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Niños, niñas y adolescentes, los más vulnerables frente a la malnutrición que impera en Venezuela

Foto: Cortesía

A propósito del Día Mundial de la Nutrición, en Venezuela el derecho a la alimentación no está garantizado. El alto costo de la vida y el poco poder adquisitivo, impiden llevar una alimentación adecuada

Emmanuel Rivas/Caleidoscopio Humano

(28-05-2022) Un 32 % de la población venezolana, cerca de 9.3 millones de personas, se encontraba en condición de inseguridad alimentaria. De ellos, 2.3 millones fueron considerados con inseguridad alimentaria severa y siete millones con inseguridad alimentaria moderada.

El 6,3 % de los niños menores de cinco años padecen desnutrición aguda, mientras que el 13,4 % de los niños menores de cinco años tienen retraso en el crecimiento.

Estos fueron los últimos datos que manejó el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Sin embargo, en el último mapa de inseguridad alimentaria presentado por el PMA, Venezuela fue excluida.

Esta exclusión no se debe a una mejoría en la alimentación venezolana, por el contrario, corresponde a la falta de datos que permitan determinar las necesidades alimenticias de las personas en Venezuela.

De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), una persona padece inseguridad alimentaria cuando carece de acceso regular a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para un crecimiento y desarrollo normales y para llevar una vida activa y saludable.

Los factores que pueden determinar la inseguridad alimentaria son: incertidumbre acerca de la capacidad de obtener alimentos, la calidad y variedad de los alimentos, la cantidad de alimentos que se consumen, la frecuencia con que se consumen alimentos (si se salta una comida) o cuando una persona no consume alimentos durante un día o más. Esta última es la más grave etapa de la inseguridad alimentaria.

Niños, niñas y adolescentes son los más vulnerables

En medio de la Crisis Humanitaria Compleja que pone en riesgo la alimentación de las personas, los niños, niñas y adolescentes (NNA) son los más vulnerables.

De acuerdo con un informe de la Fundación Simón Bolívar, el 32 % de los NNA en Venezuela padecen desnutrición crónica. Caritas Venezuela, por su parte, aseguró que, en los primeros meses del 2022, la desnutrición severa en niños y niñas está por encima del 13 %.

Otra organización que también ha puesto su mirada en la desnutrición infantil, ha sido la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), quien, en los dos primeros meses del 2022 reportó 1179 casos de desnutrición aguda en niños y niñas menores de 5 años en 20 estados del país, de los cuales Bolívar y Miranda agrupaban el 45 %.

A esta situación de alarma, se suman las cifras de la Encuesta Nacional de Calidad de Vida (ENCOVI 2021). Un documento presentado por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), la Universidad Central de Venezuela (UCV) y la Universidad Simón Bolívar (USB) que sitúa la pobreza en 96 % y la pobreza extrema en 79 %.

El alto costo de alimentos, el poco poder adquisitivo y la dificultad para acceder a alimentos proteicos incrementa -cada día- estas cifras.

¿Qué daños puede causar la mal nutrición?

Científicos aseguran que, cuando un niño no desayuna o, su primera comida no cumple con los requerimientos nutricionales requeridos, repercute en su desarrollo académico e incluso, puede generarle hipoglucemias.

Una alimentación deficitaria, también afecta el desarrollo físico de los niños en Venezuela, quienes están creciendo menos que los niños de su misma edad de otros países de la región.

“Los niños deberían consumir 3 comidas y 2 meriendas al día”, explica Elizabeth Lizcano, adjunta al departamento de nutrición y dietética del Hospital Universitario de Los Andes (HULA), agregando que el desayuno es la comida fundamental para el desarrollo infantil, pues el mismo aporta entre el 20 y el 25 % del valor calórico total que se requiere a diario.

Lizcano señala que, “producto del bajo nivel socioeconómico del venezolano, el consumo de proteínas, frutas y vegetales está por debajo de los requerimientos necesarios”.

La especialista en nutrición destaca que el requerimiento de energía y nutrientes va a depender del grupo etario y, de acuerdo con los valores de referencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la población venezolana, estos serían los valores que los niños deberían consumir diariamente de energía y proteínas:

El requerimiento para los niños entre 1 y 2 años entre 1100 y 1200 kilocalorías y las proteínas entre 1.2 a 2.4 gramos por kilogramo de peso. De 3 y 5 años se deben suministrar entre 1400 y 1550 calorías, y proteínas entre 1.1 o 1.2 gramos por kilogramo de peso.

Un niño de entre 5 a 8 años, requiere de 1800 a 1900 calorías y de 1 a 2 gramos de proteína por kilogramo de peso, mientras que, entre 9 y 12 años, su requerimiento calórico es de 2000 y 2200 calorías.

En los adolescentes, este requerimiento calórico se incrementa entre 2300 a 2500.

¿Cómo revertir el déficit calórico?

El alto costo de la vida en Venezuela afecta la alimentación. Con un salario mínimo mensual que no supera los 25 $, comprar carne, pollo y otras proteínas, es casi imposible.

Comprar alimentos proteicos, puede significar disponer de, al menos, el 30 % del ingreso mensual de una familia. Ante esta situación, Elizabeth Lizcano recomienda el consumo de proteínas más económicas.

“En cuanto a las proteínas, lo ideal es consumir las que poseen alto valor biológico, por ejemplo, el huevo aporta nutrientes indispensables para el desarrollo y crecimiento de los niños, y son más accesibles a nivel económico, también se puede consumir sardinas frescas; son más económicas y se pueden realizar en diversas preparaciones”, destaca.

Para el consumo de frutas y vegetales, la nutricionista recomienda las de temporada. “Una opción para el consumo de frutas y vegetales son la compra de frutas y vegetales de temporada que pueden ser más accesibles, como por ejemplo en estas fechas el mango o la patilla”.

Crear hábitos alimenticios durante la infancia es otra de las recomendaciones de Lizcano, esto permitirá ser recursivos con los alimentos con los que se cuentan.

No hay garantía por parte del Estado

La alimentación es un derecho que el Estado está en la obligación de garantizar a través de programas sociales adecuados y dirigidos a las poblaciones más vulnerables.

El Programa de Alimentación Escolar (PAE) creado -en 1969- con el fin de contrarrestar la desnutrición infantil con una alimentación adecuada en las escuelas públicas del país; sin embargo, en la actualidad en déficit proteico del país, se ve reflejado en las bandejas de los comedores escolares.

Y, aunque el gobierno, durante su participación en el Examen Periódico Universal (EPU) de enero 2022, aseguró que el programa cubre la alimentación de más de 5 millones de niños, niñas y adolescentes, la realidad está muy lejos de esta afirmación hecha por el ministro Mervin Maldonado.  

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