España se ha convertido en uno de los principales destinos para periodistas perseguidos por ejercer su profesión en contextos de represión y violencia. Reporteros Sin Fronteras alerta del deterioro global de la libertad de prensa y subraya el papel clave del país como refugio para profesionales amenazados
Fuente original: Reporteros sin Fronteras. – Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha instado al Gobierno de Pedro Sánchez a comprometerse de manera decidida con el creciente número de periodistas exiliados que se encuentran en España. Con motivo del Día Mundial de las Personas Refugiadas, celebrado el pasado 20 de junio, la organización ha subrayado que proteger a estos profesionales es también una forma de defender la democracia y los derechos fundamentales.
El llamamiento incluye una petición explícita al Ejecutivo para que responda con urgencia a la demanda de protección de siete periodistas nicaragüenses despojados de su nacionalidad por el régimen de Daniel Ortega. A su vez, RSF pide a los medios de comunicación españoles que reconozcan el valor profesional de estos periodistas y les abran oportunidades laborales que les permitan reincorporarse a su oficio.
Aumento global del exilio periodístico
Según RSF, el 70% de sus fondos de emergencia en 2024 se destinaron a periodistas exiliados o desplazados, beneficiando a 716 profesionales, principalmente procedentes de Afganistán, Rusia, Irán y Nicaragua. Este incremento responde al endurecimiento de regímenes autoritarios, a la proliferación de conflictos armados, a las amenazas del crimen organizado y a otras formas de persecución que fuerzan la huida.
La Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2025 muestra un panorama crítico: menos del 1% de la población mundial vive en lugares donde ejercer el periodismo es considerado “bueno”, y en más de la mitad de los países del mundo la situación es “difícil” o “muy grave”.
Además, RSF advierte de un nuevo fenómeno: la migración no solo de periodistas individuales, sino de redacciones completas, como en los casos de medios independientes de Cuba, Nicaragua o Venezuela, cuyos equipos operan desde el exilio en países como España, Costa Rica o Estados Unidos.
España, destino preferente
En 2024, España fue el segundo país de la Unión Europea con más solicitudes de asilo, concentrando el 18% del total. El país se ha consolidado como un destino preferente para periodistas procedentes de América Latina, tanto de dictaduras como de contextos marcados por la violencia. RSF estima que al menos 400 profesionales exiliados viven actualmente en territorio español.
Testimonios recogidos por RSF revelan las dificultades que enfrentan estos periodistas. Alfredo Herrera, exreportero del Diario de Cuba, ha trabajado en la construcción y en el reparto de comida rápida tras huir con 24 años, sin abandonar su vocación periodística. Laura Ardila, reconocida periodista de investigación colombiana, se encuentra en España tras recibir amenazas por su libro La Costa Nostra.
Obstáculos para la reintegración profesional
El proceso de adaptación en España es complejo. Muchos periodistas deben asumir empleos precarios o abandonar temporalmente su profesión, lo que implica una pérdida de estatus y fuertes secuelas emocionales. Marta Guarch-Rubio, psicóloga de la Universidad Complutense de Madrid, advierte del impacto del «síndrome de Ulises» y la dificultad de reintegrarse social y laboralmente.
Algunos periodistas persisten en el oficio gracias a proyectos digitales creados en el exilio. Es el caso de José Denis Cruz, exiliado nicaragüense, que cofundó el medio Despacho 505 desde España y actualmente trabaja en Newtral. En situaciones similares, otras redacciones como La Lupa siguen informando desde el exilio sobre países donde se ha suprimido la prensa libre.
Llamamiento a medios y autoridades
Edith Rodríguez Cachera, vicepresidenta de RSF España, ha urgido al Gobierno y a los medios a que reconozcan el valor de estos periodistas exiliados, tanto por su experiencia como por el papel que desempeñan en la defensa global de la libertad de prensa. “España debe estar a la altura de quienes vienen buscando protección por informar”, ha señalado.
Los propios periodistas exiliados reclaman mayor representación en los medios españoles. “Uno de cada siete habitantes de Madrid nació en Latinoamérica”, recuerda Alfredo Herrera. Andreína Monasterio, presidenta de la Asociación de Comunicadores Hispanoamericanos, insiste en que “hay que dar representación a lo que es la sociedad española hoy en día”.
La colombiana Laura Ardila propone una mirada a escala regional: una gran red iberoamericana migrante que aproveche el talento reunido en España para contar los fenómenos compartidos por varios países de origen. Un objetivo común a muchos de estos profesionales: recuperar su estatus y superar la etiqueta de refugiados. Como resume la afgana Khadija Amin: “Para no aceptar que solo eres una refugiada y nada más”.