Ondas tropicales amenazan con agravar la emergencia en Barinas tras lluvias históricas

Los aguaceros prolongados en Barinas y otros estados llaneros dejaron potreros devastados, familias desplazadas y comunidades enteras bajo el agua durante semanas. Autoridades mantienen la alerta, mientras expertos advierten riesgos de enfermedades y nuevas precipitaciones.


Fuente original: Crónica uno.- Barinas. Jesús Moncada y su familia, en San Rafael de Canaguá, estado Barinas, aún viven entre la humedad, el pasto perdido y la incertidumbre por lo que vendrá.

El ciclo de precipitaciones mantiene en alerta a los venezolanos, sobre todo al observar su impacto en diferentes regiones. Jesús Moncada, productor agropecuario, es uno de los afectados. El estrés por lo vivido aún le aqueja y su preocupación no cesa.

“No tenemos pasto para los animales a raíz de las inundaciones, están flacos y lastimados”.

Desde julio el sonido incesante de la lluvia marcó la rutina en los llanos y los Andes venezolanos. En estados como Mérida, Barinas, Apure y Guárico los ríos se desbordaron y los potreros quedaron bajo el agua por semanas.

El agua no ha bajado por completo desde julio, cuando se registraron las lluvias más intensas. Moncada vive con su esposa y sus hijos de 5, 8, 12 y 17 años de edad, en San Rafael de Canaguá, sector Las Malvinas, municipio Pedraza. Allí improvisan para preparar los alimentos con gas doméstico, pues ya no pueden usar leña debido a la humedad.

“Toda la comunidad se vio afectada por la crecida de los ríos, todo estaba bajo el agua por más de 30 días”,puntualizó Carmen Meza.

Barinas, lluvias
Foto: cortesía Jesús Moncada

Más allá de las cifras

Josefina Herrera, presidenta de la Unión de Ganaderos de la parroquia José Antonio Páez, en Pedraza (Ugupaez), alertó que las inundaciones destruyeron pastos, afectaron la salud del ganado y redujeron la producción de leche y carne.

“Vemos a los potreros devastados por el agua, sin pasto, que es la principal comida de los rebaños. Esto se traduce en pérdida de peso de los animales, enfermedades endémicas, y conlleva menos leche, menos carne y menos queso, afectando directamente al consumidor”.

Las palabras de Herrera reflejan lo que ya vive Moncada con su familia y vecinos. El impacto no se mide solo en cifras de animales flacos o potreros arrasados, sino en la angustia diaria por cómo alimentar a los hijos y salvar el rebaño.

En Barinas, hay zonas más golpeadas que otras, debido a su ubicación geográfica. Municipios como Barinas, Santa Lucía, San Silvestre, Santa Inés, Limoncito, Punta Gorda y Torunos registraron mayores daños, informó el director de Protección Civil, comandante Reinaldo Sáez.

Lista de nombres de los huracanes previstos para 2025. Foto: Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz

Próximos eventos

Lo que reporta Sáez confirma la dimensión de lo que vecinos como Meza narran en primera persona: las casas bajo el agua, los caminos interrumpidos y la incertidumbre sobre cuándo volverá la normalidad.

El impacto esta vez fue severo: 11 de los 12 municipios sufrieron afectaciones, con daños especialmente críticos en Bolívar, Sucre, Barinas, Obispos, Pedraza —incluidas sus comunidades San Rafael de Canaguá y Maporal— y Sosa

Agregó que la próxima semana se esperan nuevos eventos atmosféricos, especialmente ondas tropicales que se forman en la Cuenca del Atlántico Norte.

La previsión se mantiene para lo que resta de agosto y durante septiembre, dado el pico de la temporada de ciclones en esa zona, de acuerdo con los datos del Sistema de Registro del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh).

Actualmente, se mantiene un monitoreo constante ante el paso de la tormenta tropical Erin, ubicada hasta este lunes, 18 de agosto, cerca de la latitud 22.7 Norte, longitud 69.8 Oeste. Es decir, a una distancia aproximada de 1500 kilómetros de Venezuela.

El balance de Protección Civil Barinas, entre el 1° de enero y el 13 de agosto, da cuenta del impacto de las precipitaciones: 16 viviendas colapsadas; 3126 viviendas inundadas; 9461 familias afectadas; 26 ríos y 19 quebradas desbordadas; 374 familias refugiadas en 15 albergues temporales habilitados en Sucre, Sosa, Rojas, Obispos y Arismendi.

Sáez informó que el Sistema Nacional de Riesgo está activado 100 % y preparado para cualquier contingencia, por órdenes del gobernador de Barinas, Adán Chávez, con 238 funcionarios desplegados para la logística.

La institucionalidad responde con despliegues y monitoreo, pero las cifras de damnificados recuerdan que, detrás de cada número, hay rostros, casas y comunidades como San Rafael de Canaguá que todavía esperan soluciones.

Barinas
El director de Protección Civil Barinas, Reinaldo Báez, informó que se mantienen en alerta para atender cualquier emergencia por lluvias. Foto: cortesía Protección Civil

Riesgo de enfermedades

El 7 de agosto la Sociedad Venezolana de Infectología (SVI) organizó la conferencia “La lluvia y su papel en la propagación de infecciones: una mirada a su impacto en la salud pública”, con la participación de los expertos Luis Echezuria, pediatra epidemiólogo y miembro asociado de la SVI, y el doctor Rolando Anselmi, internista infectólogo y presidente de la Academia de Medicina del estado Táchira.

El encuentro fue conducido por los infectólogos Gianmary Miozzi y Carlos Pérez Vega. En la apertura se destacó que las lluvias extremas influyen en la propagación de enfermedades, especialmente en poblaciones vulnerables con saneamiento deficiente.

“La lluvia y los eventos de precipitación extrema actúan como determinantes ambientales clave en la epidemiología de enfermedades infecciosas, afectando tanto la transmisión directa (por contaminación de agua y alimentos) como la indirecta (a través de vectores y condiciones de hacinamiento), con un impacto desproporcionado en poblaciones vulnerables y en contextos de infraestructura sanitaria deficiente”.

Los especialistas recomendaron evaluar la vulnerabilidad de las comunidades antes, durante y después de cada evento. También expresaron su preocupación por la calidad del agua, los brotes gastrointestinales, el dengue, la chikungunya y el zika, sin dejar de lado el impacto emocional en los afectados.

Barinas, lluvias
Foto: cortesía Jesús Moncada

Recomendaciones

Lo habitual, pero ahora urgente: lavarse las manos, preservar los alimentos, hervir el agua y aplicar cloro. El doctor Echezuria advirtió que una cosa es el agua para uso humano y otra para consumo.

“El agua de lluvia no es mala, te puedes bañar, preparar una sopa, pero no hacer un tetero. La gente debe estar pendiente del olor y del color. Nadie que va a la playa está exento de tener hepatitis si bebe agua, otitis o conjuntivitis”.

Por su parte, el doctor Anselmi pidió atención en la gestión adecuada de los residuos, arrastrados por las aguas.

Ambos coincidieron en la necesidad de un abordaje multidisciplinario y en la importancia de educar a las comunidades. Finalmente, recomendaron controles químicos y físicos, como el uso de pesticidas e insecticidas, para evitar criaderos de vectores.

Las recomendaciones de los infectólogos apuntan a la prevención: hervir el agua, aplicar cloro, gestionar los desechos y controlar los criaderos de mosquitos. Pero en Pedraza y otros municipios la sensación que predomina es otra: la espera. Espera de que baje el agua, de que lleguen más ayudas, de que no se repita la tormenta.

En esa incertidumbre se resume el peso del invierno en Barinas, un recuerdo que seguirá vivo mientras los techos de zinc aún rezumen la humedad de julio.

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