Contrato con Siemens para sector eléctrico llega después de cinco planes en 20 años que no han visto luz

Crónica.Uno

El anuncio de contratos de la empresa alemana Siemens con Venezuela para reconstruir centrales termoeléctricas es el más reciente intento, desde 2020, para recuperar el sistema eléctrico, que inició un imparable deterioro desde 2002. Ninguno de los planes o propósitos hechos públicos durante 13 gestiones ministeriales prosperó en el tiempo, a pesar de casos donde hubo gastos colosales.


El reciente anuncio de la empresa alemana Siemens en Venezuela de iniciar contratos con el país para recuperar la disminuida generación termoeléctrica destinada a Caracas y a la industria petrolera, pone un particular foco de luz a las carencias del sistema eléctrico nacional.

La información difundida por Bloomberg no aclara los alcances del nuevo convenio sobre electrificación. Sin embargo, deja a la vista la existencia no solo de una posible emergencia eléctrica que el gobierno de Nicolás Maduro no puede solapar, sino también un historial de planes sin concretar para mejorar la generación termoeléctrica. Ante eso, en el sector se apuesta a que el anuncio de Siemens no sea otro más.

En 20 años, anuncios de emergencia, de programas eléctricos; iniciativas sin planificación y otras sin ejecución a pesar de los gastos realizados, son los únicos rastros que la gestión ministerial ha dejado, hasta el día de hoy, para alargar la vida al debilitado servicio, en todas sus fases.

En 2021, solamente siete unidades termoeléctricas de las 33 que surten a la capital y ciudades aledañas estaban operativas. Además, casi 90 % de los 4000 MW de capacidad instalada termoeléctrica en los estados Miranda y Vargas, que constituían su principal oferta, estaba inservible, según fuentes del sistema de electricidad.

Termoeléctrica Tacoa en La Guaira . Foto: VTV
Sistema eléctrico sin planes 

La red  venezolana de generación, transmisión y distribución que fue referencia en América Latina hace más de 30 años, no ha contado a lo largo de los años con acometidas reales en términos de continuidad, calidad, confiabilidad y sostenibilidad, para llevar luz a los venezolanos. Y así ha llegado a 2022. “Esto ha derivado en un sistema a la par del continente africano”, señala el consultor internacional José Aguilar.

Las causas de no poder disponer de un servicio eléctrico regular, asegura, no han sido la falta de tiempo ni de oportunidades ni de recursos financieros:

“Se socavó el margen de reserva operativa en los primeros cuatro años. Se invirtieron los papeles en la segregación exitosa de potencia instalada en el siglo XX y se desbocó la más descabellada expansión termoeléctrica de casi 135 años de la era eléctrica de Venezuela”, refiere Aguilar.

Cuando concluyó el siglo XX, Venezuela tenía 4000 MW de reserva operativa. Ofrecía 20.000 MW de capacidad instalada, repartidos en 70 % en hidroelectricidad y 30 % en termoelectricidad. Esta última tenía una disponibilidad de 70 %, con lo cual se podía afrontar demandas cercanas a los 15.00l MW.

Casi dos décadas después, la producción de MW ha desmejorado. En 2019, por ejemplo, la generación termoeléctrica tenía una capacidad instalada de 20.389,03 pero una disponibilidad de 19,22 %, según estudio de Infraestructura Eléctrica de la CVC.

Planes que no fueron

1 Plan de Expansión de Centrales Termoeléctricas

Entre 2002 y 2008, durante la gestión del ministro para la Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, se anunció el programa que contemplaba la entrada en operaciones de cinco de estas, entre 2006 y 2007. Fueron Planta Alberto Lovera y Planta San Diego Cabrutica, ambas en Anzoátegui; Planta Ezequiel Zamora, en Guárico; Planta La Raiza, en Miranda; y Planta Cumaná, en Sucre. Además, se preveía en esos años la rehabilitación de Planta Centro, en Carabobo; y Planta Termobarrancas II, en Barinas.

Unas quedaron activas pero incompletas hasta cinco años después y otras ni siquiera arrancaron. El atraso ocasionó consecuencias irreparables. “Las unidades de estas plantas fueron cayendo una a una”, dice Aguilar.

Entre los proyectos atrasados y de rehabilitación no culminados quedaron en el aire 3764 MW, señalan estudios realizados. Para 2008, la disponibilidad del parque térmico solo llegaba a 27 % de 37 % de capacidad instalada. El 50 % del parque de generación técnica tenía más de 25 años.

2 Plan de Emergencia Eléctrica.

Entre 2010 y 2012, en su segundo periodo de gestión y con cortas ausencias, el ministro de Energía Eléctrica, Alí Rodríguez Araque, ejecuta la llamada “emergencia eléctrica”, por decreto presidencial de Hugo Chávez. El plan incluyó la participación de cubanos. Se destinó el financiamiento de 500 millones de dólares, obtenidos de un préstamo con la CAF, para el Programa de Fortalecimiento del Sistema Eléctrico Nacional que contemplaba la ejecución de varios proyectos que incorporarían 16.195 MW de generación con miras al año 2015.

En este plan aparecieron contratos exprés millonarios, sin licitación, que no resolvieron el problema eléctrico. Esto, a pesar de que los recursos debían apoyar proyectos de energía para garantizar “la continuidad del servicio eléctrico en el corto plazo, dentro de una visión estratégica de largo plazo”, indicó una nota de prensa de la CAF en esa ocasión. El objetivo no se cumplió.

3 Plan de “eficiencia o nada”.

Entre 2013 y 2015,  Jesse Chacón, el primer ministro militar frente al despacho de Energía Eléctrica, y de Corpoelec, anunció un plan para mejorar el deficitario servicio eléctrico en 100 días. Durante su gestión, suscribió dos préstamos. Ninguno benefició las centrales termoeléctricas

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El primero, el 4 de noviembre de 2013, con la CAF por la cantidad de 300 millones de dólares para un plan de Consolidación de los Sistemas de Transmisión en las Regiones Occidental y Oriental y Mejoras en las Redes de Distribución a Nivel Nacional. Con este se pretendía incorporar 1076 MVA adicionales en capacidad de transformación, además de nuevas subestaciones, transformadores e interruptores para esas regiones.

Subestación eléctrica en estado Zulia. Foto: VTV

El segundo, el 8 de agosto de 2014, también con la CAF, fue un convenio de cooperación técnica no reembolsable para desarrollar proyectos para “fortalecer el Sistema Eléctrico Nacional”. Además, anunció varios proyectos junto con la CAF, como el cable sub-lacustre del Lago de Maracaibo y otro en los Valles del Tuy. También mencionó la modernización de parques de generación. “Tenemos una obsolescencia completa en el parque turbo vapor”, dijo Chacón en esa oportunidad. Los planes no se concretaron.

También suscribió dos documentos complementarios para la represa Tocoma, por un monto de 1046 millones de dólares. “Este proyecto presentó más de seis años de retraso y con un incremento del costo original de 272 %”, señaló un informe de Transparencia Venezuela.

 4 Plan de recuperación después del apagón

Después del apagón nacional del 7 de marzo de 2019, el recién designado y duodécimo ministro de Energía Eléctrica, Freddy Brito Maestre, asumió “continuar los trabajos de recuperación del sistema eléctrico”. Así lo informó Maduro, mientras persistían las largas interrupciones de electricidad en todo el territorio nacional. Sin embargo, no hubo planes concretos. Solo se informó oficialmente de un encuentro de cooperación con el embajador de Sudáfrica en Venezuela, Joseph Nkosi, “para aportar soluciones efectivas para lograr la estabilización del sistema eléctrico en la nación africana”.

También, en diciembre de 2019, la cuestionada Asamblea Nacional pretendió aprobar un proyecto de ley de asistencia financiera y técnica ante la emergencia humanitaria del servicio eléctrico nacional. Consistía en un préstamo de la CAF por 350 millones de dólares. El plan fue propuesto por el Grupo Boston, compuesto por diputados y exdiputados del chavismo y de varios partidos de oposición. Y, ante la controversia por falta de transparencia, quedó engavetado.

5  Programas de paneles solares

El ministro de Energía Eléctrica, Néstor Reverol Torres, encargado del manejo de la electricidad desde 2020, anunció recientemente que Venezuela explora un plan con energía solar para dar “estabilidad y confiabilidad” al sistema eléctrico. Esto en acuerdo con la Alianza Solar Internacional (ISA). Mientras, las interrupciones eléctricas, ante las insuficiencias de termoelectricidad por la falta de gas y diésel, son más recurrentes.

En 2020 fue instalado el primer sistema fotovoltaico en el país, ubicado en el estado Guárico

Desde el 23 de agosto pasado, cuando se difundió el anuncio de Siemens, Reverol Torres no ha se ha referido a los contratos de electrificación. Tampoco ha explicado cómo se obtendrá el gas y diésel para devolverle 1000 MW sin pestañeos a la Gran Caracas, y hacer operativa la termoelectricidad en todo el territorio nacional.

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