María Alejandra Silva/Caleidoscopio Humano
(18-09-2022) La Organización de las Naciones Unidas proclamó, desde 2020, el 18 de septiembre como Día Internacional de la Igualdad Salarial, con la finalidad de impulsar el derecho a la igualdad de remuneración entre hombres y mujeres por un trabajo de igual valor.
En la actualidad, persiste la desigualdad de género y la poca relevancia del empoderamiento femenino, debido a circunstancias históricas y estructurales de las sociedades, destacando que la remuneración salarial percibida por las mujeres es inferior a la de los hombres, determinando en el ámbito mundial una brecha salarial de género, estipulada en un 23 %.
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De acuerdo a estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 2017 las tasas de desempleo de mujeres y hombres en América Latina y el Caribe eran del 10,4 % y el 7,6 %, respectivamente, con una diferencia de 2,8 puntos porcentuales. Casi un tercio de las mujeres de la región no contaban con ingresos propios, situación que las hace vulnerables y económicamente dependientes. En 2017, el promedio de mujeres sin ingresos propios alcanzó un 29,4 %, mientras que el de los hombres fue del 10,7 %.
Venezuela y el incremento de la brecha salarial
La exigencia de un salario digno y el poder ejercer cargos importantes no es un antojo más de los diversos movimientos feministas de Venezuela y así lo demuestra la Encuesta sobre Condiciones de Vida en Venezuela (Encovi), elaborada por la Universidad Católica Andrés Bello. En ella se reveló que la brecha de género salarial es otro de los problemas que está presente en la sociedad. Las mujeres ganan 18 % menos que los hombres, pero a medida que el cargo se eleva también lo hacen las brechas. Por ejemplo, una gerente o directora puede ganar 77 % menos que sus pares hombres.
Añadiendo que en 2021 la participación laboral de las mujeres fue de 34 %, mientras que la de los hombres de 66 %; en el caso de las mujeres, la caída es de nueve puntos porcentuales y en el caso de los hombres, de cinco puntos.
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La psicóloga y fundadora de Feminismo INC, Susana Reina, expresó al portal Crónica Uno que “la desigualdad salarial que enfrentan las mujeres se sostiene en estereotipos de género que responden a una cultura patriarcal o un sistema institucionalizado de dominación masculina. Por ejemplo, la división sexista del trabajo, donde se cree que los hombres deben trabajar en mecánica, deportes, ingeniería y electricidad, mientras que las mujeres en educación, enfermería o empleos domésticos”.
Para Reina es importante romper con la cultura de la desigualdad y eso un proceso de transformación profundo, que depende de un pacto entre el Estado, la familia y la empresa.
La igualdad de remuneración por género es un derecho reconocido por la Organización Internacional del Trabajo desde 1919. Hoy muchos años después, sigue siendo violentado por el Estado y la sociedad.
Por otra parte, la igualdad salarial reafirma los derechos humanos y la igualdad de género, contando con el apoyo de la comunidad mundial, Sociedad Civil, Agencias de ONU Mujeres, Estados Miembros y la Organización Mundial del Trabajo (OIT).
Exigir la disminución de la brecha salarial de género implica la defensa de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales de las mujeres, quienes a diario deben padecer la incertidumbre, violencia y falta de protección por parte de los Estado venezolano.
Por último, recordemos que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) contemplados en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible abordan como prioridad la igualdad de género y el empoderamiento de niñas y mujeres, mediante la promoción del crecimiento económico y generación de empleo con equidad salarial para hombres, mujeres, jóvenes y personas con discapacidad.