Al menos 10 familias están afectadas por la rotura de la tubería matriz de aguas servidas en la calle Caruto del barrio Unión, municipio Sucre. Desde hace más de siete años, los vecinos esperan que las autoridades les brinden ayuda, pero han debido resolver por su cuenta.
(28-04-2022). Desde 2015 llueve dentro de la casa de Clarisa Gil. Las aguas servidas salen por el inodoro, el fregadero y el lavamanos de su casa, en temporada de lluvia, por el colapso de tuberías de aguas negras de la calle Caruto, en el barrio Unión de Petare.
La causa de ese problema, según Clarisa Gil, residente del sector, se debe a la rotura de la tubería matriz de aguas servidas de Caruto, que desde el principio afectó la cañería de su vivienda. Luego, la situación se fue agravó y varios vecinos tuvieron el mismo problema con sus drenajes.
Al menos 10 familias están afectadas por esta situación en la calle Caruto, sin que alguna autoridad del municipio Sucre o la gobernación del estado Miranda les preste ayuda desde hace más de siete años.
Solución por mano propia
Gil fue la primera vecina afectada por el desborde de aguas negras. Mostró a Crónica.Uno el daño que ha ocasionado la filtración en su sótano. El agua ha hecho daño en las paredes, el piso y las columnas de su vivienda.
“Una vez llovió muy fuerte y todo el sótano se inundó, tuvimos que sacar agua con tobos. La inundación fue de 1.20 metros de alto. Me pasaba más que todo al inicio de todo esto, uno no podía ni ir al baño porque se tapaba la poceta, y todo de aguas negras”. comentó Gil desesperada.
Actualmente, Gil no ha tenido más problemas con el drenaje porque hizo uno improvisado, que expulsa las aguas negras de su casa a otra calle, que conecta directamente con el río Guaire. Sin embargo, el deterioro causado en su casa mantiene en alerta a su familia.
“Tengo un informe de protección civil que estipula claramente que los daños ocasionados en el sótano de mi casa se deben a la cloaca tapada y la rotura de la cañería principal de la calle y que el gobierno debe darme una indemnización”, contó.
Cañerías directo a la calle
Aparte del problema con el desagüe en las viviendas, la calle Caruto está desbordada de aguas negras porque los vecinos se vieron en la obligación de conectar sus cañerías directo a la calle.
Además, en años anteriores (los vecinos no pudieron precisar la fecha) la Alcaldía del municipio Sucre, ordenó cavar un hueco para que el agua tuviera una vía de escape. Esta alternativa no funcionó.
La calle Caruto es prácticamente un lago negro. “Cuando llueve es peor, el olor es insoportable y las ratas se meten a las casas como Pedro por su casa”, contó Keddy Moreno, líder comunitaria. En esa misma zona hay un comedor para adultos mayores que también resulta afectado.
El agujero de esa calle, que los vecinos describen como un cráter, representa un peligro latente para los residentes y los visitantes. Los vecinos no pueden atravesar el gran charco porque podrían caerse. Algunos optan por dar la vuelta completa al sector, a través de una escalera que conecta con la calle principal de Petare.
“Ese no es un huequito es un huecote. Ahí tu metes una cabilla y se hunde. Ese hueco debe pasar los ochos metros. Muchos han tenido accidentes en carro, en camiones y hasta motorizados que han terminado con roturas. El que no sabe que eso es un hueco, se va por ahí”, explicó Ana Trons, vecina de la comunidad.
El empozamiento de las aguas negras ha ocasionado que el asfalto se torne sumamente baboso. Cualquier vecino que pase por esa área podría resbalarse en un descuido, alerta.
Trons comentó que una vecina de la tercera edad, que padecía cáncer, se resbaló al tratar de cruzar por el agua empozada y se cayó. Se golpeó muy fuerte la cabeza y desde entonces su salud se deterioró mucho más, hasta que falleció.
Sin respuesta de las autoridades
Clarisa Gil comentó que desde el 2015 han tenido conversaciones con la alcaldía de Sucre. Cuando Carlos Ocariz estaba en gestión, el gobierno municipal mandó a inspeccionar el problema, pero de acuerdo con Gil ese trabajo se perdió. “Yo tengo un expediente enorme de mi caso. Ellos conocen el problema”.
Trons agregó que en diversas ocasiones han intentado que el gobierno atienda su problema. “Hace como dos años hablé con el alcalde José Vicente Rangel para que viniera a ver la situación, y la respuesta de él fue que si yo no sabía cuánto valía un saco de cemento. Él ha hecho caso omiso a ese problema”
Los habitantes de la calle Caruto piden a las autoridades que hagan las reparaciones que, precisa Gil, incluye el reemplazo de la tubería principal de aguas negras y rehabilitar la calle.