Francisco González/Internacionalista/Líder emergente de MonitorDescaVe e Investigador de Caleidoscopio Humano
(25-03-2024) Los primeros humanos modernos se dispersaron desde África a otras partes del mundo hace aproximadamente cien mil años. Esto se produjo en varias olas, mezclándose con otras especies de homínidos que ya existían en esas regiones.
La evidencia científica actual indica que los humanos modernos, Homo sapiens, se originaron en África hace unos trescientos mil años.
La disparidad económica de las sociedades coloniales del siglo XV condujo a la consolidación de la supremacía de las sociedades blancas sobre las negras, lo que, en consecuencia, dio pie al inicio de la trata transatlántica, inicialmente con los portugueses, quienes comenzaron a transportar poblaciones africanas a las Américas.
En principio, las personas esclavizadas y trasladadas desde el África hasta las Américas eran sometidas a trabajo forzoso que escaló en todas sus formas a la pérdida de la dignidad. El comercio de trata de personas se intensificó en el siglo XVII, cuando los británicos, los franceses y los holandeses se unieron a esta red de comercio deshumanizante.
En el siglo XVIII, la trata de esclavos alcanzó su punto máximo, con más de 10 millones de personas transportadas a las Américas.
De manera puntual se puede expresar que el impacto de la trata transatlántica de esclavizados sigue siendo sentido hoy en día.
La trata de esclavos tuvo un impacto profundo en las sociedades africanas y americanas. En África, la trata de esclavos devastó las poblaciones y las economías, hecho que aún hoy causa estragos. En las Américas, la esclavitud condujo al desarrollo de una sociedad racializada, con graves problemas sociales.
Cifras oficiales afirman que la corona española, durante la época colonial, traficó alrededor de ciento veinte mil personas desde el África a Venezuela, que, junto a los indígenas venezolanos, fueron expuestas a trabajo forzoso, violencia, discriminación y abusos de toda índole.
En Venezuela, la esclavitud “terminó” a finales del siglo XIX gracias a los esfuerzos de los hermanos Monagas por impulsar la ley que la abolió, sin embargo, las personas esclavizadas, aunque ahora libres, se enfrentaron a paupérrimas oportunidades de trabajo, barreras para el acceso a la educación formal y tratos crueles por parte de las personas blancas.
Aún hoy, quinientos años después de que el primer barco español arribó a costas venezolanas, las personas negras experimentan episodios de discriminación, malos tratos y racismo, que se desprende de una cultura arraiga a la dinámica colonialista impuesta por España.