Alimentación

El principal problema de las familias venezolanas es la subsistencia económica

Además de los problemas económicos de las familias, 80 % de los encuestados no pueden acceder a servicios básicos, según los diagnósticos comunitarios de Hum Venezuela

Crónica Uno

(19-08-2022) 99 % de los grupos familiares del país reporta problemas de subsistencia económica, de acuerdo con los diagnósticos comunitarios de Hum Venezuela. La ineficiencia de las instituciones públicas de sanidad y educación; así como el mal estado de los servicios de agua, gas y electricidad dejan a los venezolanos sin más opciones que recurrir a las empresas privadas.

Mientras tanto, los ingresos familiares no crecen a la velocidad de las cuentas del hogar.

Este es el caso de Eliana Castro, quien junto a su esposo mantiene a dos hijos en común y apoya económicamente a su madre. Además, su esposo envía un monto de manutención a su primera hija, quien vive en España.

Es muy difícil. Prescindieron del servicio que prestaba hace poco a un restaurante como community manager y los ingresos se ajustaron más. En mi casa solo ingresa lo de mi esposo. En comida se nos va muchísimo dinero y tenemos deudas de condominio y en el colegio de los chamos. No hemos podido ahorrar nada, admitió Castro.

Sumado a los problemas de subsistencia económica, 80 % de los encuestados informaron a Hum Venezuela que no podían acceder a servicios básicos. Castro contó que paga el servicio de electricidad de la empresa estatal Corpoelec, pero en el caso del agua, compra botellones debido a la baja calidad del agua de grifos.

40 % de los grupos familiares se ven obligados a comprar botellones de agua por falta de acceso al agua potable por acueductos. Asimismo, entre junio 2021 y marzo 2022 aumentó casi 10 % el porcentaje de grupos que debe abastecerse de agua en manantiales, lagos, ríos o caños.

En Distrito Capital, donde reside Castro, 70 % de las familias destina casi todo su presupuesto a cubrir gastos de comida y el porcentaje restante invierte la mitad del presupuesto.

Aumento del colegio

Para el año escolar que inicia en septiembre, los padres que tienen a sus hijos inscritos en colegios subvencionados también tendrán que afrontar el aumento de la matrícula.

En el caso de Eliana Castro pagaba 35 dólares por el colegio privado de su hijo y 10 dólares por el colegio católico de su hija mayor. El del varón aumentó el doble, por lo cual decidió inscribirlo en el de la niña. Sin embargo, el instituto religioso también pasará a cobrar 40 dólares por alumno.

Aún con deudas, para ella y para su esposo es impensable incorporar a sus hijos a planteles oficiales.

“Una de las cosas que me da miedo de las escuelas públicas es que las instalaciones quizás no tengan la seguridad necesaria en infraestructura y el cumplimiento de las actividades académicas”, dijo Castro.

En la encuesta de diagnóstico comunitario 75 % de los padres manifestaron que la planta física de las escuelas básicas se había deteriorado. 

Los aspectos con mayor deterioro continúan siendo las deficiencias de acceso a computadoras (92,5 %); servicios de internet (93,3 %); la falta de transporte (93,3 %); las fallas de agua (78,5 %); de electricidad (67,6 %) y el déficit de docentes (75 %).

El municipio Libertador fue la región con más familias que respondieron que los niños no reciben el Programa de Alimentación Escolar (PAE). Pero en las escuelas que sí tienen comedores abiertos se encontró que 53,5 % no recibe suministros en cantidades suficientes para todos los alumnos ni con la calidad nutricional adecuada.

La dependencia de los adultos mayores

Por otro lado, la calidad de vida de los adultos mayores depende cada vez más de la manutención de los hijos o familiares que aún trabajan. 

Para poder cubrir las rentas básicas del hogar de Lenys Martínez y su madre dependen de seis ingresos. Su madre es una trabajadora jubilada del Seguro Social y recibe su pensión, más una de “sobreviviente” que tiene desde que enviudó a su esposo.

Las pensiones suman 260 bolívares al mes que “alcanzan para cuatro tonterías”, detalló. 

Por su parte, Martínez tiene dos trabajos. En uno recibe un salario completamente en bolívares y en el segundo, además del sueldo base, tiene un bono en dólares.

“Hasta hace unos meses las pensiones eran de siete bolívares cada una, o sea, que todo el peso de la casa y el pago de servicios las tengo yo”.

De acuerdo con Martínez, los 300 bolívares de la trabajadora jubilada se destinan a un medicamento con el que trata sus dolores en las piernas y las pastillas de la tensión.

“Una persona mayor que no cuente con una ayuda externa, no puede sostenerse”.

Según la encuesta, 91,5 % de las familias no cuenta con protección financiera en salud y cada vez menos venezolanos cuentan con medios económicos para enfrentar gastos de salud.

El 89,4 % de la población depende de centros de salud públicos y en marzo 2022 se registró un aumento en la dependencia de hospitales o ambulatorios públicos (76,7 %).

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