María Alejandra Silva/Caleidoscopio Humano
(27-03-2022) El Día Internacional de Recuerdo de las Víctimas de la Esclavitud y la trata Trasatlántica de Esclavos, fue decretado el 17 de diciembre de 2007 en la Asamblea General de las Naciones Unidas y estableciendo que todos los 25 de marzo de cada año se le rendiría un homenaje a todos los hombres, mujeres y niños, que han sido víctimas de la esclavitud, producto del racismo y los prejuicios sociales.
Según la ONU durante más de 400 años, más de 15 millones de hombres, mujeres, niñas y niños fueron víctimas de la deplorable trata transatlántica de esclavos, uno de los capítulos más negros de la historia de la humanidad.
Agregando que «de igual forma se calcula que de 1501 a 1830, por cada persona europea que cruzó el Atlántico, llegaron cuatro personas africanas», por lo que hoy en día esa descendencia de personas africanas marca un porcentaje de la población en Latinoamérica.
La trata y esclavitud fue un fenómeno caracterizado por un tráfico humano masivo sin precedentes, que envileció las transacciones económicas y derivó en atroces violaciones de los derechos humanos. Pero es examinando la trata transatlántica de esclavos de manera más específica cuando se destapa su verdadera brutalidad. Y es que detrás de los hechos y los datos hay millones de historias humanas.
El ente internacional también creó un programa de comunicación con el objetivo de sensibilizar sobre la historia de la trata transatlántica de esclavos y la esclavitud, sus repercusiones en el mundo moderno y su legado racista. Con los años, el Programa ha establecido una red global de socios y ha desarrollado iniciativas versátiles con recursos didácticos, programas de desarrollo profesional, grupos de debate y exposiciones.
La esclavitud continua en el siglo XXI
La trata de personas es uno de los crímenes que atenta, de manera inequívoca, contra la dignidad e integridad de los seres humanos. Alrededor del mundo se calcula que más de 40,3 millones de personas han sido engañadas y sometidas a condiciones de explotación. De acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, es el negocio ilícito más lucrativo en el mundo, generando más de 32.000 millones de dólares al año.
La trata de personas con fines de explotación sexual afecta a 4,8 millones de personas globalmente, 72% de las víctimas son de sexo femenino, discriminándose esta cifra en 49% mujeres y 23% niñas.
En 2016, la oficina de la ONU detectó 26.750 víctimas de trata en 110 países.
La trata en Venezuela
La Crisis Humanitaria Compleja que atraviesa Venezuela aumenta la vulnerabilidad de la ciudadanía ante la trata de personas, esto sumado a los conflictos armados registrados en estados fronterizos en los últimos años.
De acuerdo con el Informe Global sobre Trata de Personas difundido por la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, en 2018 hubo 430 víctimas venezolanas de trata de personas en 21 países de América del Sur, Centroamérica y Europa. En 2011 fueron cinco las víctimas, 11 en 2012 y 2 en 2013.
En 2014 había 60.900 personas viviendo alguna forma de esclavitud moderna en el país. En 2016 la cifra ascendió a 198.800 personas, un incremento de casi 300% en esos últimos 2 años. Mayor a Brasil en términos absolutos, donde para ese año existían 160.000 personas en condiciones de esclavitud moderna. (Brasil tiene más de 200 millones de habitantes)
La ONG Transparencia Venezuela indicó que 17 personas fueron arrestadas o señaladas por delitos de trata de personas en el año 2019, en comparación a 99 personas que fueron arrestadas o señaladas en el año 2018.
En un caso importante, las autoridades de Maduro arrestaron y señalaron a nueve personas, entre ellas tres funcionarios cómplices, por delitos de trata de personas después de que un barco que se dirigía a Trinidad y Tobago, que presuntamente transportaba a 90 migrantes venezolanos que huían del país, naufragara en el mar.
Por otra parte, los medios de comunicación reseñan que disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y al Ejército de Liberación Nacional (ELN) han recluido a niños soldados y el tráfico de menores con fines de explotación sexual y trabajo forzoso.
«Los grupos armados ilegales atraen a niños en condiciones vulnerables y terribles circunstancias económicas con regalos y promesas de sustento básico a los cuales ni ellos ni sus familias tienen acceso debido a la crisis humanitaria del país, para luego reclutarlos en sus filas», detalla un medio de comunicación venezolano.
Distintas organizaciones sociales en los últimos años le han exigido al Estado venezolano investigar los casos de trata de personas en el país, lo cual se ha recrudecido por la Emergencia Humanitaria Compleja existente, la devenida migración forzada de millones de venezolanos y el impacto que está generando la pandemia por COVID-19.