
En el Día mundial de tolerancia cero contra la Mutilación Genital Femenina (MGF), exhortamos a los Estados a erradicar esta práctica que vulnera los derechos humanos de mujeres y niñas en muchos países del mundo.
Stefanny Aguirre/Caleidoscopio Humano
(07-02-2022) De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Una de cada 20 niñas y mujeres ha sufrido alguna forma de mutilación genital femenina (MGF).
Una infancia robada, arrancada por medios violentos, millones de niñas y mujeres que a lo largo de la historia fueron sometidas a una práctica machista, disfrazada de un tradicionalismo que debía ser respetado.
La mutilación genital femenina consiste en un procedimiento que corta, lesiona o elimina de forma total o parcial los órganos genitales de la mujer, por razones que no son médicas. Y que, en la mayoría de los casos este procedimiento se hace en contra de su voluntad.
Con base a ideales misóginos, la MGF tiene sus orígenes en un rito de transición a la vida adulta, y es parte de un requisito prematrimonial, con el fin de que la mujer conserve la “virginidad” y aumentar el placer sexual masculino al momento de casarse.
En la actualidad, existen 4 tipos de Mutilación Genital Femenina (MGF)
- Clitoridectomía: es la eliminación total o parcial del clítoris y la piel que lo rodea.
- Escisión: la eliminación parcial o total del clítoris y de los labios menores o pliegues internos de la piel que rodean la vagina.
- Infibulación: corte o recolocación de los labios menores y mayores, que son los pliegues externos que rodean a la vagina. Esto incluye con frecuencia el estrechamiento de la abertura vaginal.
- La perforación, incisión, raspado y cauterización del clítoris o el área genital.
¿Por qué es importante lograr una concientización?
La Mutilación Genital Femenina es una violación a los derechos humanos de mujeres y niñas, además, crea complicaciones para la salud tanto física como psicológicas, que pueden llevar a la muerte.
Mujeres y niñas que han sido sometidas a esta experiencia traumática, crecen con miedo, desconfianza y trastornos de ansiedad y depresión que les acompañan durante toda su vida.
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Harvard; existe el síndrome de ansiedad-depresión enfocada genitalmente, el cual se desarrolla en mujeres que han sufrido de MGF, y se caracteriza por el rechazo o la constante preocupación de niñas o mujeres hacia el estado de sus genitales.
Los Estados deben erradicar esta y todas las prácticas de violencia contra la mujer
La ONU ha hecho un llamado para que los gobiernos de países luchen contra la mutilación genital femenina, incluyendo esta lucha en los Objetivos del Desarrollo 2030.
A pesar de ser una práctica que vulnera y pone en riesgo la vida de miles de mujeres y niñas en el mundo, se sigue registrando en comunidades étnicas India, Indonesia, Malasia, el Pakistán y Sri Lanka, en países como Emiratos Árabes Unidos, Omán Yemen, Irak y el Estado de Palestina.
En Europa se practica en comunidades de Rusia y Georgia y en América se registran casos de mutilación genital femenina en comunidades indígenas de Colombia, Panamá, Ecuador y en Perú.
La MGF también ha migrado a EEUU, Australia, Canadá y Reino Unido. En estas regiones es practicada por personas provenientes de países donde esta vulneración es común.
La Mutilación Genital Femenina es una violación a los derechos humanos, sexuales y reproductivos de mujeres y niñas por el que se debe luchar para que sea erradicado. Debemos tener cero tolerancia y seguir creando conciencia.
Millones de mujeres y niñas están desprotegidas y siguen siendo sometidas a esta aberrante práctica. Se debe romper la creencia de que toda tradición, por violenta que sea, es normal y luchar para que, mujeres y niñas, puedan vivir verdaderamente en un mundo sin violencia, estigmatizaciones y ataques, ese debe ser el objetivo.