Los hombres fueron acusados de vínculos con banda criminal Tren de Aragua. Los registros judiciales de EEUU muestran solo unos pocos cargos por delitos graves
(22-04-2025) Los funcionarios de la administración Trump han descrito a los hombres deportados a las cárceles de El Salvador el mes pasado como “ los peores de los peores ”, sugiriendo que eran pandilleros involucrados en asesinatos, violaciones y secuestros.

La realidad es que de 238 migrantes, en su mayoría venezolanos, que las autoridades acusaron de pertenecer a la pandilla Tren de Aragua y expulsaron al país centroamericano a mediados de marzo, solo una pequeña fracción había sido acusada alguna vez de delitos graves en Estados Unidos.
Cientos de páginas de registros legales y declaraciones del gobierno estadounidense, revisados por Bloomberg News, encontraron a cinco hombres acusados o condenados por delitos graves de agresión o violación de la ley relacionada con armas de fuego. Tres hombres fueron acusados de delitos menores, incluyendo acoso y hurto menor. Otros dos fueron acusados de tráfico de personas.
Para el resto de los hombres, no había información disponible que mostrara que hubieran cometido algún delito más allá de violaciones de tránsito o inmigración en Estados Unidos.
Pocos migrantes deportados tienen cargos en EEUU
Los hallazgos plantean interrogantes sobre cómo la administración Trump determinó que los migrantes enviados a El Salvador eran delincuentes violentos. Estados Unidos sostiene que todos los venezolanos a bordo de los vuelos cometieron un delito por encontrarse en el país sin documentos, según declaró un alto funcionario del Departamento de Seguridad Nacional en un correo electrónico. El funcionario añadió que muchos de los hombres que carecían de antecedentes penales en Estados Unidos eran, no obstante, terroristas, violadores de derechos humanos o pandilleros.
Muchos de los hombres presuntamente asociados con Tren de Aragua fueron deportados bajo la raramente utilizada Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, sin revisión judicial.
Un juez estadounidense ordenó a la administración que detuviera las deportaciones, pero el lunes, la Corte Suprema dijo que la administración puede intentar reanudar las deportaciones bajo la ley si se notifica a los migrantes y se les da la oportunidad de presentar su caso ante un juez.
Los informes de los medios de comunicación en el Washington Post y en otras fuentes han puesto en duda las representaciones que la Casa Blanca hace de los hombres como criminales, y los abogados han dicho que algunos individuos fueron identificados como miembros de pandillas basándose en el tipo de ropa que vestían o los tatuajes que tenían.
Una investigación de CBS News reveló que tres cuartas partes de los hombres enviados a El Salvador no tenían antecedentes penales estadounidenses ni internacionales. Ahora, la revisión de Bloomberg de casos judiciales y declaraciones del gobierno estadounidense muestra que hay muy poca documentación pública disponible que respalde la idea de que solo se envió a delincuentes violentos.