Sin mejoras salariales ni condiciones mínimas inicia el año escolar 2025-2026

“Los maestros en Venezuela no tienen salario desde el año 2018. La crisis económica ha expulsado a miles del sistema educativo, y eso se traduce en aulas vacías y estudiantes sin formación integral”, advierte Gricelda Sánchez, de Fordisi


Fuente original: Correo del Caroní.- Este 15 de septiembre inicia otro año escolar en Venezuela. En este nuevo período 2025-2026 la situación no es distinta a la de años anteriores: persiste el contexto de precariedad extrema para docentes y estudiantes, sin mejoras salariales, sin contrato colectivo vigente y con violaciones a la normativa legal vigente.

La profunda crisis que arropa al sector educativo desde hace más de 10 años ha erosionado la calidad educativa en Venezuela y las escuelas lejos de ser entornos seguros para niños, niñas y adolescentes operan con condiciones mínimas ante la mirada indiferente del Estado.

Para Julia Guillén, maestra con 16 años de experiencia en una escuela pública en Petare, municipio Sucre, en el estado Miranda, este regreso a clases es, incluso peor, que el de otros años por la situación económica actual.

“Este es otro año escolar que se repite bajo las mismas condiciones que los anteriores, sin aumento salarial, con escuelas deterioradas y sin insumos, pero ahora con todo más caro porque el dólar aumenta todos los días y también el precio de la comida. Recientemente el gobierno nos dio un bono de regreso a clases de 12,50 bolívares (0,77 centavos de dólar al cambio oficial) y con eso no compramos ni siquiera un pan”, expresó Guillén, quien prefirió el anonimato por temor a represalias.

El testimonio de Guillén refleja lo que miles de docentes enfrentan a diario en Venezuela. Sin embargo, es importante recordar en cinco claves, los obstáculos y fallas que marcan el regreso a clases.

 Estudiantes son los más afectados. El presidente del Sindicato Venezolano de Maestros del Distrito Capital, Edgar Machado, denunció que inicia un nuevo año escolar en donde los estudiantes son los más afectados con la crisis económica y la situación del país.

La pobreza y un Programa de Alimentación Escolar (PAE) deficiente, sin duda, son dos de los grandes problemas que afectan el regreso a clases en Venezuela, especialmente para aquellos estudiantes de los sectores más vulnerables.

Denuncias de oenegés como Fundaredes y Con la Escuela afirman que muchos niños llegan a las escuelas sin comer lo que incide directamente en su bienestar y rendimiento académico.

 Escuelas en mal estado. El deterioro de las escuelas también es otro factor que impacta de manera negativa a los estudiantes venezolanos. Para 2024, cifras del Sindicato Venezolano de Maestros estimaron que 40% de las escuelas públicas del Distrito Capital presentan deterioro en sus infraestructuras.

A pesar de que no hay datos oficiales, en marzo de 2024 la asociación civil Con la Escuela publicó un informe sobre la situación estructural de escuelas y liceos del país el cual arrojó que el 41,77% presentaba problemas, fallas eléctricas y en el suministro de agua.

 Bajo nivel de aprendizaje. Al sombrío panorama se le suma la implementación de los “horarios mosaicos” que, aunque están prohibidos, en el período anterior se continuaban aplicando como medida alternativa a los bajos salarios que perciben los docentes. Sin embargo, esta medida le resta horas de aprendizaje a los estudiantes y deriva en un bajo nivel académico.

Sobre esto, un estudio del Sistema de Evaluación de Conocimientos en Línea (Secel) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), correspondiente al periodo escolar 2023-2024, reveló que los alumnos desde sexto grado de primaria hasta quinto año de bachillerato aún “no alcanzan las competencias mínimas en áreas fundamentales como habilidad verbal y matemáticas”.

Según la ficha técnica del estudio, se aplicaron más de 10 mil pruebas a estudiantes de planteles públicos en Caracas, Miranda, Bolívar, Nueva Esparta, Falcón, Lara y Zulia. El mismo arrojó que el 92,09% de los alumnos evaluados reprobó la prueba de matemáticas, mientras que 86,21% no superó la evaluación de habilidad verbal. En cuanto a comprensión lectora, el 80,55% de los alumnos obtuvo una calificación inferior a la aprobatoria.

La lista de útiles escolares representa también un problema para los estudiantes y también para los padres de familia que deben costear insumos como cuadernos, libros, vestimenta y meriendas en un país donde el sueldo mínimo lleva tres años estancado en 130 bolívares, menos de un dólar al cambio oficial.

 Situación de los docentes. Desde el año 2018 los maestros venezolanos han venido denunciando la grave crisis económica que los afecta, situación que  lejos de mejorar, empeora con el pasar del tiempo.

Actualmente el salario de un maestro en Venezuela es de menos de 15 dólares al mes y no cuentan con protección social ni un seguro médico eficiente que les permita atender una emergencia de salud menor.

Actualmente el salario de un maestro en Venezuela es de menos de 15 dólares al mes y no cuentan con protección social ni un seguro médico eficiente que les permita atender una emergencia de salud menor.

La presidenta de la organización sindical Formación de Dirigentes Sindicales (Fordisi), Gricelda Sánchez, alertó que  el país enfrenta un déficit de al menos 200 mil docentes, lo que ha generado la ausencia de materias clave en liceos y escuelas públicas.

“Los maestros en Venezuela no tienen salario desde el año 2018. La crisis económica ha expulsado a miles del sistema educativo, y eso se traduce en aulas vacías y estudiantes sin formación integral”, afirmó.

 Ideas que no suman. Recientemente, el ministro de Educación, Héctor Rodríguez ha informado algunas medidas como la incorporación de estudiantes destacados como preparadores en sus liceos y la expansión del plan de 100% escolaridad para reintegrar a jóvenes al sistema educativo.

Sin embargo, estas medidas han sido calificadas como insuficientes por los miembros del sindicato. Gricelda Sánchez expresó que la incorporación de alumnos destacados como auxiliares es “irresponsable” porque ignora la formación pedagógica que se debe tener para enseñar.

“La solución no es colocar bachilleres como auxiliares de aula. La solución es dignificar la carrera docente, mejorar salarios y condiciones laborales para que los educadores regresen a las aulas”, afirmó Edgar Machado quien además hizo un llamado al Ministerio de Educación para retomar la discusión del contrato colectivo y respetar la normativa legal vigente, que establece 60 días de vacaciones y 201 días de clases para el período escolar.

Por otra parte, Gricelda Sánchez también cuestionó el plan de reincorporación de niños desescolarizados señalando que sin condiciones reales para garantizar el aprendizaje, “no se puede ampliar el sistema si ni siquiera se atiende a quienes ya están dentro”.

El Ministerio de Educación sigue presionando para cumplir los 200 días de clases y pidió que las actividades comenzaran desde el 8 de septiembre, pero en medio de la precariedad, el llamado fue ignorado por los gremios y la mayoría de los docentes debido a que no respetaba el período vacacional establecido en la convención colectiva.

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