Para mayo del 2023, el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) estimó que se requería de al menos 78 pensiones de vejez para cubrir la compra de 80 productos de la canasta alimentaria
Por Nataly Carvajal
(31-08-2023) Los países del mundo están presenciando el progresivo aumento de las personas mayores en la población, de acuerdo con las estadísticas, entre 2015 y 2050 el porcentaje de personas mayores de 60 años se duplicará, pasando del 12 % al 22 %, lo que se traduce en que una de cada seis personas en el planeta tendrá 60 años o más.
Esto implica un gran compromiso para los Estados, quienes están en la obligación de garantizar programas en sistemas de salud y asistencia social para atender este grupo etario, y hacer frente al cambio demográfico, o lo que se conoce como envejecimiento de la población, destacando, además, que para el 2050 dos tercios de las personas mayores de 60 años vivirán en países de ingresos bajos y medianos.
Venezuela y el envejecimiento de la población
Si bien las proyecciones globales apuntan a que el envejecimiento de la población se está dando en todos los países del mundo, Venezuela, producto de la migración forzada, ha venido experimentando de forma vertiginosa la caída de su bono demográfico durante los últimos cinco años.
Expertos en la materia han indicado que la caída del bono demográfico se tenía prevista que sucediera para el año 2045, pero ocurrió en 2020, por lo que el país ya no es tan joven.
Es importante destacar que el envejecimiento es un proceso natural y biológico de todos los seres vivos, en el ser humano este también va acompañado de diversas afecciones, morbilidades y la pérdida de capacidades que convierten a este grupo poblacional en personas altamente vulnerables.
En medio de la Emergencia Humanitaria Compleja que atraviesa Venezuela, ser una persona mayor conlleva grandes desafíos, debido a la desasistencia por parte del Estado y a la ausencia de políticas públicas, que permitan ofrecer soluciones a un grupo etario que en su juventud aportó de forma activa al desarrollo del país.
Las personas jubiladas y pensionadas viven en Venezuela bajo condiciones de absoluta precariedad. Vivir una vejez digna se esfuma en medio de la difícil situación económica y social del país. Un país donde el gobierno vulnera diariamente sus derechos económicos, sociales, culturales y ambientales y les impide condiciones de respeto a su integridad.
El ingreso por concepto de pensión y jubilación es tan bajo que no supera los $5 al mes. Las personas mayores requieren de alimentación balanceada y difícilmente pueden hacerlo.
Ya para julio del 2023, la canasta básica familiar superó los 500 dólares americanos, lo que implica que en los hogares venezolanos reina la inseguridad alimentaria.
Las personas mayores tienden a perder masa muscular y requieren del consumo de carga proteica para contrarrestar este proceso.
Cifras de la organización civil Convite, revelan que el 50 % de esta población no está consumiendo proteína de origen animal en la dieta alimentaria, porque no pueden costearlos.
Para mayo del 2023, el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) estimó que se requería de -al menos- 78 pensiones de vejez para cubrir la compra de 80 productos de la canasta alimentaria, esto deja en evidencia la situación de precariedad que viven las personas mayores en Venezuela.
Jubilados y pensionados realizan huelga de hambre
En agosto del 2023, un grupo de jubilados y pensionados de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), realizaron una huelga de hambre en señal de protesta ante las precarias condiciones y la violación a los derechos laborales, por el incumplimiento en el pago de las prestaciones sociales, la eliminación de su convención colectiva y el incumplimiento de las pensiones de sobrevivientes.
Aunque llegaron a un acuerdo con las autoridades y se levantó la protesta, esto deja en evidencia una vejez en riesgo y precariedad, carente de políticas públicas que garanticen calidad de vida, porque para llegar al punto de poner en riesgo la vida e integridad para buscar la mirada de las autoridades, es porque las condiciones de vida son extremas.
Asimismo, en el estado Lara, trabajadores activos y jubilados dieron inicio a este tipo de manifestación, con el objetivo de demandar mejores condiciones salariales, debido a las difíciles circunstancias por la que atraviesan.
El Estado venezolano tiene una deuda pendiente con las personas mayores: dignificar las condiciones económicas, sociales y culturales que les impide vivir en dignidad con el goce y pleno disfrute de sus derechos, esto se traduce en pensiones acordes a la realidad del país, a un sistema de salud que les brinde atención oportuna y de calidad, y a servicios públicos continuos que les permita tener una vejez tranquila.