En Guasipati la oscuridad se volvió rutina

Hasta ocho horas sin electricidad al día alteran la vida y el trabajo en Guasipati, municipio Roscio, al sur del estado Bolívar, de acuerdo con el testimonio de los afectados


Fuente original: Crónica Uno. – Bolívar. En Guasipati, municipio Roscio del estado Bolívar, la luz se convirtió en un lujo intermitente. Los habitantes viven entre cortes eléctricos diarios que pueden extenderse hasta ocho horas. Una rutina que afecta comercios, servicios básicos y la seguridad del pueblo.

“Todos los días hay racionamiento de luz y a veces pasamos desde la mañana hasta las 11:00 p. m. sin electricidad”, cuenta Mariela, vecina de la zona, quien asegura que no hay estabilidad porque un día se va la luz en la mañana, otro en la tarde o en la noche.

La comunidad tuvo que organizar su rutina según el cronograma de cortes que circula de forma no oficial: cuatro horas sin luz para cada uno de los tres circuitos eléctricos.

“Algunos días repiten el corte y eso significa ocho horas sin luz para ciertos sectores”, explica Daniela, otra habitante

La falta de electricidad también obligó a los comerciantes a adaptar sus horarios a la disponibilidad del servicio eléctrico.

“Los negocios trabajan solo cuando hay luz. Hay restaurantes que dejaron de abrir de noche por la inseguridad. Sin un bombillo encendido la oscuridad es total”,comentó Mariela.

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Fotografía referencial | Crónica Uno

Los centros de servicios médicos y odontológicos solo atienden pacientes cuando hay energía eléctrica. Todas las semanas deben ajustar su horario según el plan de racionamiento.

Aunque algunas familias han logrado adquirir plantas eléctricas, no todos pueden hacerlo. 

“Se volvió una necesidad, pero la mayoría no tiene. Además, mantener una planta es casi imposible porque no hay combustible”, agrega Mariela.

Combustible escaso y costoso

La escasez de gasoil y gasolina agrava el panorama en Guasipati. “El gasoil es inexistente y la gasolina solo se consigue con revendedores, hasta en $3 o más el litro”, comenta. 

En el municipio, los pagos se hacen casi siempre en efectivo, en bolívares, lo que complica aún más la situación, en un contexto de hiperinflación y variaciones diarias del tipo de cambio. Esto sumado al descontrol que persiste en el sur de Bolívar con los métodos de pago.

“En Guasipati hay tres formas de pago: bolívares por transferencia, oro o dólares en efectivo. Pero los precios cambian dependiendo de si compras o vendes. Es un negocio redondo”,

Los habitantes de Guasipati aprendieron a medir el tiempo, no por las horas del reloj, sino por los momentos en que cuentan con el servicio eléctrico. 

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