Según fuentes del sector privado y público consultadas por Reuters la desaceleración de la inflación en Venezuela podría revertirse por la depreciación de la moneda
(20-11-2024) Años de desaceleración de la inflación en Venezuela están a punto de revertirse por la depreciación de la moneda, dijeron fuentes del sector privado y público, en momentos que el flujo de divisas es insuficiente para atender la demanda de las empresas y el gobierno ha mantenido en reserva su estrategia.
Tras cuatro años de hiperinflación, el gobierno del presidente Nicolás Maduro aplicó en 2022 una política ortodoxa para bajar los precios mediante la restricción del gasto público y del crédito, junto al anclaje del tipo de cambio, que ha llevado al Banco Central a vender a través de la banca miles de millones de dólares.
Maduro ha destacado que su gobierno derrotó la inflación de más de 100.000 %, y el índice de precios al consumidor de 2024 será similar al de hace una década.
Pero la política ahora cambia.
Por más de nueve meses el tipo de cambio estuvo en un promedio de 36,5 bolívares por dólar, hasta que a mediados de octubre la moneda local empezó a depreciarse y alcanzar las 45,7 unidades por dólar, según las cifras del emisor venezolano.
Según los analistas, la sobrevaluación de la moneda abarató las importaciones frente a los productos nacionales, lo que afectó al sector privado venezolano, que ha enfrentado una inflación de 12 % en nueve meses.
Con el deslizamiento de la tasa cambiaria, los precios en este último trimestre del año se acelerarán, agregaron las fuentes consultadas y analistas. Un reporte de LatinFocus estima que el tipo de cambio terminará el año en 50 bolívares.
Hasta septiembre la inflación interanual era de 25 %, según datos oficiales. La cifra oficial de octubre no se ha divulgado.
«Por nueve meses la depreciación de la moneda fue cero, mientras la inflación avanzaba, lo que demostró problemas en el esquema cambiario», dijo Daniel Cadenas, economista y profesor.
«Para que el sistema (cambiario) funcione se necesita una fuente creciente de divisas y eso no es posible», agregó al referirse a que el mercado depende de los ingresos petroleros.
Dentro del gobierno se analizaba que el índice de precios en 2024 terminaría en 30%, dijeron dos fuentes financieras con conocimiento de las metas. Con la depreciación de la moneda, la cifra puede cambiar.
La inflación este año podría cerrar entre 35 y 40 %, según las estimaciones de firmas económicas locales.
«Ha habido un ajuste del tipo de cambio necesario que tendrá impacto en la inflación», dijo Asdrúbal Oliveros, economista y director de la consultora local Ecoanalítica. «El gobierno ha entendido que tiene que devaluar».
Usos de las divisas
La vicepresidenta Delcy Rodríguez dijo en octubre en una actividad con empresarios que había que «reflexionar sobre el uso de las divisas».
«Todos deberíamos estar preocupados en cómo se usan esas divisas en las importaciones (…) Tenemos que cuidar las divisas porque este es un país bloqueado y no puede haber divisas baratas para el champú, para que las canas no se vean doradas, sino rosadas», agregó, sin dar más detalles y al referirse a productos importados para uso cosmético.
Los comentarios de Rodríguez son los únicos que ha hecho el Gobierno sobre el tema cambiario. El Banco Central y los ministerios de Comunicación y de Finanzas no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Con una tasa cambiaria igual por nueve meses, la demanda de divisas baratas por parte del sector privado aumentó, mientras el flujo de dólares para inyectar al mercado empezaba a reducirse, dijeron las fuentes consultadas.
En julio, la colocación de dólares del emisor venezolano en la banca promedió unos 800 millones de dólares, mientras que en octubre estaba en 400 millones de dólares, según cálculos de la consultora local Síntesis Financiera.
El Banco Central no respondió de inmediato las razones de la disminución de la inyección de dólares.
«La estrategia en política cambiaria no se adelanta», agregó una fuente del oficialismo al ser consultado de los cambios en la política.
Empresas de alimentos y medicinas han adquirido un porcentaje de sus requerimientos de divisas, dijeron las fuentes. Mientras que las compañías que no pueden comprar dólares reciben del ente emisor títulos en bolívares indexados al tipo de cambio, que se mantienen en sus cuentas hasta que los bancos tengan las divisas y puedan venderlas.
A la espera de un mayor flujo de divisas para importar, muchas empresas están consumiendo sus inventarios, agregaron dos fuentes del sector privado, quienes señalaron que los inventarios han rendido, porque el consumo ha sido menor.