La distorsión del tipo de cambio oficial podrían llevar país Sudamericano otra depresión económica en 2025, advierten expertos financieros
(29-10-2024) En los últimos cuatro años la coalición gobernante en Venezuela, liderada por Nicolás Maduro, ha contenido la inflación apoyándose directamente en un anclaje cambiario.
Si bien la inflación disminuyó coyunturalmente, las tasas que aún exhibe el país son bastante superiores a las de sus más importantes socios comerciales. No obstante, la estrategia parece haber tocado fondo y la sobrevaluación del Bolívar comienza a ser evidente, afectando las proyecciones para el año 2025.
Al momento de escribirse este texto el tipo de cambio nominal del dólar estadounidense en Venezuela se mantiene oscilando entre 35 y 36 bolívares por dólar. Sin embargo, la tasa no oficial de la moneda estadounidense se ubica en 47 bolívares por cada dólar.
Según el analista financiero Henkel García “la brecha entre el tipo de cambio paralelo y el oficial está en 25%. El promedio de lo que va de octubre está por encima de 20% (…) Es claro que esto significa una distorsión importante para las empresas que tienen referidos sus precios en dólares y además venden a tasa oficial. La brecha es amplia, precisamente, porque no hay dólares suficientes para satisfacer la demanda al tipo de cambio oficial”.
García recuerda que las empresas, “por necesidad, tienen que recurrir al mercado paralelo para cambiar los bolívares que reciben. Acá hay que acotar que la misma brecha ha impulsado a que cada vez más personas-empresas paguen en bolívares y no en dólares, por tanto, la cantidad de bolívares que reciben las empresas aumentó”.
La diferencia entre ambas tasas provoca que resurjan las amenazas del pasado. La diputada oficialista Iris Varela sostiene que los comerciantes que use el tipo de cambio paralelo (47 bolívares por cada dólar) para establecer el costo de los bienes y servicios “irán presos”.
Hasta 85 bolívares por un dólar
Por su parte, el economista Pedro Palma recuerda que “los tipos de cambio están muy distorsionados, porque a pesar de que la inflación ha bajado durante los últimos meses, la cantidad de bolívares que se necesitan para comprar lo mismo que se puede comprar con un dólar afuera, está muy por encima de ese tipo de cambio paralelo. Es un tipo de cambio que se ha calculado en 70 o incluso por encima de 100 bolívares. El que tú sinceres o ubiques ese tipo de cambio oficial en 36 bolívares no va a solventar ese problema de tremenda sobrevaluación de la moneda local, porque el tipo de cambio debe estar a un precio sustancialmente mayor a esos 45 bolívares por dólar”.
Para demostrar la sobrevaluación del bolívar el economista Leonardo Vera realiza un ejercicio muy simple comparando el precio de algunos productos en Venezuela y en Colombia, para determinar el tipo de cambio de paridad.
Por ejemplo, Vera recuerda que un litro de leche de larga duración en Colombia puede costar 0,96 USD, mientras en Venezuela se cotiza hasta en 2,17 USD. Si se calcula la tasa de paridad para igualar el precio de este producto entre ambos países se obtendría 88,56 bolívares por cada dólar.
La crema dental de 150 ml que en Colombia se consigue por 1,89 USD, mientras que en Venezuela puede alcanzar 6,74 USD. En este caso la tasa de paridad alcanzaría 139 bolívares por cada dólar. Un kilo de pechuga de pollo sin hueso que en Colombia alcanza 6,96 USD y en Venezuela se consigue a partir de 8,25 USD, provocando que la tasa de paridad sea de 50,38 bolívares por dólar.
Según Vera para que ocurran estas diferencias “lo más probable es que exista una mezcla de dos cosas: costos muy elevados para producir y vender en Venezuela junto con una sobrevaluación de la moneda (una tasa de cambio muy baja)”.
“Un promedio simple entre las tasas de cambio de paridad que hemos visto -explica Vera- nos daría 85,39 Bs./US$. No es la mejor metodología, pero si una fácil de entender. Estamos sobrevaluados”.
«Un dato más riguroso -explica Vera- se obtendría tomando una canasta de 100 o más productos de consumo final y sacar el promedio de acuerdo con el peso que tienen en la cesta de consumo familiar. Con seguridad la tasa de referencia va a ser muy superior a la oficial hoy (de 39,18 bolívares por dólar).
El economista recuerda que, si “producir cada unidad de estos bienes en Venezuela resulta más caro que en Colombia, entonces el diferencial de precios no puede ser atribuido totalmente a una distorsión cambiaria. Hay muchas razones para concebir costos muy altos por unidad de producto en Venezuela”.
En este sentido resalta tres causas que provocan los altos precios en Venezuela: La enorme capacidad ociosa que hace trabajar a las unidades productivas con altísimos costos fijos por unidad de producto, la corrupción desenfrenada en aduanas, registros y alcabalas y Las presiones y distorsiones tributarias.
Sostiene que “para atacar estos problemas que inflan los costos necesitamos, por un lado, estimular la demanda, (para que bajen los costos fijos por unidad de producto). Por otro lado, hay que desmantelar seriamente la corrupción, las distorsiones y las asfixiantes presiones impositivas. Con un menú de acciones en el sentido expresado, no es necesario apuntar a un tipo de cambio de paridad de 85,39 bolívares por dólar, aunque, desde luego, un importante «atraso» cambiario hemos acumulado pues la inflación ha sido mayor al deslizamiento del tipo de cambio nominal en el pasado reciente”.
Además, advierte que “volver a anclar a una tasa de cambio «baja», en una economía que no tiene reservas internacionales líquidas para atender la demanda del mercado, y donde la inflación no es parada en seco, es un grave error”
Aumenta la inflación, se detiene el crecimiento
Según el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) la tasa de inflación mensual en septiembre se situó en 3,4% y la anualizada en 46%, lo que evidenció una aceleración en el aumento de los precios respecto a agosto.
Al respecto, el OVF detalló que los mayores aumentos fueron en los sectores de educación, 6%; alimentos, 5,1%; servicios, 4,5%, y esparcimiento, 4,1%. De igual forma, en relación con los alimentos, destacaron los aumentos del pan en 16,3%, el pescado 6,8%, bebidas lácteas 13,1%, caraotas negras 14,4% y frutas 14,3%.
Por otra parte, según el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES), de la Universidad Católica Andrés Bello, la evolución actual del nivel de actividad económica contrasta con el comportamiento de los primeros seis meses del año y amenaza con formar una nueva recesión a inicios de 2025 o una contracción del PIB.
Al respecto, en el informe de coyuntura del instituto se destaca que la “agudización” de la crisis política interna y la probabilidad de que se incrementen las sanciones económicas y financieras son los principales factores por los que se prevé que la economía, a finales de año, terminará creciendo solo la mitad de lo que se expandió en el primer semestre”.
Asimismo, se recuerda que la incertidumbre y la inestabilidad política irá creciendo a medida que se acerque el mes de enero de 2025, fecha en la que comienza el nuevo período presidencial, lo que continuará impactando en la oferta de bienes y servicios mientras la tasa de inflación y el tipo de cambio incrementarán sus niveles con relación a los meses anteriores.