Venezuela: Participación de las mujeres en los procesos de paz es una deuda histórica

En el marco del Día Internacional de las Mujeres por la Paz y el Desarme es importante reivindicar la necesidad de reconocer el liderazgo de las mujeres como reales agentes de cambio

Yennifer Calvo/Caleidoscopio Humano

(24-05-2022) Cada 24 de mayo, se celebra el Día Internacional de las Mujeres por la Paz y el Desarme con el objetivo principal de reconocer el liderazgo y la participación de las mujeres en los procesos de paz y la erradicación de la violencia.  

La conmemoración de esta fecha fue instaurada desde 1982, en recuerdo de la protesta liderada por mujeres en el campamento pacifista de Greenham Common, contra el despliegue de armas nucleares norteamericanas en el condado inglés de Berkshire.

Desde el año 1915, cuando se llevó a cabo el Congreso Mundial de la Haya, se pudo visibilizar a la mujer y darle la oportunidad de participar de forma activa para alcanzar importantes avances en todo lo concerniente a la paz. 

Sin embargo, fue en la década de los 80 cuando surgieron numerosos movimientos pacifistas, de algunos países europeos y de los Estados Unidos de América, cuyo objetivo fue la lucha en contra de la carrera armamentista y el uso de armas nucleares.

Uno de estos movimientos fue el llamado Asociación de Mujeres Parlamentarias por la Paz, liderado principalmente por Maj Britt Theorin, quien en su rol de presidente de la organización de Naciones Unidas fue pieza clave para la incorporación de la mujer para alcanzar la paz. 

Un día para romper con el estereotipo de las víctimas silenciosas 

Se trata de un día para reivindicar la necesidad de reconocer el liderazgo de las mujeres, como reales agentes de cambio, y evitar el estereotipo que las muestra solo como víctimas silenciosas y pasivas, de acuerdo con la declaración del Foro Cívico, publicada por la organización Centro de Justicia y Paz (Cepaz) en su página web. 

Agregan que la participación y representación de las mujeres en todos los niveles de la toma de decisiones es todavía una deuda histórica en Venezuela. Argumentando que si bien el país tiene un marco normativo que prohíbe la discriminación por razones género, las mujeres venezolanas continúan enfrentando prejuicios sustanciales, institucionales y sociales cuando se trata de confiar en la ley para la protección contra la violencia. 

Asimismo, destacan la necesidad de priorizar la atención a necesidades específicas de protección de mujeres y niñas en la Emergencia Humanitaria Compleja por la que atraviesa Venezuela. 

“Es necesario hablar de la Agenda de Mujeres, Paz y Seguridad en Venezuela contenida en diferentes resoluciones de Naciones Unidas, especialmente en la 1325. Venezuela vive uno de los conflictos más complejos de su historia (…) Y no cuenta con un Plan de Acción Nacional para la Implementación de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”, advierte el Foro Cívico en la publicación.

“Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas: fue aprobada el 31 de octubre de 2000, abogando por la adopción de una perspectiva de género que incluye las necesidades especiales de las mujeres y las niñas durante la repatriación y reasentamiento, la rehabilitación, la reintegración y la reconstrucción post- conflicto.”

Cepaz enfatiza en que el Estado venezolano debe desarrollar un proceso de control de armas y municiones que permita vivir sin zozobra, sin miedo a ser heridas por balas perdidas o agredidas por personas armadas.

La Ley y Plan Desarme en Venezuela 

El 17 de junio de 2013 fue publicada la Ley para el Desarme y Control de Armas y Municiones, con la intención de desarmar a la población venezolana, en respuesta a la alta tasa de víctimas por armas de fuego registrada.

Esta Ley permite exclusivamente 50 municiones anuales para las personas naturales o jurídicas con los permisos para porte de armas, en los casos de defensa personal, protección de personas, tenencia domiciliaria de arma de fuego, tenencia para protección de bienes y para traslado y custodia de bienes y valores, conforme lo establece su artículo 64.

En 2014, el gobierno venezolano anunció la creación del “Plan de desarme” y la instalación de 60 centros para recibir las armas.  

En 2021, Pablo Fernández, secretario ejecutivo del Consejo General de Policía, sostuvo en una entrevista para EFE que el Gobierno venezolano pretende que los ciudadanos que tengan armas de fuego se deshagan de ellas de manera voluntaria. 

Sin embargo, no detalló el número de armas que hay en Venezuela en manos de civiles ni cuántas personas, entre las portadoras, cuentan con licencias para su tenencia y manejo. 

En marzo de este año, el Vicepresidente Sectorial para la Seguridad Ciudadana y la Paz, A/J Remigio Ceballos Ichaso, informó que, según sus cifras, desde el año 2003 se han inutilizado más de 550 mil armas de fuego, de acuerdo con declaraciones publicadas en El Universal

Del mismo modo, anunció que el Servicio Nacional para el Desarme (Senades), “está ideando un proceso tecnológico que va a permitir hacer una revisión completa de todos los procesos de asignación de portes de armas”. 

Al respecto, es importante destacar que en 2014, cuando fue anunciado el “Plan Desarme”, Venezuela tenía una tasa de homicidios de 53 por cada 100.000 habitantes, cifra que sólo era superada por Honduras, de acuerdo con Naciones Unidas.  

Mientras que para el año 2021, el país registró una tasa de homicidios de 40.9 por cada 100.000 habitantes, según Statista Research Department. 

El estimado de muertes violentas fue de 11.081, cifra ligeramente menor a 2020, donde se registraron 11.891, de acuerdo con el informe anual del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV). 

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