, la remuneración promedio de un trabajador del Área Metropolitana de Caracas en el sector comercio y servicios se ubicó entre 127 y 308 dólares, según el cargo y el grado de instrucción.
Sin diagnósticos tempranos, equipos, personal ni estadísticas
No tener acceso oportuno a la atención médica conlleva a diagnósticos tardíos y menor posibilidad de aplicar tratamientos efectivos. Juan Saavedra, gerente general de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela, citado por la Voz de América en octubre de 2022; afirmó que en Venezuela no se está haciendo suficiente diagnóstico temprano para algunos tipos de cáncer, el de mama, por ejemplo.
Por su parte, Jaime Lorenzo, director de la ONG Médicos Unidos por Venezuela, citado en el mismo artículo, coincidió en que los pacientes oncológicos son unos de los más afectados por la situación en el país ante las deficiencias.
“Lamentablemente, al no haber los medicamentos y al no funcionar la totalidad de las 21 unidades de radioterapia, están llegando pacientes con estado avanzado de la enfermedad”, dijo.
Además, a la carencia de medicamentos y equipos médicos, la precariedad de las infraestructuras hospitalarias y las constantes denuncias de fallas de los servicios básicos -agua y electricidad-, se le suma el éxodo de personal.
De acuerdo con un reporte de la DW, durante la última década se ha venido produciendo un éxodo masivo del personal capacitado, debido a los bajos salarios, las difíciles condiciones de trabajo y la inseguridad registrada en los centros de salud, entre otras.
Para el 2014, se estimaba que el 33,26 % de los médicos registrados en el país habían migrado fuera de Venezuela. La salida de personal médico había aumentado para el año 2021 a un 70 % y la salida del personal de enfermería a un 80 %, según datos de la ONG Provea, citados por la DW.
A las deficiencias antes descritas se añade que en el país no existen cifras oficiales sobre la incidencia y la mortalidad por enfermedades oncológicas desde 2014. Diversas organizaciones levantan estadísticas y exponen una situación que se ha ido “agravando” con el paso de los años.
La segunda causa más frecuente de muerte
De acuerdo con la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV), el cáncer es la segunda causa de muerte después de las enfermedades cerebrovasculares. En el caso de las mujeres, el cáncer de mama es la primera causa de muerte oncológica, seguido del cáncer de cuello uterino y en los hombres lo son próstata y pulmón.
Estas cifras concuerdan con las de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), quienes reseñan que en la región de las Américas el cáncer es la segunda causa más frecuente de morbilidad y mortalidad y es una base importante de las desigualdades en salud.
La OPS estima que 4 millones de personas fueron diagnosticadas en 2020 y 1,4 millones murieron por cáncer. Aproximadamente, el 57 % de los nuevos casos de cáncer y el 47 % de las muertes ocurren en personas de 69 años o más.
Por su parte, el estudio “Mortalidad e incidencia del cáncer en Venezuela 2021”, un trabajo conjunto de la Sociedad Anticancerosa con el Centro de Estadística y Matemática de la Universidad Simón Bolívar (USB) reveló que cada año en el país mueren 30.100 personas con cáncer, lo que se traduce en tres personas por hora.
Entre las conclusiones de este estudio destacaron que:
El mayor riesgo, es decir, con el mayor porcentaje de muerte con respecto a la incidencia, están pulmón y páncreas.
La mayoría de los pacientes que fallecen por cáncer tienen 75 años o más. Pero estas estadísticas disminuyen radicalmente en el caso de los tumores de mama, con mortalidad mayor en mujeres entre 55 y 64 años, y de cuello uterino, que genera más muertes entre 45 y 54 años.
Para la fecha del estudio, las entidades con más cantidad de fallecimientos por cáncer fueron La Guaira, con una tasa de 138 decesos por cada 100.000 habitantes; Distrito Capital, con 127,43; Sucre, con 106,7; Zulia, con 104,3 y Aragua, con 100,7.
Sin prevención primaria las proyecciones no son alentadoras
Según estimaciones de la OPS, la carga del cáncer aumentará aproximadamente en un 60 % durante las próximas dos décadas, esto sin duda afectará aún más a los sistemas de salud, a las personas y a las comunidades.
Además, si no se toman medidas para prevenir y controlar el cáncer, la organización prevé que para 2040 la carga mundial aumente a unos 30 millones de nuevos casos, registrando el mayor crecimiento en países de ingresos bajos y medianos.
Pero, ¿Qué hacer para prevenir?
En lo colectivo, esta enfermedad puede prevenirse y controlarse desarrollando políticas que garanticen el acceso oportuno a la salud: tamizaje, detección temprana, vacunación contra el virus del papiloma humano, entre otros; así como también la promoción de campañas educativas.
En lo personal, mejorar hábitos y atender los factores de riesgo modificables, como:
- Consumo de tabaco
- Baja ingesta de frutas y verduras
- Consumo nocivo de alcohol
- Insuficiente actividad física
En el caso de Venezuela, es imprescindible que el Estado asuma la responsabilidad de garantizar, a todos y cada uno de los venezolanos, el acceso oportuno y gratuito a los servicios de salud, tal y como están contemplados en la Constitución y en los convenios internacionales suscritos, no hacerlo representa una violación a los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA) de los ciudadanos.