El hospital de niños en Kiev que lucha por sobrevivir

BBC

En el sótano del principal hospital pediátrico en la capital de Ucrania, Kiev, madres y padres consuelan a sus hijos como pueden, haciendo lo posible por ocultar a sus niños sus sentimientos de horror e incredulidad.


(03-03-2022). Para estas familias huir de la ciudad no es una opción.

«Estos son pacientes que no pueden recibir tratamiento médico en el hogar, no pueden sobrevivir sin medicamentos, sin tratamiento médico y trabajadores médicos«, dijo el cirujano jefe del hospital, Volodymyr Zhovnir, a la prensa.

El hospital, llamado Okhmatdyt, es el más grande de su tipo en el país y se especializa en el tratamiento de niños con cáncer.

Normalmente tiene hasta 600 pacientes, pero ese número ahora es de alrededor de 200, informó la agencia Reuters.

La Organización Mundial de la Salud dijo el domingo que los hospitales de Ucrania se están quedando sin oxígeno.

«La situación del suministro de oxígeno se acerca a un punto muy peligroso en Ucrania», afirmaron en un comunicado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, y el director regional de la OMS para Europa, Hans Kluge.

Los camiones no pueden transportar suministros de oxígeno desde las plantas hasta los hospitales de todo el país, incluida la capital, Kiev.

Las imágenes a continuación son una ventana a la realidad diaria en el hospital de niños de Kiev, que recibió el lunes a periodistas.

Las madres intentan como pueden dar a sus hijos un sentimiento de resguardo, mientras crece el temor de una escalada aún mayor en la guerra.

Hasta el lunes, cuatro niños habían sido tratados por metralla y heridas de bala, víctimas de bombardeos y enfrentamientos entre fuerzas rusas y ucranianas. Uno de ellos se encontraba grave.

Este niño se encontraba con su familia en un auto cuando fue herido durante los ataques rusos. Su hermano menor de 6 años falleció.
Los sótanos son el único sitio seguro para estos niños. Otros, en cuidado intensivo, no pueden ser trasladados.

La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para Derechos Humanos, OHCHR por sus siglas en inglés, informó el 1 de marzo que entre el inicio de la invasión el 24 de febrero y la medianoche del 28 de febrero había registrado «136 civiles muertos, de los cuales 13 eran niños, y 400 civiles heridos, entre ellos 26 niños».

Sophia y Diana nacieron prematuras y permanecen en el refugio de emergencia.
La madre de las bebés, Kateryna, intenta calmar a Diana.

«La mayoría de estas bajas registradas se debieron al uso de armas explosivas con una amplia área de impacto, incluidos bombardeos de artillería pesada y sistemas de lanzamiento de cohetes múltiples, y ataques aéreos», agregó en un comunicado OHCHR.

«Estas son solo las bajas que pudimos verificar, y es probable que el número real sea mucho mayor«, aclaró.

El celular permite a este niño un escape momentáneo del temor.

No todos pueden ser trasladados al sótano. Los pacientes en cuidados intensivos que no se pueden mover han sido ubicados en las áreas menos vulnerables del edificio.

Funcionarios del hospital reponen el suministro de agua mientras la sirenas no ordenen bajar al refugio.
La constante presencia del personal médico es esencial para que estos niños sobrevivan.

«También hay que cuidar al personal, porque si mueren o se lesionan, ¿qué hacemos, quién va a atender a los pacientes?«, dijo un cirujano, Valery Bovkun, a Reuters.

Los pasillos se han transformado en la realidad diaria de estos niños.

«De todas las cosas, lo que más necesitamos es paz… todo esto es la punta de un iceberg… la gente, por ejemplo, me pregunta dónde comprar insulina para niños, las farmacias no están abiertas», señaló Zhovnir, el cirujano jefe.

El personal médico y las familias comparten la sensación de conmoción de los ucranianos al verse atrapados en un conflicto que pocos creían posible hace solo unos días.

El hospital normalmente trata de seis a siete niños al día por dolencias comunes como apendicitis, pero ese número se ha reducido drásticamente.

«No pueden haber desaparecido, simplemente no pueden venir aquí«, agregó Zhovnir.

La situación es igualmente desesperada en otros hospitales del país, como el de Chernihiv, a unos 150 km de Kiev, donde los explosivos diseminados en las calles significan que los niños que requieren tratamiento oncológico solo podrían ser evacuados por helicóptero, según informes de prensa.

Un papá lleva a su hijo a lo largo de los pasillos en el sótano del hospital.
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