Durante el conversatorio que contó con la participación de activistas feministas de Venezuela, Perú, Colombia y Argentina la organización dio a conocer este documento que visibiliza las cifras de feminicidios de venezolanas dentro y fuera del país
Yennifer Calvo Bello/Caleidoscopio Humano
El pasado martes 30 de mayo, investigadoras y activistas feministas de Venezuela, Perú, Colombia y Argentina intercambiaron experiencias sobre la profundización de la violencia de género en estos países, en el marco de la presentación del último informe de la organización Caleidoscopio Humano: Violencia machista: son vidas, no números.
Documento que, basado en el monitoreo, documentación y difusión del proyecto MonitorDescaVe; presenta las cifras de feminicidios de venezolanas, dentro y fuera de Venezuela durante el año 2022, reflejadas en medios de comunicación en el país, ante la ausencia de cifras oficiales y el silencio del Estado venezolano.
El evento híbrido, moderado por la periodista venezolana María Alejandra Silva, se llevó a cabo, de forma presencial, en la sala tres de la biblioteca de la plaza Los Palos Grandes, en Chacao y de forma virtual vía Zoom.
Por Venezuela, participaron la periodista y activista feminista Gabriela Buada Blondell, directora de Caleidoscopio Humano y Nataly Carvajal, politóloga e investigadora de Caleidoscopio Humano.
Mientras que como invitadas internacionales estuvieron presentes las activistas feministas: Nadia Lazo Rivera, investigadora especializada en temas de violencia de género (Perú); Gabriela Chácon, directora del Observatorio de Asuntos de Género del Norte de Santander (Colombia); y María Fernández Camacho, integrante de la Red de Periodistas por una Comunicación No Sexista (Red PAR) y miembro de la plataforma Comunicar por la Igualdad (Argentina).
Gabriela Buada inició haciendo un balance del contexto venezolano, resaltando que en el país hay opacidad informativa, hegemonía comunicacional y ausencia total de cifras oficiales y campañas educativas, es por ello que, visibilizar la violencia basada en género (VBG), se hace cuesta arriba.
Además, enfatizó en que como sociedad hemos normalizado situaciones, noticias o chistes que profundizan la violencia de género y es allí donde radica la importancia de que hablemos del tema y se exija la creación de políticas públicas efectivas que reduzcan todos los tipos de violencia contra la mujeres.
«A partir de este monitoreo y correcta visibilización de los casos de VBG y feminicidios pretendemos sensibilizar a la sociedad y exigir al Estado venezolano campañas de prevención», agregó.
Venezuela: entre la falta de estadísticas oficiales y la invisibilización de mujeres trans
Nataly Carvajal, durante su participación, ofreció un balance de los datos más preocupantes que hallaron durante la elaboración del informe: Violencia machista: Son vidas, no números; e insistió en que el Estado venezolano no genera políticas públicas para erradicar la violencia de género.
«La ausencia de cifras oficiales nos impide conocer la realidad de la VBG en Venezuela. Las organizaciones no gubernamentales nos vemos en la obligación de recoger las cifras que el Estado no recopila ni pública», sostuvo.
Destacó que durante el año 2022, se registraron, de acuerdo con el monitoreo de Caleidoscopio Humano, 177 feminicidios en Venezuela y 45 feminicidios de mujeres venezolanas en el exterior, 30 de ellos en Colombia.
La edad promedio de las víctimas en Venezuela fue de 33 años, en su mayoría madres jóvenes con parejas iracundas o con problemas de bebida. La causa de muerte más frecuente fue por arma de fuego.
Por su parte, María Alejandra Silva se refirió a los feminicidios de las mujeres trans en Venezuela y cómo estos generan preocupación, debido a que muchos de ellos están vinculados a ideologías de odio contra la población LGBTIQ+.
De acuerdo con el informe citado, los asesinatos de las mujeres trans son invisibilizados y tratados como un asesinato común, debido a que en el país no hay una regulación sobre el cambio de sexo o identidad, esto trae como consecuencia la vulneración de los derechos y la impunidad.
Continuando con el documento, este también destaca la participación de los medios de comunicación en la visibilización de la violencia de género y ofrece recomendaciones para orientar a los periodistas y que estos puedan dar la cobertura correcta a estos casos.
“En la cobertura periodística de la violencia basada en género y los femicidios es deber respetar el derecho a la intimidad de las víctimas a la hora de difundir la noticia”, se lee en el informe.
Perú: Con cifras oficiales, pero sin variables de identidad y expresión de género
Nadia Lazo Rivera, investigadora especializada en temas de violencia de género, destacó que, hasta el mes de abril de este 2023, en Perú se han registrado 59 feminicidios y 95 casos de tentativa de feminicidios, de acuerdo con estadísticas del Programa Nacional para la Prevención y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres e Integrantes del Grupo Familiar.
“La violencia de género es un problema transversal que debe conocerse para crear políticas públicas de prevención, atención, persecución de este delito y garantías de no repetición», expresó.
La investigadora especializada en temas de violencia de género hizo énfasis en los asesinatos de mujeres trans en su país. “Hemos conocido seis casos de mujeres trans asesinadas en Perú, en un contexto de mafias de explotación sexual», reveló.
Agregó que el Estado no tiene variables de identidad y expresión de género integradas en sus estadísticas y, además, la cobertura mediática de estos casos es revictimizante.
De acuerdo con Lazo Rivera, son las familias de las víctimas, los sobrevivientes y las ONG quienes han venido luchando para que estas variables se incorporen y evitar así perpetuar la violencia a través de la invisibilización.
Colombia: Mujeres migrantes sufren doble victimización
La activista feminista y Directora del Observatorio de Asuntos de Género del Norte de Santander (OAG), Gabriela Chacón, hizo un balance de la situación en Colombia, basándose en el último boletín sobre seguridad y género que desarrolló el observatorio, titulado: No son casos aislados, es el patriarcado.
De acuerdo con el monitoreo de medios de comunicación del OAG, se reportaron, durante el 2022, 55 noticias relacionadas a violencias basadas en género, correspondientes primordialmente a Feminicidios (45,5 %), violencia física (45,5 %), violencia sexual (7,3 %) y finalmente, violencia económica (1,8 %).
Ubicando como primer lugar de la ocurrencia de hechos a Cúcuta con un 54,55 %, seguido de municipios pertenecientes a la provincia de Ocaña y cinco municipios ubicados en el Catatumbo. En cuanto a los agresores, la mayoría de los crímenes son perpetrados por hombres armados y desconocidos, de acuerdo con el boletín.
«Publicamos un informe sobre la seguridad y género, basado en cómo reportar la violencia basada en género (VBG) bajo un enfoque feminista y de seguridad ciudadana que incluyan respuestas oportunas», explicó la activista.
Insistió en que, desde el observatorio, buscan generar estrategias que permitan humanizar los datos para dar una mayor comprensión y sensibilización de la violencia y las desigualdades que viven las mujeres. Agregó que “los medios de comunicación y las instituciones no reportan los casos como feminicidios”.
Chacón destacó la importancia de que en Colombia se visibilice la VBG en el contexto de la migración y los procesos fronterizos, debido a que las mujeres son mucho más vulnerables en estos escenarios y situaciones.
«La violencia machista no solo se genera en espacios privados, también en espacios públicos como en las fronteras (…) Las mujeres migrantes sufren una doble victimización por ser mujeres y ser extranjeras», concluyó.
Argentina: Sin atención pertinente para las víctimas de VBG
María Fernández Camacho, integrante de la Red de Periodistas por una Comunicación No Sexista (Red PAR) y miembro de la plataforma Comunicar por la Igualdad, explicó que los feminicidios en Argentina no cesan y “se sigue asesinando a una mujer por día”.
La activista conversó sobre la importancia de la educación y la sensibilización desde la niñez, sobre los temas relacionados con la violencia de género y el respeto a la diversidad e identidad de género.
«Queremos que se enseñe desde las escuelas sobre las maneras de cuidarse entre vínculos afectivos y el respeto hacia la comunidad LGBTIQ+”, dijo.
Se refirió también al movimiento Ni una menos del 2015 y recordó que este agrupó en Argentina a 300 mil personas, reunidas para exigir la erradicación de la violencia contra las mujeres.
Asimismo, explicó que es necesaria la sensibilización por parte de las autoridades y de los funcionarios que trabajan en los organismos receptores de denuncias, a fin de que las víctimas puedan ser escuchadas y atendidas oportunamente.
«La voz de las víctimas debe ser escuchada por parte del Estado. Para las víctimas de VBG es muy difícil denunciar y cuando lo hacen las autoridades no dan la atención pertinente», concluyó Fernández.
Para finalizar el evento, Gabriela Buada reflexionó sobre el uso de términos de odio que profundizan y atentan contra los derechos de las personas.
“Debemos seguir educando y deconstruir las viejas prácticas y visiones que no están acorde al respeto de los derechos humanos». concluyó la directora de Caleidoscopio Humano.
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