El 70 % de las mujeres venezolanas ocupan parte de su tiempo a ofrecer acompañamiento pedagógico a sus hijos, es decir, enseñan a leer y a escribir a sus pequeños
(31-10-2024) El cuidado es un trabajo que los Estados delegaron en las familias, pero que resta oportunidades laborales, sobre todo a las mujeres. Las cuidadoras del mundo están en desventaja.
¿Quién cuida a las cuidadoras?
¿Quién garantiza que las mujeres puedan acceder a trabajos formales y que sus hijos o familiares mayores o enfermos estén bien cuidados?
El pasado 29 de octubre se celebró el Día de los Cuidados y del Apoyo, una fecha que busca reconocer el trabajo que hacen los cuidadores y cuidadoras que acompañan a las personas mayores, a los niños, niñas y personas enfermas.
Anaís López, coordinadora del Instituto de Investigaciones Latinoamericanas (ILDIS FEST), explicó los retos que existen en el mundo para que los Estados puedan garantizar igualdad de condiciones a hombres y mujeres.
La mayoría de las personas cuidadoras son mujeres y adolescentes que, en muchos casos, no reciben ninguna remuneración por lo que hacen.
López dijo en el programa Háblame Bajito, que transmite Radio Fe y Alegría Noticias, que se generaron debates en varios países para generar procesos de reflexión sobre el cuidado y las condiciones de las cuidadoras.
En la Universidad de La Habana se reunieron varias organizaciones para debatir las condiciones de las mujeres que dedican parte de su tiempo o todo su esfuerzo a cuidar a familiares.
Desventaja laboral
En Venezuela y otros países de la región, las mujeres están en desventaja a la hora de acceder al mercado laboral, por un lado, porque dedican parte de su tiempo a cuidar a sus hijos o personas mayores y por otro, porque el Estado no garantiza servicios de calidad para dejar a los niños al cuido de otras personas.
Sin embargo, Venezuela fue un ejemplo de lo que se puede hacer para cambiar la realidad. López explicó que durante el período democrático, en el país se creó y funcionó una red de casas de cuidado que permitían a las mujeres insertarse en los mercados formales de trabajo porque contaban con el respaldo del Estado para el cuidado de sus hijos o adultos mayores.
Sin embargo, en este momento, las mujeres deben decidir entre trabajar o quedarse a cuidar a sus hijos.
El sistema educativo tampoco aporta soluciones
En el caso del sistema escolar venezolano, el mosaico de días de atención o desatención perjudica a las mujeres.
Que las escuelas solo tengan clases unos días a las semanas hace que las madres no puedan buscar un trabajo formal porque no pueden ir unos días sí y otros no.
Según la Encuesta de Condiciones de Vida del Venezolano (ENCOVI), el 70 % de las mujeres venezolanas ocupan parte de su tiempo a ofrecer acompañamiento pedagógico a sus hijos, es decir, enseñan a leer y a escribir a sus pequeños.
En cambio, la misma encuesta indica que solo el 5 % de los hombres dedican tiempo ello.
En el mercado laboral, el 62,7 % de los hombres tienen trabajos formales y solo el 37 % de las mujeres tienen un trabajo remunerado, según la Encovi.
8,9 % de mujeres mayores de 15 años no están trabajando ni estudiando porque deben cuidar a sus hijos.
El trabajo doméstico
Venezuela fue uno de los países que reconoció el trabajo doméstico como una actividad laboral que debe ser remunerado porque genera riqueza.
El artículo 88 establece la igualdad de condiciones entre hombres y mujeres para el trabajo.
“El Estado reconocerá el trabajo del hogar como actividad económica que crea valor agregado y produce riqueza y bienestar social. Las amas de casa tienen derecho a la seguridad social de conformidad con la ley”, reza ese artículo de la Norma.
