Pobreza

La Emergencia Humanitaria Compleja en Venezuela persiste: Alarmantes cifras de pobreza, migración y carencias en servicios

Cerca de 8 millones de personas migraron en búsqueda de la calidad de vida que el Estado venezolano les ha negado. La salud y la educación son los derechos más vulnerados en medio de la Emergencia Humanitaria Compleja

Emmanuel Rivas

(11-01-2024) La Emergencia Humanitaria Compleja que, desde 2015, afecta Venezuela continúa dejando un rastro devastador en la población, esto de acuerdo con las últimas cifras presentadas por la plataforma HumVenezuela.

Los datos son alarmantes. Dejan en evidencia el sistemático deterioro de las condiciones de vida de las familias venezolanas y de cómo la situación se ha vuelto cada vez más crítica e insostenible, afectando a millones de personas en el país.

Pobreza multidimensional en aumento: 69,6 % en 2023

Aunque de acuerdo con la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi 2022) la pobreza extrema disminuyó en Venezuela, la desigualdad aumentó y fue lo que reflejó HumVenezuela en su informe.

La plataforma destacó que el 69,6 % de la población venezolana cerró el año 2023 en situación de pobreza multidimensional.

Este término hace referencia a las carencias que tienen las personas no solo a nivel económico, también en áreas como la educación y la salud, entre otros aspectos.

De este grupo, 14,2 millones de personas experimentan necesidades críticas, mientras que 4,2 millones llegarán a un estado severo de necesidad. 

Estas cifras reflejan la urgente necesidad que existe en Venezuela, de abordar la crisis humanitaria y crear políticas que vayan en beneficio de toda la población, en especial, de las más vulnerables. 

La inseguridad alimentaria aumentó al 45,2 %

Más de 13 millones de personas en Venezuela están afectadas por la falta de alimentos o por no poder llevar una dieta alimenticia adecuada.   

HumVenezuela señala que, a pesar de un aumento en la producción de alimentos, “la inseguridad alimentaria ha experimentado un preocupante aumento al 45,2 %”. 

Este dato es aún más alarmante al considerar que en marzo de 2022 la cifra estaba en 42,8 %.

Para ese mismo año, pero en el mes de agosto, el país tenía la tercera inflación alimentaria más alta del mundo (155 %), de acuerdo con el Banco Mundial. 

El informe revela que en 2023, el 91,6 % de los hogares se vio obligado a utilizar estrategias de sobrevivencia para garantizar su alimentación diaria.

A partir del año 2010, ha habido un notorio aumento en los índices de escasez de alimentos en Venezuela, prevaleciendo la subalimentación. 

De acuerdo con los informes anuales sobre «El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo», elaborados por la FAO, FIDA, OPS, WFP y UNICEF, este porcentaje ha aumentado significativamente, pasando del 2,5 % en el período de 2010-2012 al 22,9 % en el periodo de 2019-2021. 

Cifra similar a la entregada por el «Índice global del hambre» (Global Hunger Index – GHI 2021) desarrollado por el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI), se señala que Venezuela pasó de un nivel de escasez alimentaria bajo en 2012 con un 7,4 %, a un nivel crítico de escasez alimentaria, alcanzando el 22,2 % en el 2021 ocupando el puesto 82 de 116 países estudiados; siendo superada en la región solo por Haití, que registró un 32,8 % y ocupó el puesto 109.

87,8 % de los venezolanos dependen del sistema público de salud

Uno de los derechos más vulnerados en Venezuela, es el derecho a la salud. 

Basta con acudir a un hospital para darse cuenta de las carencias que ahí se viven: Falta de insumos, equipos dañados o desactualizados, infraestructura en mal estado, déficit de personal médico y de enfermería debido a la migración forzada, carencias en la alimentación de los pacientes y deficiencias en servicios como agua y electricidad. 

La Encuesta Nacional de Hospitales, realizada por la organización Médicos Por la Salud, evidenció, en octubre de 2023, que cerca del 70 % de los hospitales venezolanos, presenta fallas constantes en cuanto a la distribución de agua. 

El mismo documento señala que para julio de 2023, solo 22 % de las terapias intensivas contaban con agua corriente todos los días, mientras que en 73 % de las emergencias el envío de agua era intermitente. 

En el caso de los quirófanos, solo 31 % disponía de agua a diario.

Además, el 54 % de los hospitales reportaron haber sufrido fallas de eléctricas y en 32 % de los centros de salud, denunciaron fallas eléctricas más de tres veces por semana.

Las fallas de estos servicios impiden que se pueda garantizar el derecho a la salud de los venezolanos, aún más cuando, de acuerdo con HumVenezuela, el 87,8 % de la población depende del sistema sanitario público. 

Sin agua no hay vida 

El acceso al agua potable se ha convertido en uno de los servicios más exigidos por los venezolanos quienes, en muchas oportunidades, han tenido que ingeniárselas para poder tener agua en sus hogares, haciendo uso, incluso, de fuentes hídricas contaminadas. 

De acuerdo con el informe presentado por HumVenezuela, cerca del 69,1 % de la población venezolana no tiene acceso a agua potable de manera continua, con un aumento del 2,3 % desde 2022. 

Además, destaca la plataforma, que el 45,5 % enfrenta restricciones severas, y un 23,6 % carece por completo de conexión al sistema de acueductos.

61,6 % de NNA pudieran abandonar las aulas de clases 

La educación, que de acuerdo a nuestra Constitución, debe ser obligatoria, de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades, es otro de los derechos que el Estado ha vulnerado de manera sistemática. 

En 2023, el 61,6 % de niños, niñas y adolescentes (NNA) de 0 a 17 años se encontraba en riesgo de abandono escolar o fuera del sistema educativo, mientras que, el 82 % de los NNA no participó en actividades escolares de calidad, y más del 90 % enfrentó problemas relacionados con la infraestructura y servicios básicos dentro de las instituciones educativas.

A estas cifras hay que sumar que el Programa de Alimentación Escolar (PAE), es un servicio que no garantiza una buena alimentación a los millones de NNA que acuden a las escuelas públicas venezolanas, dependiendo, en buena parte, de la colaboración de los propios padres y representantes quienes, en medio de sus propias carencias alimenticias, deben llevar desde verduras hasta proteínas para que sus hijos e hijas reciban una alimentación medianamente aceptable. 

HumVenezuela destacó también que el 29,9 % de los niños, niñas y adolescentes venezolanos, se vio obligado a abandonar las aulas de clases para ingresar al mercado laboral, por lo general, de manera informal. 

Esto lleva a que los NNA venezolanos sean mucho más vulnerables a las diversas formas de esclavitud moderna, a las redes de trata y a la explotación sexual.  

Todo esta situación, llevó a que, de acuerdo con la plataforma R4V en su última actualización de noviembre 2023, ubicara la cifra de migrantes y refugiados venezolanos, en 7.722.579, de los cuales, más de 6.5 millones viven en América Latina. 

Aunque HumVenezuela asegura en su informe que esta cifra llega a los 8.9 millones de venezolanos que han salido del país desde el año 2015.

Esta migración forzada de venezolanos se debe, justamente, a la búsqueda de mejores oportunidades, de la calidad de vida y de la garantía de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA), además de civiles y políticos, que en Venezuela, hoy siguen siendo vulnerados  por el Estado, convirtiéndose -la migración- en una necesidad para los venezolanos que buscan vivir en dignidad.

 

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