Personas trans

David comenzó su transición aunque el Estado venezolano no le brinde garantías a las personas trans

David Pinto, de 24 años, costea su tratamiento hormonal aunque tiene un trabajo informal, ya que le cuesta conseguir empleo por ser un hombre trans. En Venezuela pocas personas trans pueden tener acceso a los tratamientos hormonales debido a su alto costo y a la escasez. 

Yohana Marra/Crónica Uno

(13-12-2021) Desde niño a David Pinto lo llevaron al psicólogo y al neurólogo. Su abuela insistía en que él tenía “algo raro” porque no le gustaba usar sandalias ni los vestidos que le ponía su mamá. Su madre había parido a una niña y se resistía a los cambios que manifestaba. Él se sentía un hombre aunque biológicamente no lo era.  

Yo tenía mucho rechazo con las sandalias. Le dije a mi mamá que quería usar zapatos deportivos porque yo era un niño y mi mamá insistió en que yo tenía que usar colitas, vestidos y sandalias porque era una niña, dijo el joven de 24 años.

A los 20 años comenzó su transición a hombre trans. Acudió a internet para buscar información acerca del tratamiento hormonal, aunque no tenía recursos económicos para costearlo, y descubrió a la Fundación Unitrans, en el Hospital Vargas de Caracas.

La organización brinda consultas gratuitas a las personas trans y además tiene un convenio con la Asociación Civil de Planificación Familiar (Plafam). La creó el médico urólogo José Gregorio Álvarez, quien por compromisos laborales se ha alejado y actualmente está al frente la médico endocrino Teresa Rossamondo. 

El requisito para la primera consulta con el endocrino es tener tres meses en tratamiento psicológico y someterse a una serie de evaluaciones físicas y de laboratorio de rutina.

Quiteria Franco, directora de la organización Unión Afirmativa, explicó que las personas trans deben respetar un protocolo internacional cuando inician el tratamiento. Por ejemplo: acudir a consultas con un psicólogo, un endocrino, un ginecólogo, entre otros especialistas. 

En Venezuela se están saltando ese protocolo pero hay que cumplirlo. El Estado no tiene políticas públicas para la transición, explicó, durante un foro propiciado por Unión Afirmativa con hombres trans. 

Personas trans abandonan tratamientos por altos costos 

A pesar de lo caro que es costear las hormonas masculinas David comenzó a consumirlas bajo prescripción médica. Antes tuvo que practicarse una serie de exámenes de laboratorio que también salieron costosos.

La discriminación que viven las personas de la comunidad de lesbianas, gais, bisexuales, trans, intersex y queer (LGBTIQ) les impide conseguir un empleo formal, las chicas y chicos trans no son la excepción. Este es uno de los principales desafíos que tienen para pagar los tratamientos, por eso algunos los abandonan y pierden parte de los cambios que logran en su cuerpo. 

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pide los Estados que investiguen y erradiquen la discriminación y la violencia contra las personas trans, no binarias y de género diverso. Este 20 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Memoria Trans con la finalidad de honrar a las personas trans que fueron asesinadas por prejuicios.

En Venezuela se han registrado al menos 16 crímenes de odio entre el 28 de febrero y el 6 de octubre, de acuerdo con el registro de la organización Caleidoscopio Humano y activistas de los derechos humanos de la comunidad LGBTIQ.

#CIDH honra la memoria de personas trans, no binarias y de género diverso asesinadas por prejuicio contra sus identidades y expresiones de género. Los Estados deben investigar de oficio, reparar a las víctimas y erradicar la discriminación y violencia. #DerechosHumanos pic.twitter.com/ornHFkqLuv

— CIDH – IACHR (@CIDH) November 20, 2021

Aunado a los precios del tratamiento hormonal está la escasez. Quienes inician su transición tienen pocas alternativas para encontrar las hormonas y algunos las obtienen en Cúcuta, Colombia. En el foro organizado por Unión Afirmativa contaron que, aproximadamente en 2018, se presentaron casos de personas trans desesperadas que optaron por hormonas de animales, un severo riesgo para su salud.

En el caso de David, debe consumir testosterona cada 15 días, pero se la aplica cada 21 días porque la caja de 10 ampollas cuesta 50 dólares y no dispone de suficiente dinero para comprarla con regularidad. Él mismo aprendió a inyectarse.

Yo entreno y quemo testosterona y mientras más entreno más consumo, por ende debería usarla regularmente. Adicional a eso debo consumir calcio porque tengo osteopenia en la rodilla derecha por la cantidad de hormonas que consumo y el calcio es caro.

Dos años después de asumir su identidad de género, y en tratamiento hormonal, David se operó. El 24 de julio de 2020 se practicó una mastectomía en el Hospital Vargas. Gastó al menos 150 dólares entre los exámenes preoperatorios y los insumos para la intervención antes de la pandemia. En ese momento trabajaba en Plafam y pidió un préstamo para costear todo el proceso. Durante cinco meses no cobró su salario.

Continuar leyendo aquí

¡Suscríbete a nuestro boletín!

Noticias relacionadas