Fuente original: La República. – Estados Unidos detuvo a Andry Hernández, un estilista venezolano, basándose en un tatuaje que interpretaron en su sistema de puntos como evidencia de afiliación al Tren de Aragua.
Estados Unidos empleó un sistema de puntos basado en tatuajes para relacionar a Andry Hernández, un estilista venezolano, al Tren de Aragua, una banda criminal originaria de Venezuela. Hernández fue detenido en su solicitud de asilo y deportado a El Salvador, luego de que un tatuaje con dos coronas, símbolo cultural de su pueblo natal, fuera interpretado como evidencia de afiliación a dicha pandilla. El caso evidencia la crudeza del sistema migratorio estadounidense, que puede basarse en interpretaciones cuestionables para tomar decisiones severas contra inmigrantes.
La historia de Hernández muestra cómo tatuajes pueden ser malinterpretados y cómo un sistema automatizado de evaluación puede afectar gravemente la vida de un inmigrante. Familiares y defensores legales exigen transparencia y justicia para Andry.

Los tatuajes de Andry Hernández
Andry José Hernández Romero, originario de Capacho Nuevo, Venezuela, fue detenido en Estados Unidos tras solicitar asilo alegando persecución política y por su orientación sexual. Su tatuaje con dos coronas, símbolo de la festividad religiosa local de Reyes Magos, fue clave para que las autoridades estadounidenses lo calificaran como miembro del Tren de Aragua, según un documento judicial obtenido por BBC Mundo.
Un funcionario que entrevistó a Hernández utilizó un formulario con un sistema de puntos llamado «Validación/Confirmación de Miembro de Grupo que Amenaza la Seguridad». Hernández obtuvo 5 puntos por el tatuaje, considerándolo como un sospechoso. Este sistema suma puntos según tatuajes, logotipos o actividades en redes sociales vinculadas al grupo criminal. Sin embargo, sus abogados indican que el único vínculo oficial es ese tatuaje, sin otras pruebas que respalden la acusación.
“Hasta ahora, ese formulario es el único documento del gobierno que vincula a Andry con el Tren de Aragua”, advirtió la directora ejecutiva de Immigrant Defenders Law Center, Lindsay Toczylowski, sobre la criminalización de los tatuajes.
El tatuador que hizo los tatuajes de Hernández también lamentó la situación por la que pasa Andry. “Si yo hubiera sabido que por esas coronitas se lo iban a llevar a la cárcel, nunca se las habría tatuado”, dijo José Manuel Mora a BBC Mundo.

Deportación de Andry Hernández a El Salvador
Tras meses en centros de detención en Estados Unidos, Hernández fue trasladado en marzo último a la megacárcel Webb County en Texas, y deportado poco después a El Salvador bajo la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, invocada por el gobierno para expulsar a miembros del Tren de Aragua. Desde entonces, se desconoce su paradero exacto, por lo que familiares y abogados temen por su seguridad.
La madre de Andry Hernández expresó su preocupación y dolor al no saber cómo se encuentra su hijo. “Estoy esperando noticias de mi niño. Quiero saber cómo está, cómo me lo están tratando, si le dieron agüita, si le dieron comidita a mi niño. Todos los días pienso en él y le pido a Dios que me lo devuelva”, dijo a BBC Mundo.
El caso de Andry Hernández ha causado revuelo en Estados Unidos, incluso el gobernador de California, Gavin Newsom, solicitó su regreso, mientras que cuatro congresistas estadounidenses pidieron pruebas de vida.
El fotoperiodista estadounidense Philip Holsinger relató la difícil situación del joven y relató en un artículo cómo el joven gritaba su inocencia. El periodista dijo que Andry vociferó: “¡No soy pandillero, soy gay, soy peluquero!”, mientras los guardias lo hacían callar a bofetadas y él, entre sollozos, llamaba a su madre. “Luego, hundió la cara entre las manos encadenadas y lloró mientras lo abofeteaban de nuevo”.