Discapacidad

Desde hace 17 años el transporte público es un obstáculo diario para Javier y su silla de ruedas

Nelly Goncalves, presidenta de Asodeco, aseguró que en Venezuela no hay un sistema que garantice la movilidad para personas con discapacidad, porque el transporte público carece de elementos básicos como barandas o rampas

Crónica Uno

(06-02-2025) Todos los días, Javier empuja las ruedas de su silla con sus manos, llenas de callosidades que narran 17 años de resistencia. Cada mañana, este barbero caraqueño, de 36 años de edad, atraviesa tres kilómetros de asfalto agrietado, con huecos y desniveles para llegar a su local en una de las torres de Parque Central.

Su travesía no es elección: desde que una bacteria atacó su médula espinal en 2008, lo redujo movilidad. Desde entonces, el transporte público, en todas sus modalidades, le dio la espalda.

«El transporte público para mí es un calvario. Las unidades no están adaptadas para mi discapacidad», enfatizó, mientras esquiva baches en la avenida Panteón.

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Debe recorrer más de tres kilometros en su silla de rueda. / Foto: Crónica.Uno

Javier también ofrece servicios de barbería a domicilio, lo que lo ha llevado a rodar a bordo de su silla desde la avenida Panteón hasta Petare. De hecho, prefiere andar por las calles por sus propios medios, antes que tomar algún transporte, pues siente que estorba en el pasillo de los autobuses.

La historia de Javier es un espejo de las 1.300.000.000 de personas con discapacidad que documenta el Banco Mundial (15 % de la población global). De estos, una quinta parte experimenta discapacidad considerable.

En Venezuela, la cifra se diluye en la desidia, que hace casi imposible conocer datos oficiales actualizados. Nelly Goncalves, de la Asociación para el Desarrollo de Educación Complementaria (Asodeco), lo recalcó que el transporte público no inclusivo y las barreras de la ciudad condenan a las personas con discapacidad a quedarse en su casa, se vulneran todos sus derechos.

“Se pierde un talento que puede aportar mucho a la sociedad y se descarta la vida plena de estos seres humanos”, indicó.

Incumplimiento excluyente

Javier también se ha encontrado con dificultades en el transporte privado. “Los conductores de Yummy (una aplicación por la que se gestionan servicios de taxis) aceptan el viaje, pero cuando llegan y me ven, me dicen que no me pueden llevar”.

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El transporte público no es inclusivo para personas con discapacidad./ Fot0: Crónica.Uno

Aunque la Ley para Personas con Discapacidad, en su artículo 37, exige unidades adaptadas, la realidad es un viacrucis.

Javier contó a Crónica Uno cómo, pese a los esfuerzos, en opciones como el BusCaracas, que cuenta con un sistema para facilitar viajes para personas con silla de ruedas, los tiempos de espera pueden extenderse por más de una hora.

“Hay muy pocas unidades y se tardan mucho. El tiempo también es una barrera para mí”.

A veces Javier intenta agarrar camionetas, pero igual debe esperar bastante y ver si el chofer le permite subir a la unidad. “La mayoría no se paran porque me ven como una carga”. 

Goncalves denunció que en Venezuela es prácticamente inexistente un sistema de movilidad accesible para personas con discapacidad. Al respecto, destacó la falta de infraestructura básica como barandas, rampas o sistemas adaptados para el acceso a autobuses en puntos clave como paradas de transporte público y el Metro de Caracas.

“Lamentablemente, las leyes establecidas para personas con discapacidad no se cumplen. Ni 5 % del transporte es inclusivo”.

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El Metro de Caracas 

Alberto Nieves, miembro de la ONG Familia Metro, aseveró que el Metro de Caracas no es inclusivo para personas con discapacidad por la falta de formación del personal operativo. Además, se suman las fallas en las escaleras mecánicas que impiden el acceso adecuado de las personas. 

Para Fabiola Zerga, usaria del Metro, calificó al sistema como “una montaña de emociones”, pues la infraestructura le impide desplazarse con libertad. “Las escaleras están inoperativas y los ascensores son utilizados para cargar cajas”. 

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Las escaleras mecánicas no funcionan en su mayoría./ Fotografía: Tairy Gamboa

Cuando Fabiola se acerca a la puerta que está en los torniquetes, siempre está cerrada y, al pedirle ayuda al personal, se la niegan. Para ella, las limitaciones las pone la sociedad por la falta de empatía. 

“En hora pico no hay discapacidad que valga. Las personas te pasan por encima para entrar al Metro y no tienen conciencia de uno. Es la lucha del más fuerte”, describió.

Sin anuncios para otras discapacidades 

Juan Álvarez en ocasiones ha tomado el tren equivocado en la línea 2 del Metro de Caracas porque no hay avisos o señalizaciones que indiquen a dónde se dirige el tren. 

“Iba para las adjuntas y terminé en la estación Zoológico. Tampoco sé cuando hay retraso o fallas en el servicio porque todo lo comunican por el parlante”. 

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Javier espera más de una hora por el BusCaracas./ Foto: Crónica.Uno

Cira Morán, coordinadora de la Asociación de Sordos de Caracas, explicó que la carencia de señalizaciones para personas con discapacidad auditiva son una limitante. Esto les impide saber dónde están ubicados o hacia dónde deben ir. 

Agregó que en Venezuela no existe un plan inclusivo dentro del transporte público para las personas con discapacidad auditiva. “Las camionetas deben tener un botón de parada que le indique a”. 

Educar para incluir

Los expertos entrevistados por Crónica Uno para este trabajo coincidieron en que las personas con discapacidad no solo enfrentan diversos obstáculos en el transporte público, sino que existe una falta de educación en la sociedad. 

Mientras, Javier sigue su camino, sobre sus propias ruedas. De este a oeste de la ciudad, para ejercer su oficio y ganarse la vida. Así, convierte cada viaje en un testimonio de su resistencia.

En Caracas, donde las rampas son lujos y las miradas incómodas persisten, Javier pedalea contra un sistema que prefiere no verlo. Su silla, más que un vehículo, es un manifiesto rodante.

Javier consideró que las limitaciones la impone la sociedad./ Fotógrafo

“Se deben crear campañas masivas para que haya conciencia y respeto en la sociedad hacia los derechos y deberes de las personas con discapacidad”, aseveró Goncalves.

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