Refugiados

Países de acogida tampoco garantizan los DESCA de migrantes y refugiados venezolanos

María Alejandra Silva

(20-06-2024) El Día Mundial del Refugiado se conmemora el 20 de junio con el objetivo de visibilizar y ayudar a millones de personas que viven en condición de refugiados, desplazados y a la espera de asilo en otros países debido a los conflictos armados, de violencia y persecución de los cuales son objeto en sus países de origen.

De acuerdo con la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), para 2024, cerca de 7.7 millones de venezolanos migraron o solicitaron refugio en diversos países, esto tras un desplazamiento forzado  debido a la situación de los derechos humanos.

Convirtiendo, a Venezuela, en el tercer país con más refugiados en el mundo, solo superado por Afganistán y Siria. 

Por otra parte, la más reciente actualización de la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes (R4V), detalló que, para  junio de 2023, 1.184.889 personas venezolanas estaban con solicitudes de asilo pendientes recibidas por las autoridades nacionales de diversos países, liderando la lista Perú y Estados Unidos, mientras que 300.759 personas venezolanas están reconocidas bajo la condición de refugiado, siendo el primer país España y seguido por Brasil.

Los refugiados venezolanos también están más expuestos a la vulneración de sus derechos económicos y sociales. 

El creciente costo de vida, los estragos de la emergencia provocada por el COVID-19 y las tasas de desempleo, que van en aumento, han agravado la vulnerabilidad de las personas y les ha imposibilitado la reconstrucción de sus vidas y su integración en las sociedades de acogida en toda la región. 

Así lo demuestran las cifras dadas por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), quienes explicaron que, en 2023, más de 4.4 millones de venezolanos migrantes todavía enfrentan dificultades para acceder a alimentos, vivienda adecuada y atención médica.

Con respecto a las infancias, son muchos los obstáculos que niñas y niños refugiados y migrantes deben superar para tener acceso a la educación en los países de acogida, sobre todo debido a la falta de cupos suficientes en las escuelas. 

La ACNUR aseguró que aproximadamente el 19 % de las niñas y los niños refugiados y migrantes venezolanos no asisten a la escuela, y en su lugar apoyan a sus familias con trabajos informales y mal pagados para llegar a fin de mes.

Los refugiados venezolanos no solo enfrentan problemas económicos o de oportunidades, sino de adaptación o de cómo los tratan en el país de acogida. 

Un  informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos destaca la discriminación y la violencia a la que están expuestos, siendo esta incitada, además, por discursos estigmatizantes que denotan xenofobia y racismo, lo cual causa nuevos desplazamientos y actos de odio.

Es necesario reforzar la cooperación y asistencia a las naciones receptoras de refugiados venezolanos, especialmente para atender a los diferentes grupos poblacionales, que incluyen mujeres, niñas, niños, personas mayores, jóvenes, personas con discapacidad, así como pueblos indígenas y personas LGBTIQ+.

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