La salud en Venezuela sigue en terapia intensiva

Hospital Universitario de Los Andes, Mérida. Foto: Emmanuel Rivas

La organización Monitor Salud presentó su informe correspondiente al primer trimestre del 2022. Destaca el alto contagio con Covid19 del personal de salud, y el estado en que se encuentran los principales 69 centros de salud del país.

Emmanuel Rivas/Caleidoscopio Humano

(17-04-2022) El pasado miércoles, 13 de abril, Monitor Salud presentó su más reciente informe correspondiente al primer trimestre del año 2022.

En dicho informe denuncian las vulnerabilidades del sistema sanitario venezolano y, además, que durante el primer trimestre se contagiaron con Covid19, un total de 1971 trabajadores de la salud.

“El personal con mayor contagio fue el perteneciente a enfermería con 412 contagios, seguido de los obreros (338) y médicos (282)”, destacó Monitor Salud.

El sector salud, por su labor sanitaria y por no contar con las condiciones acordes y necesarias para hacer frente a la pandemia, resulta en el más vulnerable ante el virus, señalan.

Persisten problemas en los centros hospitalarios

Monitor Salud recogió información en 69 de los principales centros de salud de las regiones central, occidental y oriental de Venezuela.

Esto le permitió obtener datos en cuanto a operatividad, infraestructura, insumos y servicios disponibles.

En el caso de las morgues, en el informe se destaca que, durante el primer trimestre de 2022, los centros asistenciales sufrieron alguna clase de problema con el funcionamiento de su respectiva morgue, estando fuera de funcionamiento -en promedio- por 40 días y medio.

En la hospitalización de los centros de salud monitoreados no hubo tapabocas el 44 % de tiempo (40 días); guantes el 46 % del tiempo (41 días) y no hubo protección facial/ocular el 58 % del tiempo (52 días).

Mientras que, en cantidades suficientes solo se registró tapabocas y guantes en el 7 % del tiempo y protección ocular/ facial el 5 % de los días de enero, febrero y marzo.

En muchos centros de salud se ha implementado la reutilización de los tapabocas y otros insumos, lo que incrementa el riesgo de contagio, no solo de Coronavirus, también de otras patologías.

Monitor Salud destaca que el 12 % de los hospitales no recibió agua por tuberías durante los primeros tres meses del año, por lo cual, el 59 % del tiempo fueron abastecidos con camiones cisternas y el 41 % del tiempo restante, hicieron uso de agua almacenada.

Otro dato que es importante destacar, es que el 74 % de los centros de salud monitoreados, señalaron que el servicio no llega a todas las áreas hospitalarias.

Los centros de atención médica tampoco escapan a la crisis eléctrica que afecta al país.

De acuerdo con el levantamiento hecho por Monitor Salud, el 33 % de los hospitales sufrieron fallas prolongadas en el suministro eléctrico, mientras que el 67 % restante, presentó entre 19 y 24 horas de electricidad.

Protestas justificadas

De acuerdo a Monitor Salud, en lo que va de 2022, entre el 28 % y 30 % de las protestas ha tenido como protagonistas a los trabajadores de la salud, quienes demandan una remuneración que permita tener una vida digna y gozar de las condiciones laborales idóneas para el ejercicio de sus funciones.

El alto número de manifestaciones se debe a que “no ha habido cambios significativos en el sistema público de salud en Venezuela”, destaca el informe, agregando que, de no haber mejoras drásticas, este sector seguirá liderando la protesta por las justas reivindicaciones.

No hay garantía de acceso a la salud

El derecho a la salud está consagrado en instrumentos nacionales e internacional; sin embargo, la Emergencia Humanitaria Compleja que, desde 2015, afecta Venezuela y a la que se sumó la pandemia por Covid19, dejó al descubierto el frágil sistema sanitario venezolano.

El Estado es el responsable de garantizar la salud de las personas en Venezuela, pues, el 80 % de la población hace uso del sistema público de salud ante el poco poder adquisitivo que impide tener un seguro médico o asistir a consultas privadas.

Sin embargo, las débiles políticas sanitarias implementadas, no se corresponden con el contexto venezolano y se traducen en una vulneración a los derechos humanos y los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA).

Lea el informe completo aquí

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