Disminuyen los asesinatos de personas trans en Brasil, pero el número sigue siendo alto

Fuente: DW

Dossier anual de la Red Trans Brasil apunta a 111 muertes violentas de transexuales en 2021. Las muertes representan casi la mitad de todos los casos en América Latina y el Caribe.


(31-01-2022). Brasil registró, en el pasado, 111 asesinatos de travestis o transexuales. Los datos aparecen en la sexta edición del dossier anual producido por la Rede Trans Brasil, divulgado este sábado (29/01).

«La violencia dirigida a travestis, personas trans y personas de género diverso está vinculada a la desigualdad social, la violencia de género y racial», explica la geógrafa Sayonara Nogueira, presidenta del Instituto Brasileño de Educación Transgénero (IBTE) y una de las autoras del informe.

“La transfobia, el racismo, el sexismo y el clasismo van ligados y eso queda claro en las estadísticas que muestran a las travestis y mujeres negras trans como las más afectadas por esta violencia y violación de los derechos humanos”, añade.

Las 111 muertes representan casi la mitad de todos los casos en América Latina y el Caribe -227, según la misma institución- y confirman al país como el más transfóbico del mundo.

Brasil encabeza ranking de homicidios

El dato global más reciente es de la encuesta Monitoreo de Personas Trans Asesinadas, con una cosecha de octubre de 2020 a septiembre de 2021. Brasil encabeza el ranking con 125 homicidios, seguido de México, con 65.

Con una metodología diferente, la Asociación Nacional de Travestis y Transexuales de Brasil (Antra) divulgó este viernes un informe en el que se identificaron 140 muertes en 2021.

Datos preliminares del informe anual realizado por el Grupo Gay da Bahia (GGB) que da cuenta de la violencia contra las poblaciones LGBTQ, al que tuvo acceso DW Brasil, arrojan datos similares. Todavía en revisión, el relevamiento de la entidad debería registrar 300 asesinatos, de los cuales 114 son de personas transexuales y travestis.

Disminución, pero con reservas

La secuencia histórica del trabajo realizado por la Red Trans Brasil indica una reducción del 31% en los homicidios de 2020 a 2021, pero el dossier destaca que esa aparente buena noticia puede ocultar los resultados de un derecho social conquistado.

“Aparentemente hubo una disminución de casos, lo que puede deberse a la invisibilidad o al aumento del subregistro. Desde 2018 también tenemos la posibilidad de rectificar el nombre y el género en las oficinas del registro civil”, subraya el texto, señalando que muchas de estas víctimas pueden haber sido «registradas como personas cisgénero».

«Aunque el número total de muertes disminuya un poco, los números siguen siendo muy altos, inaceptables. Y estos números son solo la punta de un iceberg de sangre y violencia», comenta el sociólogo y antropólogo Luiz Mott, fundador del GGB y profesor en la Federal de Bahía.

Marcha del Orgullo LGBTQ en São Paulo en 2018

La mayoría de los homicidios por transfobia ocurrieron en el estado de São Paulo, con 18 registros. Luego aparecen Ceará, Pernambuco y Río de Janeiro, todos con 10 casos cada uno. Las regiones Nordeste y Sudeste registraron la mayoría de las ocurrencias: ambas con 35%.

A modo de comparación, el Anuario Brasileño de Seguridad Pública 2021 trae a Río de Janeiro, seguido de Bahía y solo después de São Paulo, como los campeones de los asesinatos en general en el país.

En la encuesta realizada por la Red Trans Brasil, las mujeres brasileñas asesinadas en enero del año pasado en Portugal y en mayo en Italia no fueron incluidas, ya que el informe ubica la cuestión en territorio brasileño.

El expediente también registró que hubo, en el período, 59 tentativas de homicidio contra personas trans en el país.

Aumento de asesinatos de mujeres trans

Además, el expediente muestra que la proporción de mujeres trans asesinadas ha aumentado. En 2020 eran el 96% del total – ahora son el 97,3%.

Como explica la geógrafa Nogueira, esta discrepancia entre hombres y mujeres trans indica una “doble violencia de género”, es decir, los hace más vulnerables tanto por ser transexuales como por ser mujeres.

En cuanto al grupo de edad, la mayoría (51%) de las víctimas tenían entre 21 y 30 años. Cinco eran menores de edad: uno tenía 13 años, dos tenían 16 y dos tenían 17. Del total, el 63% de las personas asesinadas no eran blancas.

La mayoría de las víctimas (82,1%) eran trabajadoras sexuales. “Esta situación demuestra la exclusión de travestis, transexuales y personas de diferente género del mercado laboral formal”, señala el dossier.

La obra los expone «más expuestos a las innumerables violencias que se dan en la calle, que van desde la explotación sexual hasta los robos, intentos de homicidio, agresiones y violencia psicológica», dice el texto.

“Sabemos que las personas trans tienen varias vulnerabilidades, que empiezan desde la niñez. Muchas veces no son reconocidas por sus propias familias. Hay estudios que demuestran que terminan saliendo de casa entre los 13 y los 16 años y muchas, sin oportunidades, recurriendo al trabajo sexual, lo que conduce a otras vulnerabilidades», analiza el pedagogo Toni Reis, director-presidente de la Alianza Nacional LGBTI+ y presidente de la Asociación Brasileña de Familias Homotransafectivas.

Muertes violentas

Se utilizaron armas de fuego en el 43,5% de los casos y heridas de arma blanca en el 21,7%. El informe agrupa bajo el epígrafe «uso de la violencia», el 34,8% de los registros, los casos de muertes por garrotes, piedras, martillos, tijeras, atropellos dolosos, estrangulamiento, asfixia e incendio.

“La muerte de 111 personas tiene que traer un reflejo a toda la sociedad: familias, empresas, religiones, etc”, comenta Reis. “Necesitamos respetar la pluralidad, la singularidad y la forma en que las personas quieren vivir sus vidas, sus expresiones de género y cómo cada uno quiere comportarse, vestirse”.

Atento al tema de la violencia psicológica, el informe también trae casos de suicidio por parte de personas trans. Fueron 17 en 2021, menos que los 22 de 2020, pero más que los 12 de 2016, el primer año de la serie histórica.

“Nos dimos cuenta de que, lamentablemente, dentro de la comunidad LGBTI+, las personas trans son las más discriminadas”, agrega Reis. “Son expulsadas ​​por los prejuicios y la discriminación. En ese sentido, es fundamental que trabajemos para reducir este estigma”.

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