El espectador – Ana*, Catalina* y Carolina* son tres mujeres que fueron víctimas de explotación sexual por parte del Tren de Aragua.
“La prostitución es una mafia muy grande”
Catalina, de 17 años, cuenta cómo terminó explotada sexualmente en la prostitución por el Tren de Aragua por buscar trabajo en la frontera. Ingresó siendo menor de edad y narró cómo otras como ella no salieron vivas. Señala que su paso por la prostitución le dejó muchos traumas y secuelas: ansiedad, ataques de pánico y trastorno de sueño.
“Me endeudé y terminé en la prostitución”
Ana, de 25 años, cuenta cómo fue captada en La Parada, en frontera colombiana con Venezuela, para consentir su propia explotación sexual. Denuncia que en esa zona son los mismos policías quienes están envueltos en la explotación sexual de niñas y adolescentes migrantes venezolanas y que hay una fuerte disputa entre el Tren de Aragua y la guerrilla del ELN por este atroz delito.
“El Tren de Aragua es el que capta a las chicas”
Carolina, de 43 años, narra las violencias a las que fue sometida en la prostitución por parte de esta organización criminal transnacional, que se lucra y financia de la explotación sexual de las mujeres y niñas que migran de Venezuela a Colombia en condiciones de pobreza.
*Los nombres reales fueron protegidos por razones de seguridad e intimidad.